30 sept 2014

Elecciones en el Colegio de Ingenieros de Venezuela, CIV; una partida de "monopolio"



.-* El CIV, diez años sin elecciones
En enero del 2004 fueron las últimas elecciones para directivas, Nacional y seccionales del Colegio de Ingenieros de Venezuela, CIV. Los directivos actuales, todos, lo son desde hace diez años largos; lapso en el cual, legalmente, debían haberse hecho cuatro elecciones. El autoritarismo chavista en el Poder, a través del control electoral que ejerce a discreción mediante el TSJ y el CNE; bloqueó la posibilidad de que se hicieran. El bloqueo a la renovación electoral de las directivas del CIV ha sido parte de una estrategia general chavista de provocar el estancamiento y el deterioro político-operativo de toda estructura que no tenga garantizado controlar partidista-militarmente. Su implementación ha implicado que en centenares de organizaciones sindicales y gremiales; con millones de afiliados; y concretamente en las universidades autónomas, en todas; los procesos de renovación de autoridades y directivas, mediante uno u otro mecanismo de bloqueo, están congelados; no es posible su activación. Lo que conlleva al anquilosamiento y la deslegitimación, de hecho, a la pérdida de toda representatividad; de quienes habiendo sido designados para un período, a gusto o no, están en el cargo ya, doce y hasta más años, cuatro, cinco y hasta más períodos. El caso del CIV, aunque no es propiamente emblemático; es un caso más, ciertamente en cientos; sin embargo presenta la particularidad de constituir el ente gremial individual mayor del país; representativo, al menos nominalmente, de 250 a 280.000 profesionales: en la más amplia diversidad,  varias decenas, de disciplinas de ingeniería, arquitectura, urbanismo, suelos, geología, etcétera; petróleo.

 
.-* Solo las elecciones que el chavismo aprueba. ¿Por qué en el CIV?.
En estos diez  años, mayormente, no ha habido sino las elecciones que el chavismo decidió que hubiera; en los casos en que, impedirlas, bloquearlas, le resultaría demasiado costoso políticamente y/o conflictivo; y/o en los que ha tenido la certeza de garantizarse los resultados. Aunque algunos sindicatos, centrales y federaciones sindicales, incluso de las más importantes, sí han tenido elecciones; siempre condicionadas a que el chavismo controle o ajuste sus resultados; la inmensa mayoría de los sindicatos y asociaciones de trabajadores y empleados existentes, tienen congelada la renovación de sus directivas. En esa situación son mantenidos todos los gremios profesionales, colegios y asociaciones importantes; el CIV incluido, hasta este año. Hasta este año; cuando inesperadamente el chavismo, a través de su aparato electoral, TSJ-CNE que opera a discreción, ejecutando línea, aprobó que se hicieran elecciones en él; diligentemente fijando fecha concreta, primero  para mayo; que revisada, redefinió para el próximo 3 de octubre.
Lo primero que hay que plantearse sobre el cambio en relación al CIV, de la política chavista de congelación de elecciones; es su por qué; cuando en los restantes gremios y asociaciones tal congelación se mantiene; y, particularmente significativo, se mantiene para las universidades autónomas. Y sin que en relación al Colegio, igual que en general, ni en cuanto a la normativa técnico-jurídica que la regula ni en sus circunstancias políticas, gremiales, etcétera; haya habido nada nuevo que explique tal excepcionalidad concreta.
.-* Una negociación entre cúpulas; hacia el 2015 y el 2019.
Tal incongruencia, entre que haya elecciones en el CIV mientras sigue el congelamiento general de las gremiales y académicas; y de la mayoría sindicales; se explica porque su convocatoria fue negociada con el chavismo, principalmente por AD y por COPEI y PJ. Una negociación entre cúpulas, de esas a las que “los politólogos” que satanizan como “antipolítica” cualquier disidencia o cuestionamiento, justifican. Pero que al analizarla, se muestra de bulto como una perversión dentro de la crisis y la  vida nacional actuales; que a su vez conlleva perversiones específicas en relación a aspectos determinantes para los sectores profesionales en general y concretamente de los ingenieros, arquitectos y demás,  a los que, según,  afectaría lo que suceda en el CIV.
