26 ago 2013

El verdadero sentido de la ofensiva anticorrupción de Maduro o Cabello y Carreño le juegan posición adelantada a Maduro




.-* Cabello y Carreño le juegan posición adelantada a Maduro
.-* Lo de López no es nada al lado de lo de Saragay
Ni siquiera Capriles puso su mano en el fuego; ni se la jugó completo, con Oscar López; aunque era su Director de Política en la gobernación de Miranda. Lo que hizo fue contratacar; una defensa, “la mejor”; pero no respuesta de fondo. No es imposible que las denuncias sobre el desconocido origen de las cantidades que López pagó; y cuyas facturas mostraron Cabello y Carreño en la AN; tengan soporte. Aunque ellas en sí mismas no son demostrativas de nada necesariamente delictual. Pero aparte la verdad de la denuncia, que no tiene que ver con lucha ninguna real contra la corrupción; sino con su manipulación política; es asquerosa y nada inteligente su  vinculación con aspectos específicos de la personalidad y la vida privada de López a pesar de que se trate de un  dirigente de PJ. Y de que ello tenga alguna incidencia en su rol político y en su partido. Pero, ¿Cabello y Carreño no recuerdan las señalamientos directos de Bernal contra Barreto, siendo éste alcalde; sobre aspectos, de su vida privada; según, más cuestionables que los que se le hacen a López?, Ni ¿recuerdan tampoco el escabroso caso, de sexo oscuro,  narcotráfico y asesinato de la embajadora venezolana en Kenia; del que está inculpado y aún preso en Nairobi, el primer secretario la embajada, Dwight Saragay diplomático venezolano, chavista? ¿Qué es al lado de este caso; precisamente siendo Maduro canciller; la promoción de reuniones de gay de que se acusa a López? Sobre el que la AN se ha negado a investigar. Porque, precisamente, lo más perverso  y menos inteligente del sucio montaje de Cabello y Carreño, con la vergonzosa anuencia de todos los diputados chavistas; es que la descalificación política que tratan de inducir, de López directamente; pero concretamente  de  Capriles y PJ; es que, según, es, o son, gay. Realmente por eso y no por la que  derivaría de la corrupción que indiciarían  las facturas mostradas. Cuando, por lo demás, ¿No es declarada y estridentemente gay Ricky Martín, con quién Maduro acababa de tener, siendo el Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, un quizás demasiado simpático, intercambio de banderas, sonrisas e invitaciones?.
.-* La emergencia anticorrupción de Maduro es hacia dentro del chavismo mismo
Pero lo peor es que el sentido real de la estridente arremetida de Cabello y Carreño no es  ir contra Capriles ni llevarlo otra vez preso; ni sacarlo del juego. Ni sacar del juego a PJ; a la “derecha amarilla”. Los jefes parlamentarios bolivarianos están, maniobrando dentro de la estrategia general chavista, es jugándole posición adelantada, precisamente, ¡a Maduro!. Pues, ¿hacia donde va, realmente, la guerra a muerte de Maduro contra la corrupción?. Por partes, se irá viendo cada vez más claramente. Pero es notorio que no es contra la corrupción de la oposición; no centralmente, ni siquiera significativamente; habida cuenta de  la escala de  extrema emergencia nacional en que la plantea; y la trama política en que se da. Hasta declarar emergencia nacional, pedir una habilitante y  convocar de urgencia, tercera vez, un Consejo de Estado. Es claro que, aunque se la menciona, el objetivo no es la corrupción de la que Cabello y Carreño acusan a Capriles y PJ; aunque por obviedad político-electoral tiene que ser metida dentro del paquete. La ofensiva anticorrupción de Maduro, por encima de todo, es interna, contra la corrupción chavista; contra la corrupción cívico-militar bolivariana. Específicamente contra un sector de ella  De entrada, siendo metastásica; es uno de los factores determinantes de la parálisis y el deterioro generalizados del país; del fracaso de todas las políticas y planes chavistas Y que él y quienes tiene detrás, saben, aun  cuanto muchos de su misma gente estén involucrados; que desatada como está, se los tragará en el corto plazo; que ya se los está tragando. Quiere decir que, en primera instancia, combatir la corrupción al menos controlarla como hacía Chávez, ciertamente que es cuestión de sobrevivencia política. Sin embargo, lo verdaderamente determinante: porque tal emergencia contra la corrupción es el escenario óptimo para liquidar cualquier posibilidad de insurgencia interna, aunque hoy está en ciernes; contra su ejercicio actual del poder. Poder recibido de Chávez, en condición de heredero civil por adopción; pero sin la “legitimidad bolivariana” militar, de quienes, realmente o según las leyendas, si habrían estado, y, según, si  se las habrían jugado con él el 4F.
