10 abr 2012

LA CARLOTA EN LA CAMPAÑA DE LEDEZMA

.- LA MESA PROFESIONAL Y LA CARLOTA
La MESA PROFESIONAL (MP), ha participado con los vecinos y varias ONG en las movilizaciones para promover la información y el debate ciudadanos sobre La Carlota; denunciando el status de base militar y de Zona de Seguridad, de uso exclusivo, (privado), gubernamental, en que el autoritarismo de Chávez y el cortesanismo de sus profesionales la mantienen; siendo un bien de alta calidad que debe destinarse al uso y disfrute público de todos los caraqueños Hemos sostenido que el punto de partida de cualquier debate y programa serios sobre esos espacios es su desafectación como base militar; que la cuestión de fondo es política, no partidista, ni de oposición y gobierno; sino de poder; de a quién toca decidir sobre qué hacer y cómo con esos espacios que constituyen la reserva urbano ambiental mejor en el Valle de Caracas. Sostenemos que lo técnico-profesional, que un proyecto concreto, de urbanismo arquitectura ingeniería etcétera, se plantea en segundo lugar, luego de la dilucidación de la cuestión de fondo, la cuestión de Poder a partir de su desmilitarización, previa; y que en consecuencia y en función de que sean los ciudadanos, no las burocracias gubernamentales militares o civiles, no los factores de Poder de las instancias o signos políticos que sean, quienes decidan; la primera agenda es la de la promoción de un debate ciudadano dirigido hacia un referendo consultivo. Todo a conciencia de las dificultades que la implementación concreta de tales criterios conllevan.
.-* TAMPOCO A LEDEZMA TOCA REGALARLE UN PARQUE VERDE A LOS CARAQUEÑOS
La idea de concurso para La Carlota implicaba, e implica, pasar a un segundo plano lo determinante de la cuestión, la derogatoria del status de base aérea militar y Zona de Seguridad que la afecta. Inicialmente parecía sin embargo aceptable como un recurso mediático para promover algún grado de debate en la opinión pública; aunque implicaba también dejar de insistir en que la decisión debía ser de los caraqueños, no del poder; dejar de promover el tema como ocasión de una toma de conciencia ciudadana despolarizada amplia mas allá de la binarización gobierno-oposición chavismo-puntofijismo; incluso mas allá hasta del mismo tema de La Carlota en sí; apuntando a la idea de “el derecho a la ciudad”..Hemos insistido en que la prioridad no es que haya un proyecto, que en tal caso ya lo hay, sino que La Carlota sea pulsión de un proceso de toma de conciencia y debate ciudadanos sobre lo público, sobre la soberanía ciudadana sobre lo público
Pero el concurso es promovido convocado y gerenciado por Ledezma, titular y candidato a la reelección a la Alcaldía Metropolitana; o sea que no tratándose ya de una estrategia mediática para el debate; la idea pierde su sentido y aceptabilidad originales. Pues la convocatoria a un “Concurso de Ideas para La Carlota”, pos cierto, no al inicio sino ya terminando su mandato, se concreta y reduce a un tema candidatural a una oferta electoral de la oposición o de un sector de ella, a un punto del programa reeleccionista de Ledesma y de los partidos y grupos que lo apoyan; algunos de los que ya son parte de su gestión.
Si rechazamos que Chávez asumiera “hacerle a los caraqueños el regalo de La Carlota”; y le negamos la facultad. a pesar de su condición de Presidente de la República de disponer autoritaria y arbitrariamente lo que hacer con la ciudad y lo público; en este caso con La Carlota; igual hacemos con la pretensión de Ledesma de que es a él a quién sí corresponde hacerlo.
.-* TAN LEGITIMO O ILEGÍTIMO, BUENO O MEJOR, UNO COMO CUALQUIER OTRO
Junto a lo dicho; la convocatoria por Ledezma, no por la sociedad civil, que realmente no está representada en las 60 y tantas organizaciones que la avalan, de uno nuevo para La Carlota, legitima los proyectos ya conocidos pedidos o mandados a hacer, igual desde el Poder. Hasta hoy se conocen tres, que sumarían cuatro con este último: uno, que se ha identificado como “el de Fruto”, dos, el de “Texne” (FAU/UCV), tres “el de Farruco y sus oficinas; y ahora, un cuatro, “el de Ledezma”. Cuatro proyectos mandados a hacer o asumidos desde algún nivel burocrático de poder por alguien que, interpretablemente al menos en cuanto a su base institucional, se abroga la facultad legal para hacerlo; el primero “de Fruto” ordenado hacer directamente por Chávez en cadena en un “Alo presidente”, el segundo “de Texne” igual ordenado por él e implementado en su ocasión por el viceministro Marcano y/o el ministro Sexto en un notorio “estira-y-encoge”; el tercero “de Farruco” por lo visto ordenado por él mismo a algún arquitecto o equipo de alguna de sus oficinas; y ahora éste último, político-institucionalmente ordenado por él, el “de Ledezma”.
