10 sept 2014

El "sacudon", ¿solo el parto de los montes de Maduro?

.-*Nada que ver con la crisis nacional.
Las reacciones de opinión ante el anunciado “sacudón” de Maduro, con renuncia y todo de ministros, ha sido pareja; según, “no hubo tal”, “más de lo mismo”, ”otro enroque”, etcétera. Así, la gran mayoría de las críticas. Según, solo algún “simple enroque”, y, sin los anuncios que el país esperaba. Sin que, ni antes ni luego de la cadena sin periodistas del martes 2, estuviera claro qué en concreto se esperaba que en ella hubiera de este gobierno concreto de Maduro y el madurismo. Aunque, las expectativas, digamos, generales, se enmarcaban en que habría alguna respuesta a la crisis nacional; y a algunas cuestiones puntuales, en relación a las que hasta había un cierto consenso; sobre el aumento de la gasolina, particularmente; aunque menos, sobre el control de cambio, de precios; sobre la corrupción. Sin embargo, bien vistas las cosas; y ahora en perspectiva es claro; nada sustentaba dichas expectativas de que se producirían tales anuncios y medidas importantes, de respuesta o intento de que lo fueran, a los grandes, desesperantes, problemas nacionales; a la crisis general profunda en que está el país. Sin entrar en el tema; entre varias, por dos razones básicas: una, porque Maduro y su gobierno no reconocen que hay crisis; más aún, porque aunque le esté estallando en las narices; y aunque en el mismo chavismo y evidentemente en el mismo gobierno, hay consciencia de ella; no pueden permitirse admitir su existencia. Y la otra, porque en caso tal de que la reconociera y de que se dispusiera a manejarla; no están, al menos hoy ni en el futuro previsible estarán, en capacidad mínima, ni tendrán la mínima coherencia, para tener una lectura racional, consistente, de ella; menos para definir una estrategia sistemática racional, acoplada de respuestas; junto a que, en tal caso, no dispondrían de la capacidad política y de ejecución mínimas requerida para implementarlas. Solo dos ejemplos. Todos los venezolanos sabemos, incluidas, obviamente, las cúpulas chavistas; que el control de cambios, su eliminación como actualmente está, es la clave o una de las claves, para destrabar la economía. Pero es intocable; porque las principales mafias cívico-militares chavistas, en el Poder, tienen en él su principal chorro permanente de dólares. Otro ejemplo es el de la gasolina, de su aumento. En cualquier economía sana, digamos, que funcione convencionalmente, que el precio de un litro de gasolina sea un trescientabo, (1/300) del de un refresco de 300 mililitros; es alucinante, ciertamente; y que, según, subsidiarla signifique al año cinco a ochomil millones de dólares. Pero no es alucinante ni irracional que eso sea así, en un país, petrolero, en el que, para decirlo rápido, no se sabe que se hace y, sin ninguna contraloría de ningún tipo, a donde termina yendo más del 50% de la renta petrolera anual; treinta a cuarenta mil millones de dólares. Pues, sin entrar en otras consideraciones; ni sobre la idiotez ideológica que padece buena parte de las cúpulas chavistas, maduristas, del gobierno; ni sobre su vacía retórica oportunista general cotidiana; es obvio que Maduro y su gobierno, incoherentes ambos, más que sin bases concretas, en caída libre; estaba y hoy está absolutamente incapacitado para definir nada ante la crisis nacional. Y obviamente, menos, para anunciarlo en su “sacudón”; por mucha expectativa que él mismo provocara sobre él.

 
.-* Cambiar la premisa: Se trata solo de la lucha interna por el Poder.
En términos incidentales, tienen razón quienes señalan que no pasó nada determinante ni diferente a lo que ha pasado siempre en el chavismo. El enroque y/o la salida de cinco o seis ministros, la ratificación de la mayoría, fusión de algunas carteras, creación de más vicepresidencias; y ya. Como va señalado, sin ningún anuncio concreto importante referido al entramado de los grandes problemas que empujan al país al colapso. Ciertamente en lo formal, fue solo “el parto de los montes de Maduro”. De lo que, sin embargo, por más insuficientes que sean él y la cúpula madurista, seguro que están conscientes. De tal forma que la casi nada reestructuración del gabinete; anunciada una y otra vez; e implementada luego de semanas de renunciado el gabinete; el que sea sin embargo, resultado de decisiones bien procesadas; induce a cambiar la premisa sobre la que se la ha de analizar. Cambiar la premisa de análisis incidental, por la de que los cambios, poquísimos, cuantitativamente insignificantes; responden ciento por ciento al desarrollo de la confrontación interna por el Poder entre las cúpulas chavistas y gubernamentales; a una confrontación interna que es “a cuchillo”, a muerte; y que no para, que sigue; porque está “en pleno desarrollo”. Sobre tal premisa, los casi ningún “enroques”, tan mínimos que formalmente se reducen a simples cambios de despacho de dos ministros; adquieren entonces sus verdaderas dimensión y contenido; muestran su efecto profundo, en lo interno de los chavismos y de las estructuras fácticas de Poder; por cuyo control la lucha interna sigue; y seguirá todavía un rato largo. Y, lo peor, seguirá todavía siendo la única dinámica socio-política determinante en la realidad nacional actual; causa de la parálisis gubernamental absoluta; de su incapacidad absoluta para responder racional, coherentemente a ningún problema; menos todavía a la profundización de la crisis nacional.