Ni a las cúpulas chavistas ni a las puntofijistas-mudistas las movió hacia negociar que se hicieran estas elecciones del CIV, nada que realmente tenga que ver con la vida y los problemas de los ingenieros y arquitectos, urbanistas; ni con el ejercicio de sus profesiones; ni  con los problemas ingenieriles, arquitecturales, urbanista-ambientales del País. Nada que ver con la cuestión gremial, luchas y demás, de la naturaleza que sea; que  desde decenios no se plantean en el CIV; y que sí las hay en otras organizaciones gremiales, bloqueadas electoralmente. El impulso básico de esta negociación, viene de las altas cúpulas chavistas, nacionales; asumido e implementado, por las burocracias gremiales chavistas, atenidas; que aprovechan para volver a candidatearse. Y está dirigido a la creación de las condiciones y matrices de opinión políticas que requieren para las venideras elecciones parlamentarias del 2015. Asumido a su vez, sin el menor rubor ni relativización; ni siquiera pretexto; por las burocracias medias, igual atenidas; puntofijista-mudistas; siempre en expectativa pre-candidatural. Por cierto, no los cerca de 250.000 ingenieros, arquitectos, ambientalistas, que somos,  sin estructura como sector profesional, disperso; pero si el CIV, como cascarón que hoy es; y precisamente por serlo; constituye el escenario ideal para, el chavismo determinantemente; y complementariamente los puntofijismos-mudismos involucrados, montar el show polarizador que ambos buscan; en función de posicionarse pre-electoral e inmediatamente para el 2015; y en perspectiva para el 2019.
.-*Como en el 2010, relegitimar al CNE-SMARTMATIC hacia el 2015 y el 2019
Los chavismos, ya en el postchavismo; como siempre, pero ahora y en perspectiva, más dificultosamente; cifran su continuidad inmediata en el Poder en la legitimación electoral;  garantizada desde hace 12 años por el control, absoluto, que ha mantenido y mantiene sobre todos los componentes del sistema electoral nacional; el CNE, el TSJ, el SAIME, PR. La administración y dosificación del fraude que le garantiza ese sistema; le ha posibilitado garantizarse los resultados necesarios para “ganar” en todos los eventos electorales estratégicos para dicha legitimación. Con las concesiones suficientes, en los eventos no-estratégicos;  para que “el árbitro”, el CNE-SMARTMATIC, aparezca cubierto de la legitimidad y el aval básicos, de forma que los resultados de la administración del fraude en cada evento estratégico, sean, al menos, creíbles y aceptables; por la opinión en general y particularmente por algunas de las oposiciones.
Los resultados de las elecciones parlamentarias del 2010, de los que salió la actual AN; fueron creídos y aceptados; a pesar de las grotescas y fraudulentas manipulaciones de que todo el proceso fue objeto por el chavismo a través del CNE-SMARTMÁTIC. Recuérdese que la oposición  los aceptó y avaló. A partir de lo que el CNE apareció como árbitro confiable, al menos relativamente; que, según, contó bien los votos reconociendo que la oposición fue mayoría.   En dicha coyuntura electoral del 2010, aunque era clave preservar la mayoría de la AN; era igual clave, vital, legitimar el CNE; y que fuera acreditado como confiable por la oposición misma. Tal administración y dosificación del fraude, digamos “barajado”, en esa ocasión apuntó, exitosamente, a presentar un CNE acreditado como un verdadero árbitro para, esas sí estratégicas, las elecciones presidenciales del 2012. Tal legitimación y acreditación como árbitro confiable, en el 2010, fue apuntalada; aunque no estuvo previsto; con la participación integral  del CNE en las elecciones primarias de la oposición en febrero de ese mismo año electoral. Tanto los resultados creíbles de las parlamentarias del 2010 como su involucramiento total en las primarias de la MUD, llevaron al máximo la credibilidad del CNE como el “árbitro” “confiable”; que, ni fue entonces ni había sido nunca ni ha sido luego; ni es ahora; pero que fue avalado y rechazando hasta la rabia cualquier cuestionamiento, nada más y nada menos, que por la misma Presidenta de la  Comisión Electoral de la MUD.