.-* Cabello “juega posición adelantada”:sabe que está entre los primeros de cualquier lista
Cabello, como Carreño y todo el país sabe, que cualquier acto anticorrupción, con el propósito real que sea; aunque sea dirigido a pulso hacia un sector o área específicos de la corrupción cívico-militar chavista; para ni siquiera a eliminarla, sino para controlarla; lo toca; o le llega muy cerca. Como toca a muchos de los altos mandos cívico-militares chavistas que la manejan a discreción; y hasta a través de redes casi públicas; como lo mostró la reláfica del G2-Mario Silva; y antes, las de Aponte Aponte y Velázquez Alvaray. Y, alucinantemente, el más reciente y actual  caso de Bandes. Ante lo que, los jefes parlamentarios chavistas pican adelante, juegan posición adelantada. Asumen el  radicalismo más exaltado  y extremo en la confrontación con “la derecha amarilla”, “fascista”; aparte de hasta qué punto lo sea; personificada en Primero Justicia y sus aliados; en Capriles, su  figura principal; y en su entorno más cercano, de su comando político y la gobernación. ¡Claro!, a los campeones de “la lucha de clases contra la derecha” que, según, enfrentan a fondo a los agentes del imperialismo, a los enemigos de la revolución y los magnicidas; a esos gladiadores revolucionarios del chavismo; someterlos aunque sea investigarlos dentro de la guerra anticorrupción de Maduro; sería, abiertamente ”hacerle el juego al enemigo”; caer en su trampa.
.-* Un montaje tan inconsistente; que la Fiscal se deslindó
Cabello y Carreño, en contenido y forma, se salieron del marco de una denuncia política consistente sobre un  caso real o manipulado de corrupción administrativa como tal. Primero, que aparte de no demostrar la corrupción administrativa en sí; como de alguna forma tendría que ser; que, en tal caso, sería microscópica en relación a las dimensiones siderales, a las que llegan las muchísimas corrupciones cívico-militares chavistas. Segundo, que lo estridente de la denuncia, referida a las reuniones de gay que, según, hacia López, si ciertamente es una referencia que pone en cuestión la calidad ético-política de PJ y el entorno de Capriles; ni siquiera dimensionándola como han pretendido como “tráfico, corrupción, red de prostitución”, etcétera; tiene el peso político-institucional que han querido darle. Tanto es así, que la Fiscal Ortega Díaz, evidentemente tomando distancia, deslindándose abiertamente; aclaró que la Fiscalía no estaba investigando ninguna denuncia administrativa contra López; y, obviamente, menos, sobre su vida privada.
.-* Cabello el último comacate, para poner en evidencia a Maduro
Vale considerar que esta maniobra de “jugarle posición adelantada” a Maduro; Cabello y Carreño la ejecutan al más alto y estridente decibelato; precisamente para forzar a Maduro a alinearse con ellos en su supuesta confrontación con “la corrupción y el fascismo”; es la tercera ocasión en que Diosdado Cabello en concreto  y aparte con cual propósito,  compulsivamente pone en evidencia y a “brincar o encaramarse” a Maduro. La tercera, sí. La primera, cuando el supuesto, imposible, ”emergente”, Yendri Sánchez, lo “…hubiera podido matar…”, en el acto de su juramentación en la AN. Y la segunda, cuando, a sabiendas de que el gobierno nacional había sido oficialmente notificado; armó una estridencia pseudorevolucionaria provocando la crisis diplomática que hubo con el presidente Santos por haber recibido a Capriles; siendo empujado a radicalizarse ridícula e irresponsablemente, como Cabello quería. Tómese en cuenta que el único o casi, “comacate” del 4F que con el gobierno de Maduro, está quedando en pié, con algún poder, cada vez menos ciertramente; y en salsa ante su “guerra sin cuartel contra la corrupción”, es, precisamente él: Diosdado Cabello.
