14 ago 2015

6D TODO BAJO CONTROL / La polarización perfecta / La despolarización posible

.- Reingeniería electoral / Re-territorialización del fraude.
Con el cese al fuego bilateral entre el madurismo y el 4-febrerismo; pactado a lapso fijo, hasta diciembre; mediado y monitoreado por Lula; la algoritmia de las parlamentarias que estaba trancada en el CNE volvió a correr. Las rectoras fijaron fechas, calendario y secuencia de eventos; y sin soltar prenda concreta, solo como gesto, admitieron que se trabajaba en una re-territorialización de las circunscripciones y circuitos electorales.
Ya movilizados preelectoralmente los dos principales  bloques electorales, el PSUV-GPP y la MUD, y también sus  disidencias; completando sus listas y abierto el lapso de inscripciones con la presentación de candidatos y demás; fue cuando el CNE-SMARTMÁTIC dio a conocer al país, los resultados de la referida re-territorialización; con redefinición de las bases demográficas de estados municipios  circunscripciones y circuitos; reagrupamiento de parroquias;  nuevos cambios en la base numérica electoral por candidato; y hasta aparición de nuevos municpios. Como era previsible y estaba dicho; ahora mucho con más alcance y profundidad; el chavismo volvió a aplicar lo mismo que aplicó en las parlamentarias del 2010, que le dio tan buenos resultados. Igual, sin justificación ni explicación técnica ni jurídica; arbitrariamente; sin ningún tipo de contraloría ni auditoría ni ciudadana ni previa ni posterior; volvió a rehacer el mapa votacional de entonces; igualmente en función de territorializar la administración del fraude; para darle soporte supuestamente técnico-jurídico a unos resultados similares a los que derivaron en la actual Asamblea Nacional; o sea, con menos votación chavista que oposicionista, resultaron, como resultarán nuevamente, más diputados chavistas y menos oposicionistas. Ello, sobre una plataforma territorial básica; ni el único ni el más determinante componente estructural del fraude; pero que es el que lo hace menos visible; en la que el país electoral es dividido en dos grandes áreas: la una, en la que la manipulación técnico-computacional se reduce al mínimo; se invisibiliza al máximo. Y la otra; en la que en diferentes grados según el estado y/o la circunscripción de la que se trate la parte del fraude del quantum de votos a computar; se reparte, según,  y enreda en centenares de circuitos y centros; haciéndolo aparecer como “sin incidencia”.   

PSUV y MUD: tras la polarización perfecta

.- Primarias, una simetría perfecta.
Enmarcadas en el contexto político-institucional actual, las primarias de la MUD y del PSUV fueron sustancialmente iguales en significación y alcances políticos. Aunque diferentes en su concreción cuantitativa; en costos, manipulación mediática, recursos propagandísticos  operativos e infraestructura; etcéteras. Las del oficialismo fueron un derroche de abuso en la utilización de los recursos del   Estado. Las de las oposiciones, restringidas a los aportes de los propios candidatos y de quienes los apoyaban. Pero ambas tuvieron igual propósito. Ambas fueron manipuladas por las cúpulas psuvistas y mudistas, con dos propósitos complementarios; proyectar la imagen de que hubo selección participativa  en las candidaturas; junto a garantizarle a sus burocracias partidistas las posiciones salidoras.
Ambas primarias, conformaron una simetría. No solo en lo ya apuntado; del propósito con que se hicieron y su concreción, etcétera; sino en la respuesta de la gente, en su participación; y el producto resultante. A pesar de las campañas, sobre todo de la oficialista, llamando a votar; la gente, el país, no se dio por enterado. Y los días de votación, los centros electorales estuvieron en general vacíos. La gente, “las bases”; ni de la oposición ni del oficialismo, votaron; sino, en tal caso mínimamente; y en el de éste último según nóminas, bajo presión o movida desde gobernaciones y alcaldías. Lo que obviamente se reflejó en las totalizaciones, en su ocasión; gruesas; dadas por ambos comandos; que, a pesar de la manipulación y la retórica, de ambos, demostraron, no solo la falta de apoyo real que tienen; sino, hasta el rechazo de que son objeto por las mayorías.
Igual a pesar de las huecas retóricas triunfalistas, el resultado de ambas primarias;  con diferencias relativas; fue el de candidatos de las burocracias y cúpulas,  puestas, o  impuestas; no de la gente, ni de las bases. Candidaturas,  la mayoría ficticias, producto  de procesos, según, “participativos”; “unitarios”; realmente entubados; que a contrapelo de la unidad que se pretende vender, muestran la profunda crisis interna en que ambos, chavismos y oposiciones están.