Pues el mandado estuvo hecho en marzo del 2012, para que el CNE-SMARTMATIC, entonces, absolutamente acreditado por la oposición; rueda la libre sin el más mínimo cuestionamiento; montara los algoritmos procesales y  calendarios del fraude continuado sobre el que Chávez pretendió de “la victoria perfecta”; nacional, regional y local; hacia “El Estado Comunal”. Y que arrancó rutilantemente con el fraude in-medido, avalado por la oposición en general y hasta por Capriles; que significó su segunda reelección el 7O de ese año.
Guardando todas las distancias en todas las direcciones; estas sorpresivas, inexplicables, elecciones del CIV, promovidas por los altos chavismos pautadas y regidas por el CNE; apuntan a producir, al menos en parte, el efecto de acreditar nuevamente al “arbitro”; como en el 2010 hacia las presidenciales del 2012; ahora, inmediatamente hacia las parlamentarias del 2015; y más allá, hacia las presidenciales del 2019. De paso, hacia el eventual revocatorio del 2016. Sin que aun esté previsto pero tampoco descartado;  ideal resultaría para los chavismos, particularmente para el madurismo; que en otras eventuales primarias que la oposición se plantee; vuelva a llamarlo para que las programa e implemente.  
.-* Negociar.
Negociar no es en sí perverso; aunque sí lo es cuando unilateralmente se impone desde el Poder o cualquier ventajismo, como única opción concreta; en términos de “tómalo o déjalo”, de “esto es lo que hay”. Lo que genéricamente se llama “negociación”; negación sustancial de todo contenido poético en la relación humana; es la forma, o en parte, como la vida, no solo la humana, intercambiando, logra convivencias, simbiosis y hasta supervivencias. Que no sea, o que sí, perversa, depende básicamente de la calidad de sus motivaciones y activaciones; de las condiciones concretas en que se lleva a cabo; de quién negocia y en nombre de qué; qué se negocia y para qué; y, qué involucra, cómo y en quién incide la negociación de marras.
.-* El 3O en el CIV se votará por el PSUV o por AD-COPEI-PJ
Hacer las elecciones, y cómo, en el CIV, fue y es resultado de negociaciones entre altas cúpulas chavistas y puntofijistas. No de todo el chavismo con toda la oposición; ni de los activismos partidistas sectoriales, mediso, profesional, técnico. Sino de cúpulas nacionales de ambos istmos. Concretamente, de AD, COPEI y PJ; con obviamente, las chavistas. Naturalmente con el apoyo e involucramiento de las burocracias partidistas-gremiales; en este caso de ingenieros y arquitectos en nóminas y registros gubernamentales; atenidos incondicionalmente a  líneas partidistas trazadas nacionalmente. Las decisiones de ponerlos a votar y en qué términos, para nada, fueron tomadas, ni siquiera realmente consultadas con ellos; sino tomadas a nivel de direcciones partidistas nacionales. Y a nombre de los partidos; ni siquiera de sus fracciones sectoriales. De tal forma que el próximo 3 de octubre, en el CIV;  se va a votar no por los  ingenieros, arquitectos, ambientalistas candidateados, adecos, copeyanos, justicieros; o psuvistas, pptistas. Sino por  AD-COPEI-PJ o el PSUV. Digamos, concesivamente, que ese día se va a votar, neto, polarizadamente, entre la oposición y el gobierno.
.-* Un pacto de reconocimiento y legitimación mutuos
Y, ¿qué es lo que se negocia y para qué?. Hemos tratado de hacer saber que hay un propósito del autoritarismo chavista, de eliminación, concreta, del libre ejercicio profesional; no solo de la arquitectura ingeniería etcétera; sino en general de todo ejercicio; sistematizado en dos leyes aprobadas en la AN en primera discusión. Que se prevé en el Plan de la Patria y el Estado Comunal al que éste apunta. Habiendo entre  algunos chavismos  una retórica igualitarista, maoísta-albanesa; que apunta, según a “subvertir”, a “hacer menos elitestas” las estructuras, (¿?), del CIV; a la “expropiación del conocimiento a los profesionales burgueses”; inevitablemente asociada tal retórica a la idea del “urbanismo subversivo”, sustento doctrinario de la GMVV y su implantación.  Pero, como ya se señaló, en la agenda electoral real del CIV; en la real; aparte retóricas; no hay nada que tenga ver con  las concepciones acerca de las profesiones y  los profesionales, de su ejercicio, y el Poder; sobre sus relaciones con los problemas nacionales, sus eventuales soluciones y sus aportes a ellas.