Precisamente la existencia, desde antes, de tres proyectos concretos; técnico-profesionalmente presumiblemente buenos pero en concreto cuestionados todos en su legitimdad; yá, de tres y de cuatro en unos meses; es demostrativa de que la cuestión no es que haya un proyecto; y tampoco de quién lo haga. Pues desde el punto de vista de mejorar la ciudad y de la relación subjetiva conciente entre los ciudadanos y ella, y La Carlota en concreto; el punto de partida no es entonces determinar cual de los tres o cuatro proyectos es mejor; que es a lo que llegaríamos. Sino y en tal caso, previamente, le definición política sobre qué debe ser de ella y de a quién corresponde decidir.
.-* LA CARLOTA NO ES NI DE LA OPOSICION NI DEL GOBIERNO NI DE LOS VECINOS NI DE LOS ARQUITECTOS Y URBANISTAS
Que el proyecto de Ledesma resulte del “Concurso de Ideas” que se convoca, no cambia nada el fondo de la cuestión de que sobre La Carlota desde siempre se decide y pretende seguir decidiendo autoritariamente, con diferencias solo formales o procedimentales, más que nada mediáticas, a espaldas y por encima de la voluntad y participación de la gente; sin debate real. Cuando, La Carlota, como tema como problema y como bien, no es de la oposición, y tampoco de un sector de ella; así como no es del gobierno; no es de Chávez, ni es de los arquitectos y urbanistas; ni siquiera de los vecinos, a pesar del mérito de ASOCHUAO y las otras asociaciones del sur-este que durante años han mantenido la alerta acerca de las pretensiones gubernamentales de convertir sus espacios en mercancía inmobiliaria de privilegios negocios y corruptelas. Y yendo mas allá, esos espacios que deben ser de absoluto uso público, como el Parque del Este o cualquier otro parque urbano; en todo sentido, son o han de ser mas para la gente de La Bombilla y José Fénix Rivas de Petare, de Chapellín y Simón Rodríguez, de Hornos de Cal y El Cementerio, por ejemplos, de Chapellín; que de los residentes de las urbanizaciones mas vecinas cuyas asociaciones mayormente son las que avalan la convocatoria de la Alcaldía Metropolitana; pero que realmente los requieren y usan menos. Por lo que siendo esa la gente, digamos de la ciudad informal, a la que mayormente corresponde determinantemente el derecho a La Carlota, aunque hoy ignorante distante y desentendida del tema; es a ella a quién toca informar motivar convocar y eventualmente contribuir a que se movilice en función de la conquista y el ejercicio de ese derecho. Que no haya vías fáciles ni mecanismos para que ello se dé, no justifica soslayar u obviar que es exactamente de eso de lo que realmente se trata; cuando por lo demás, lo que se plantea como dificultad en este caso concreto, es precisamente lo que igual se plantea en relación al País y la dificultad de ir hacia una salida ciudadana de la crisis en que está.
.-* POR CANCELAR EL CONCURO DE LEDEZMA Y PROMOVER UN REFERENDO
El extremo de lo desacertado y cuestionable de este concurso es la relación evidente, de manipulación, de electoralización que se establece con las votaciones presidenciales de octubre y regionales de diciembre; a mas de constituir un acto preelectoral de Ledesma, al referir sus momentos de concreción, de apertura de ofertas etcétera, para fechas cercanas antes y después del 7 de octubre; implícita pero claramente condicionándolo a la eventual salida de Chávez del poder; lo que significa que si la oposición no gana hay que olvidarse de La Carlota: una manipulación electorera; en otros términos que, y según, quién quiera que La Carlota sea un bien público debe votar por la reelección de Ledesma. .
La Mesa Profesional aparece entre las organizaciones que avalan la convocatoria de la Alcaldía Metropolitana al “Concurso de Ideas” sobre La Carlota; algunos de sus miembros con todo derecho; la promueven. Pero, como se ha expuesto, tratándose en definitiva de un punto en la campaña electoral de Ledesma; convertido en una propuesta de la oposición; dentro de la polarización electoral asumimos la responsabilidad etico-profesional de expresar nuestro desacuerdo y rechazo..
En tal sentido la conclusión a la que coherentemente llegamos y que proponemos, es que la convocatoria al Concurso para La Carlota por Ledesma, es cancelarlo; y que los esfuerzos se re-dirijan hacia un referendo consultivo a los caraqueños.
Caracas Abril 2012