  .-*El mismo “círculo de alacranes”, ahora sin Chávez.
El núcleo, el epicento de la crisis nacional, de la dinámica de su fase postchavista actual; que paraliza al gobierno y al país: ha sido y sigue siendo la implacable lucha interna entre los chavismos, por cual y quién se impone como legatario y sucesor de Chávez. Y que, a pesar del montaje del II Congreso del PSUV, nadie entre ellos, y cada vez menos, ha reconocido ni reconoce el liderazgo de Maduro. Pues luego de quince años de autoritarismo y diez de autoritarismo absoluto; siendo su voluntad y resultado de su manipulación del Poder; al morir, en el chavismo no quedó a ningún nivel ni sector ni individual ni colectivamente, ninguna sucesión más o menos definida. Y ese es el núcleo de la crisis interna chavista; atemperada durante el año electoral postmorten 2013; y desatada a partir de febrero último, cuando la derecha endógena chavista echó a andar su golpe contra Maduro; promoviendo el ensangrentamiento del país al impulsar su “ofensiva fulminante antifascista” de Cabello y Ameliach; cuyo objetivo central era ponerlo contra la pared; “en tres y dos”. Las cúpulas chavistas siguen siendo, ahora peores, lo mismo en que se fueron convirtiendo bajo el paraguas de Chávez; y lo que eran al él morir. El mismo “círculo de alacranes” que según Muller Rojas lo rodeaban; y que el G2 y Mario Silva retrataron en su nítida gigantografía del chavismo; según, ya entonces inconclusa; hoy, más todavía. Pues, lo único que ha cambiado desde entonces a hoy, es que Chávez ya no está. Sigue todo igual, peor, ahora desatada la alacranera y con mayor nitidez aún a la del fresco del G2 y Silva, de la perversión que ellos conocen bien porque fueron y son parte de ella. Desde su muerte, nada ha sucedido que los haya cambiado ni mejorado; que los haya hecho más “hermanos” que lo que eran antes.
.-* Maduro tenía menos dimensión y peso políticos que Jaua, Giordani, Ramírez y Cabello
¿Cómo leer en tal marco y sobre tal premisa el “sacudón” de Maduro?. Pues como un evento determinante en su lucha por imponerse a las demás cúpulas chavistas en su línea de ir sacando de las estructuras de Poder a quienes todavía tienen o pueden llegar a tener posibilidades de acumular capacidad para confrontarlo, en el liderazgo y en la representatividad del chavismo. Al morir Chávez entre las romas cúpulas chavistas, todas sin bases sociopolíticas ni liderazgo propios, todas solo tributarias de su poder único; destacaban, aunque sin luz propia, las individualidades que él durante años había puesto y mantenido en posiciones relevantes y de administrar el poder que él les asignaba. Junto a Maduro y con más dimensión política y manejo de poder que él, estaban Jaua, Giordani, Ramírez y Cabello. Además de las FAN, como sector; y dentro de ellas, los 4Febreristas que le siguieron siendo incondicionales y anuentes, y que el convirtió en su último generalato. Vale insistir en destacar, sin entrar en el tema, que entre los cuatro mencionados, precisamente Maduro era quien tenía menos dimensión y manejo propio de poder. De forma que todos se consideraban, y obviamente se consideran aún, con más capacidad y legitimidad para ser el sucesor de Chávez. A pesar de haber sido a él a quién, todavía inexplicablemente, designó testamentariamente.
.-* De cuatro “sacudones” van tres; falta uno.