El contenido real de la agenda electoral del gremio, crematísticamente, se concreta en el establecimiento de las bases, previas, de un pacto de reconocimiento, legitimación y convivencia, entre el alto chavismo y el alto puntofijismo; por algunos de sus factores más beligerantes. Pacto de reconocimiento mutuo; nacional, total; mediante el que la oposición reconoce y legitima la hegemonía política chavista y no cuestiona de fondo su control y manejo de los recursos del Poder; particularmente el electoral; a cambio de que el chavismo reconoce  a aquella, como la oposición legítima “respetable”, “seria”; a la que no le discute ni restringe sus espacios políticos y posiciones de poder.
.-* 15% para legitimar el reparto burocrático negociado
En el plano, secundario o colateral, de las estructuras político-gremiales del CIV; se conviene  en que los resultados avalados por el CNE-SAMARTMATIC, signifiquen un reparto creíble y, sobre todo, aceptable por ambas partes; de alguna forma equilibrado; de las posiciones y cargos, nacionales y regionales. Según el modelo de las parlamentarias del 2010. Presidencias y miembros de las directivas nacional y seccionales, de los tribunales disciplinarios; y los representantes a la Asamblea Nacional; se asignarán con una distribución pareja, sin hegemonías marcadas ni superioridades notorias. Diferente a los del 2004 cuando según los resultados, entonces todavía no procesados por el CNE-SMARTMATIC, la plancha no-chavista casi triplicó a la chavista; con una participación inferior al 12%; o sea, con una abstención de más del 88%. Previsiblemente, y a pesar de las “listas Tacón” y la movilización según nóminas, que se implementarán en estas elecciones del 3O próximo, la participación será todavía menor y la abstención mayor. Algo de lo que ambas cúpulas nacionales y los activismos burocrático-partidista gremiales puntofijistas y chavistas; no solamente están conscientes; sino que por lo visto lo asumen como una condicionante favorable a la concreción de su negociación y resultados esperados. A lo que corresponde que “la campaña” es ignorada por la casi totalidad de los votantes; sin que ni siquiera la mínima cantidad enterada, la asuma. A  pesar de lo que las elecciones van. Y sus resultados sobre menos, en tal caso del 15% de los votantes, serán asumidos como base de legítima representatividad,  según el reparto negociado, de los nuevos  directivos en todos los niveles y áreas.    
De unos 250.000 registrados para votar en el 2004 votaron unos 26.000; solo algo más que el 12%. Si ahora, luego de “depurado” por CNE-SMARTMATIC, el padrón electoral, a 235.000 votantes, votaran los mismos 26.000; la participación no llegará a un 15%.
.-* Elecciones con menos que ver con los problemas  reales que una partida de “Monopolio”
Aparte el negocio macro-político, cupular, de  reconocimiento y legitimación mutuos; y el reparto burocrático enmarcado en él; lo concreto que se negocia, que se reparte; es nada. Gremial,  político institucional; y ético-técnicamente; el CIV hoy no es más que gran cascarón de burocracias, nacionales y regionales;  vacío sin contenido ni función ni peso en la vida nacional; ni en la vida de los profesionales que supuestamente agrupa. Ni, menos   en relación a los problemas nacionales ni a la crisis por la que el país traviesa hoy.  Para el país, el CIV, no significa nada. En términos de lo que se supone que son o deberían ser, estas elecciones, como en general la actividad política y gremial que hay en él, no tienen más vinculación con la realidad que una partida de “Monopolio”. Aparte los juegos interanuales, que también lo son; el FONPRECIV, los cafetines y restaurantes, donde los hay, y los cursos que se dictan en sus espacios; no son más que fuentes de ingreso, negocios, de los que no hay un verdadero control gremial. Como de los montos y utilización que se hace de las cuotas de los miembros; sobre los que no hay o se difunden informes. Sabiéndose solo que tales referidos ingresos, pocos, muchos, no se conoce con claridad sus montos; son utilizados para remunerar a los directivos, funcionarios y personal   de todos los niveles. Y costear el precario mantenimiento que se hace a parte de  las instalaciones de  algunas de sus sedes. 