.-*Las maniobras “matrioskas” internas chavistas; una dentro de otra, dentro de otra…     
Como las “matrioskas ”. El juego entre Cabello y Maduro en la dinámica intercontextual  entre lo  interno  y lo externo chavistas; está armado como las  muñecas rusas: un montaje dentro de otro montaje, dentro de otro montaje; y así. El Montaje de Cabello y Carreño contra Capriles en la AN, está dentro del montaje de cubrirse jugándole posición adelantada a Maduro; cuyo montaje de “lucha a muerte” anticorrupción; está dentro del de crear el contexto para terminar de sacar definitivamente del poder los 4-febreristas, Que, digamos, finalmente, está dentro del montaje de “confrontar la derecha amarilla”’, precisamente para todo lo contrario de lo que  se declara: para promoverla e inducir su consolidación, como uno de los dos polos políticos nacionales; y consolidar el chavismo como el otros polo, de  izquierda y él como su líder.
.-* Desde el siglo XIX en Venezuela nunca ha habido una derecha
En Venezuela desde la Independencia y la Federación, nunca se conformó una derecha propiamente. Ni siquiera a mediados del siglo XX cuando, entre Medina y Gallegos, con la UNE y COPEI, se dio el intento más serio. Aunque en varios  momentos ha habido gestos de constituir alguna forma de centro-derecha. Realmente el intento que más ha apuntado en esa dirección, emparentado políticamente con Proyecto Venezuela de Salas; es precisamente Primero Justicia; con un discurso ambiguo; aunque con ejecutorias políticas y posiciones coherentes con  una visión de “centro derecha”. Su desarrollo y proyección político-partidista, electoral, ha sido muy circunstanciado y pragmático y, hasta “populista”.  Pragmáticamente el ”Comando Tricolor” que se formó y apoyó en las primarias de febrero del 2012; en confrontación con el frente  socialdemócrata-puntofijsta;  constitutiva y retóricamente, expresamente se asumía como de ”centro izquierda. Capriles llegó a identificarse en ese proceso de las primarias, como centroizquierdista. Para luego, su discurso electoral fue y desde entonces ha sido, el derechizante, de negar como “superada” la categorización de izquierdas y derechas.
Pero  si la cúpula y sus cuadros de dirección de PJ ciertamente son identificables como de centroderecha; sus bases político-electorales, aunque mayormente de sectores medios-medios, son socio-político-culturalmente, igual o la misma que la de los demás partidos no-chavistas; incluso con igual perfil socioeconómico  que el de buena parte del chavismo. Quiere decir que si la  cúpula de PJ es realmente de centro derecha, sus bases político-electorales, no lo son; no pudiendo serlo, entonces, tampoco  sus políticas y gestión gubernamentales  concretas. Siendo, con alguna excepción, su liderazgo, incluido el de Capriles, básica y determinantemente mediáticos, circunstanciales.