Lo que hoy es el CIV para el país, y para los profesionales que según, agremia; se mide por lo que es para y ante los entes públicos, nacionales, regionales locales; para y ante las universidades y academias. No es nada; no existe. Ni siquiera es nada para las sociedades de ingenieros especializados; ni de arquitectos; que, las que se mantienen y activan en algún grado, aparte de no tener su actividad nada que ver con sus estructuras nacionales  y regionales; mayormente han abierto sus sedes fuera de las del Colegio. Indicativamente, los ingenieros, sobre todo, y los arquitectos y demás que participan regularmente en la confrontación con el autoritarismo porque ejercen en áreas de producción concretas; en una cantidad notable; o se agrupan en sindicatos de profesionales; o militan en sindicatos de trabajadores; sin nada que ver con el CIV.   
.-* Dos opciones inconsistentes
Es indefendible que quienes, por las razones que fuere, han estado 10 y 14 años en las  directivas nacional y seccionales del CIV; apoyados por las cúpulas partidistas que negocian y controlan los mecanismos político-institucionales de implementación electoral; como se dice “sin contarse”; ahora hagan para imponerse y  seguir en ellas. Ni siquiera en el supuesto negado de que hubieran hecho alguna gestión gremial válida; solo reivindicativa aunque fuera, como es en otros gremios, se justificaría; al menos en las condiciones actuales. Tampoco es suficiente ni aceptable, risueñamente levantar la bandera de sacarlos; con la sola credencial de que hay que cambiar el colegio, según,  “deselitizarlo” y acoplarlo a la gestión gubernamental; cuando se es corresponsable y vocero de la política oficial antigremial y antiprofesional que se ha implementado en el marco de autoritarismo fascistizante con el que se identifican los candidatos chavistas; y que en los últimos 10 años ha sido una condicionante de su envilecimiento de toda estructura en que se acumule y active la inteligencia; de las universidades, de los gremios .
.-* La peor década en cien años, para la ingeniería, la arquitectura, el urbanismo; para el país.
Esta década pasada, fue la de mayor deterioro total del país en los últimos cien años; de la profundización de la crisis estructural iniciada en los setenta del siglo pasado, llevada a la dimensión total e inercial actuales. Sin nada que ver con revolución alguna ni construcción de socialismo o modelo alternativo; de “desmotaje del estado burgués” de “anticapitalismo”. Sino activada tal profundización de la crisis mediante el desmantelamiento y perversión sistemáticos,  en todas las dimensiones de la vida nacional; aunque con una retórica pseudorevolucionaria, por un proyecto fascistizante, orientado absolutamente hacia la máximas, concentración del Poder y centralización del control sobre todos los aspectos y a todos los niveles de la vida nacional. Un proyecto autoritario cuya implementación ha avanzado mediante una gestión pública totalitaria; implementada, entre otros, mediante  dos ejes básicos: el ejercicio autoritario del Poder, uno; y el ejercicio cortesano de la profesión, el otro. Siendo, precisamente el gremio de los ingenieros, arquitectos y demás; disperso, sin liderazgo sectorial ni corporativo; el más involucrado en dicho ejercicio profesional cortesano; con dos variantes. La del cortesanismo clientelar activo; de quienes acrítica y acomodaticiamente, aceptan cualquier grado de subcontratación o ser incorporado a cualquier nómina o registro partidista; a la corte de cualquier cúpula chavista; a cambio de ”estar en el proceso”, o sea, “donde hay”. Y, la del cortesanismo  pasivo; de quienes, sin vínculos ni posibilidades concretas con dichas cúpulas; sin embargo se guardan de aparecer en cualquier forma de confrontación real con el autoritarismo en el  Poder; a la expectativa de que en algún momento se le abra alguna posibilidad de subcontratación; de participar en el reparto clientelar de parte de la renta.
.-*Votar por alguna variante de ejercicio cortesano de la profesión.
En estas elecciones las dos opciones planteadas son la expresión viva de ambos cortesanismos, El activo de la plancha 4, chavista; conformada  totalmente, o casi, por funcionarios y activistas-, contratistas del gobierno. Y el pasivo, de la plancha 7, oposicionista; mayormente de quienes han estado en la burocracia gremial, 10, 15 y hasta más años. Los discursos electorales de ambas, igual de inconsistentes e irrespetuosos de la inteligencia del profesional venezolano; tienen en común en no tener referencia alguna a la crisis nacional; del territorio, de la infraestructura, del ejercicio profesional, del gremio Diferenciándose, por razones obvias; la oposición no tiene qué ofrecer; en la  manipulación clientelar del oficialista; de ofrecer empleos, exoneraciones y abaratamientos. Y sin mencionarlo abiertamente, en la idea de la eliminación del CIV como tal; y en concreto,  del libre ejercicio profesional encapsulada en la tesis de la municipalización de los ámbitos, registros y controles gremiales; a los que, en el Estado Comunal, se pretende reducir las opciones concretas de empleo del profesional individual.
.-*Las más grandes perversiones del autoritarismo, no están en la agenda electoral del CIV   
Por razones obvias, siendo o asumiéndose corresponsables activos de ellos; los candidatos oficialistas no se refieren a los aspectos más determinantes de la crisis nacional, de efectos más profundos; y que más afectan directa, masivamente a los ingenieros, arquitectos y demás. A la desprofesionalización de la gestión pública, su militarización y partidización extremas y crecientes; a su extranjerización; a  la paralelización y el desmantelamiento  de los entes técnico-administrativos estadales; a la trasnacionalización de la contratación de obras públicas de todo tipo; al modelo generalizado impuesto de subcontratación por las grandes trasnacionales contratistas, de empresas y profesionales venezolanos, como casi única posibilidad de trabajo y ejercicio. Ni tampoco a la eliminación absoluta de licitación y concurso de proyectos y obras; ni a la contratación de obras cuyo proyecto es hecho por el mismo contratista que la ejecutará.
Por su parte, los candidatos oposicionistas tampoco se refieren a esa macro-temática; central que tendría que ser en cualquier debate, sobre todo electoral, aunque fuera medianamente, sobre la crisis y coyuntura nacionales actuales. Y no se arriesgan, no tanto porque también son  corresponsables, aunque pasivos de esas perversiones. Sino por su estrategia de sobrevivencia; de siempre, y ahora electoral;  de pasar por debajo de la mesa; de no confrontar al Poder, al autoritarismo; de no correr el riesgo de ser excluidos de los repartos clientelares de contratos; y/o de ser  sacados de sus remunerativos nichos burocráticos.
.-* 300.000 millones de dólares contratados a trasnacionales sin contraparte ni control nacionales.
Cierto Las elecciones del 3O del CIV no tienen  que ver con la realidad,  como se dice arriba, más que lo que tendría una partida de “Monopolio”. Y de seguidas se muestra, algo más que “un botón”
En los últimos 10 años ingresaron al país cerca de un millón de millones de dólares, (1.000.000.000.000 $). Aparte o implícitas la corrupción, la ineficacia, la improvisación, etcétera, el clientelismo estéril, con que han sido usados; vale destacar un aspecto al que no se atiende; y que tendría que definir el marco referencial del debate nacional, sobre todo en un evento electoral en el que se pretende meter al mayor gremio y más involucrado en la construcción funcionalidad y operación del país; el de los ingenieros, arquitectos y demás que somos alrededor de 250.000, en decenas de especialización y  de toda calificación y nivel. Parte de ese ingreso  ya habido y parte del futuro, ya comprometido; que algunos estiman en unos 300.000 millones de dólares; están contratados y siendo manejados por trasnacionales sin ningún tipo de contraparte técnico-profesional seria ni contraloría por parte del Estado venezolano. Ferrocarriles y metros, vialidad, puentes, represas hidro-eléctricas; instalaciones petroleras, flotas de super-tanqueros; sistemas satelitales, plantas industriales; equipos navales y aéreos civiles y militares; puertos. Etcétera. Obras de gran magnitud, como ya se mencionó, algunas contratadas hasta sin proyecto; a partir de decisiones autoritarias y motivadas en el clientelismo geopolítico; en cuya toma no se consideró ni fueron determinante los criterios profesionales y técnicos de especialistas  venezolanos. Y cuya ejecución no es objeto ni de seguimiento ni de control, consistentes,  por parte de ningún ente del Estado ni de la sociedad nacional. Obviamente, nada que ver con el gremio y sus elecciones, ni con las universidades ni con las academias.
 Caracas septiembre 2014.-    

No hay comentarios:

Publicar un comentario