.-* El chavismo y PJ, por la conformación a cuatro manos de “la derecha amarilla”
El chavismo promueve la idea de que confronta a la derecha amarilla, al fascismo amarillo; justificando con ello de paso toda su práctica autoritaria, regresiva; verdaderamente fascistizante. Y aunque en su retórica y gestión concretas, hace deslindes y hasta se muestra interlocutorio y dialogal, con sectores  oposicionistas y no-oficialistas, a los  que diferencia; su política, realmente la única, la real, en función de mantenerse en el Poder; es la confrontación retórica y mediática, permanente, específicamente contra PJ y VP principalmente; y contra personalidades como María Corina Machado. A quienes muestra y ataca,  como si realmente fueran  la conformación básica, dirección y  expresión concreta principal  y determinante de la oposición. El acoso y la permanente admonición  centrados en Mardo y  Capriles, en PJ, en Oscar López, y VP de Leopoldo López; además de en Machado; haría pensar que está atacando al alto mando y al más alto liderazgo de la oposición; que por su parte homogénea y mayoritariamente los tendría como tales. Política chavista a la que, notoriamente  éstos, Capriles, PJ, López, VP, Machado; hacen el juego; actuando, con si realmente ellos  fueran la dirección y el liderazgo nacional histórico, indiscutibles; los llamados, a derrotar al chavismo, sacarlo del Poder; y reconstruir al país.
.-* Sin bases ni perspectiva para una centroderecha en Venezuela
Pero en el antichavismo, incluso en la oposición que se retrata en la MUD, y hasta en la que ésta no deja hacerlo; hay liderazgos con mucho mas pegada y alcance y bases sociales reales; aparte los cuestionamientos que se les pueda hacer, que los de Mardo,  Machado,  Borges, López; que son objeto de una permanente, dudosa, repetitiva y vacía proyección mediática. Incluso el liderazgo de Capriles, básicamente circunstanciado y mediático; en alcance y potencial no es más consistente  que el del gobernador Falcón aunque éste no ha sido candidato nacional. Sin embargo, esos líderes, en su mayoría no promovidos y hasta silenciados mediáticamente, muchos de centroizquierda y de izquierda; bastantes venidos de la izquierda de los 60 y 70, que habiendo pasado por el chavismo, tienen más llegada e impacto en su subjetividad; éste no los tiene en su mira; en tal caso, los toca solo de soslayo.
Al polarizantemente poner en la mira al liderazgo de PJ y VP, acosándolos, sobre todo mediáticamente con el discurso de que enfrenta y le toca es derrotar a la “derecha amarilla”, “a la derecha fascista”; en contra de lo que parece y el discurso, busca es exactamente todo lo contrario: promoverla; darle una dimensión que no tiene. Su verdadero propósito, a-histórico e inviable por lo demás; es ayudar a que se forme hoy en Venezuela, una derecha.                           
.-* Maduro, presidente legitimado incluso por Capriles; estabilizado y manejando la crisis
A cuatro meses cumplidos desde el 14A; lo que entonces sucedió y lo que no; incluso la significación y el alcance  de ambos, en la subjetividad nacional, ya son crónica; son historia. A nadie en Venezuela le dice ya nada que Capriles anuncie que con las decisiones de TSJ en relación a su demanda, ahora se va a la ONU, etcétera. Por “ilegítimo” y “enchufado”; que sea; Maduro hoy es el Presidente de la República. Lo fue desde el principio para la Comunidad Internacional; y con el tiempo ha venido llegando a serlo también, y lo es, para la comunidad nacional. De hecho y hasta de derecho para la misma oposición. Incoherente, y, oportunistamente; ir, sin más y con la mayor promoción de expectativas, a las elecciones del 8D, bajo la misma rectoría y el arbitraje del CNE; que contó los votos trampeados del 14A a partir de los que lo proclamó presidente; es, dígase lo que se diga, admitir la legitimidad de Maduro. Sin ir más allá, y no es un detalle, aceptar su reto para un debate nacional como la oposición ha declarado  aceptándolo; aunque finalmente no se  haya concretado porque arrugó; es reconocerlo como interlocutor legítimo.
Más allá de lo anterior; Maduro y el equipo de gobierno; el ”comando político cívico-militar de la revolución” que gobierna; no han resuelto de fondo ni avanzado realmente en la solución de ninguno de los problemas nacionales estructurales. Ni lo harán; ni siquiera intentarlo es posible sin reorientaciones y cambios bien marcados, radicales; y sobre todo, sin la aceptación expresa de que “el proceso”, no solo terminó; sino que nunca llegó a ser ni tuvo perspectiva de serlo; ni siquiera en vida de Chávez. A quién precisamente, la muerte salvó de vivir su inevitable “entrar en barrena”, siendo él mismo arrastrado con el país al caos inercial en que estamos. A menos de seis meses de su desaparición;  todo el andamiaje montado por él, burocrático y de operación de los instrumentos y recursos de poder; está teniendo que ser totalmente desmantelado;  de entrada por razones de sobrevivencia política de su heredero comando cívico-militar. Hasta su retórica estridente va siendo maldisimuladamente cambiada. Sin embargo y sin expectativa de resolverla, han logrado manejar la crisis nacional; surfearla. A fuerza de expansión del gasto, devaluación, endeudamiento y desnacionalización de la seguridad alimentaria; etcétera; han logrado  ralentizar y contener su dinámica expansiva inmediata hacia el colapso total. Con un cambio radical en cuanto a sus relaciones e interlocución con el sector privado, con “el capitalismo”, con “la derecha”; con “el Imperio” y con los sectores medios de la sociedad. A pesar de las incoherencias y contradicciones entre gestión concreta y retórica; y de lo que algún sector gubernamental partidista “radical” promueve, con respecto a lo que promueve otro, según “conciliador”.
.-*Para unificar el mando a Maduro solo le falta salir de Diosdado Cabello y de Rafael Ramírez
A la muerte de Chávez, la prioridad para las cúpulas chavistas fue lograr alguna coherencia y continuidad del régimen; entonces  sin él; y ser legitimado electoralmente. Logrado ello aunque precariamente y estabilizado el nuevo chavismo; la prioridad, de sus cúpulas, del comando cívico-militar; por encima de todo y a toda costa; aunque parezca diferente, pasó a ser, y hoy es, el control interno del chavismo y del poder. Ya estabilizado en el poder y con un manejo básicamente coherente y eficiente de la crisis; aunque sin perspectivas de resolverla; por encima de cualquier problema nacional; de la confrontación con la mejicanizada e inconsistente oposición; y de cualquier coyuntura internacional; la prioridad absoluta de Maduro y el comando cívico-militar chavista, es resolver la cuestión interna, del chavismo y del gobierno. Prioridad en dos planos interdeterminados; a lo interno, en el del chavismo como movimiento, imponer a la mayoría el reconocimiento de su mando único homogenizado; y en el del gobierno terminar de  someter a los compartimientos de poder que Chávez dejó, civiles y militares, centrales y regionales o sectoriales;  a un solo y  único nivel de decisiones y a una sola política. Logrado como ha, el desplazamiento del gobierno de los principales y permanentes  operadores históricos de Chávez; y el descabezamiento y pase a retiro de la casi totalidad del generalato del 4F. Solo quedan por resolver dos de sus mas útiles operadores, por razones diferentes, mas difíciles que los demás: Rafael Ramírez y Diosdado Cabello.       
.-* Sin motivos reales para la confrontación de fondo con la oposición
Regresando finalmente a los montajes “matrioska” de Cabello y Carreño; y de Maduro; según, contra la corrupción de la “derecha amarilla” Con la “victoria solo medio perfecta” asegurada por el CNE: que ya tiene los cómputos del 8D. El cuadro político actual de relaciones del gobierno de Maduro y su equipo, internas en el chavismo, con el país en general y concretamente con la oposición; muestra que no tiene ni motivo ni razón ni necesidad políticas concretas; ni mucho menos sentido alguno; promover confrontaciones ni conflictos intensos, desestabilizadores; ni con la oposición en general ni con un sector concreto de ella. Ni siquiera con Capriles ni con “la derecha amarilla”, “la derecha fascista”. No son la prioridad. El propósito esencial de esos montajes, aparte de los colaterales hacia lo interno del chavismo, de cada uno, es promover que en Venezuela haya una derecha; para el chavismo ser definitivamente “la izquierda”         
Caracas 24.08.13



    
            

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