El “sacudón de los montes” de Maduro; en lo burocrático- administrativo, “más de lo mismo”; en la dinámica del poder interno y la lucha a cuchillo entre las cúpulas chavistas por controlarlo, si fue un sacudón profundo y de alcance largo. Propiamente fue el tercero de los cuatro sacudones que a Maduro y el madurismo tocó venir provocando y, aún, toca terminar; primero, para sobrevivir y luego para lograr imponerse, si no en términos de verdadero liderazgo; si como quién tiene y ejerce, sin relativismo, el poder fáctico; ahora, casi totalmente logrado, en todas sus dimensiones; militar, financiero-económico, político-administrativo. Casi, no totalmente; porque falta terminar de resolver el control concreto de las estructuras político-organizativas, partidistas, cívico-militares, chavistas. En julio del 2013 Maduro produjo un primer “sacudón” al pasar a retiro a todo el generalato 4Febrerista, en el que varios de los “centauros” aspiraban fuertemente al Ministerio; algunos lo daban por descontado; y a la sucesión militar de Chávez. Un segundo “sacudón” lo produjo recién en junio último cuando destituyó a Giordani que por la vía de hecho, pretendía seguir siendo el supremo gurú de la gestión chavista, ahora madurista. Y un tercer “sacudón”; éste último de ahora, de tanto o más alcance político hasta que el de contra el generalato 4F; con el que saca del poder concreto; aparte cualquier relativización, liquidó políticamente, primero y principal, a su gran piedra de tranca en el manejo concreto del Poder; a Ramírez; el super-vicepresidente y superministro, de Chávez durante doce años; y, según, de Fidel; además “de la familia”; que estaba siendo y actuando como el factotum de la economía nacional; notoriamente aparte y por encima de Maduro y del resto del gobierno. Y, hasta en contra; al promover, él, de hecho imponer, sus propias líneas y criterios, por lo visto sin consulta ni consenso, o casi; la convergencia cambiaria, la renegociación de la deuda internacional, la flexibilización de los precios, el aumento de la gasolina, la venta de CITGO. Medidas de gran impacto en la vida, la economía y la política nacionales; todas bien controversiales de muy discutida justificación; sobre todo en los chavismos. Algunas, como la de la gasolina, cuya implementación, de un altísimo costo político que sería él quién cargaría; y que terminarían de carcomer las ya mínimas e inconsistentes bases sociopolíticas de Maduro y su gobierno; hasta arriesgando su permanencia en el Poder; desdibujando su futuro político, abonando a un referendo revocatorio exitoso y obviamente minimizando sus posibilidades de reelección en el 2019.
.-* Ramírez y Jaua, con su “pasteboard” llamados abordar
El objetivo central de este tercer “sacudón” fue sacar a Ramírez de PDVSA con todo lo que eso significa y viabiliza en cuanto a unificación en el manejo del poder por el madurismo. Ponerlo en Cancillería, y en otra vicepresidencia, no aplicándole la de a Giordani; posibilita la especulación de que se trata de un simple enroque, de que no sale completamente ni del gobierno ni de las relaciones internacionales, según, su medio natural en donde seguirá aportando, etcétera. Y también, calculadamente, por carambola, saca a Jaua; aunque no era el objetivo. Pues de quién se daba por seguro la salida era de Arreaza; que sin embargo sigue como vicepresidente. Sacando de esta forma a quién, a pesar de no tener real peso político ni apoyo interno propios en el chavismo; aunque en su momento tenía más que Maduro; al inicio de su enfermedad, fue considerado como el civil más posible sucesor de Chávez. Fue él, Jaua, quién, en el 2011, todavía vicepresidente, el día del Ejército presentó el saludo presidencial a las FAN; y posteriormente como canciller, quien durante muchos meses fungió de su principal vocero a lo largo de su gravedad final en La Habana. Si la degradación de Jaua, como la de Ramírez, no ha sido tan “sin honores” como fue la de Giordani; no deja de ser muestra ostensible, evidentemente a consciencia, de quién, hoy y en perspectiva, ejerce y seguirá ejerciendo el poder y la sucesión de Chávez. Ramírez en una cancillería madurista y una vicepresidencia sin cartera; y Jaua “construyendo las comunas” algo así como hacer castillos de arena en la playa. Con las retóricas y leyendas que sea; su circunstancia es que ambos tienen en la mano su “pasteboard” y están por escuchar el “llamado a abordar”.
  .-* Tres “sacudones” sin reacción chavista
Vale destacar que ni en este tercer ”sacudón” para salir de Ramírez y Jaua; ni en el segundo para salir de Giordani; hubo reacciones importantes y de alcance; ni internas ni externas de los chavismos. Pero que tampoco las hubo en el primero, de julio del 2013, para salir del generalato 4Febreista. Siendo bien significativo que a pesar del agravamiento de la crisis nacional; y de la deschavistización del gobierno de Maduro; y su militarización creciente; a pesar de todo, han pasado dos “5 de Julio”; sin que de lo que parecía ser una FAN chavista se haya producido ni una mínima reacción. Lo que quiere decir; o parece querer decir; o que los chavismos actuales, civiles y militares, y el chavismo de base que hay hoy; ni siquiera situaciones como los “sacudones” los consideran asuntos suyos; o que aunque sí los consideran como propios; no tienen ni voluntad ni capacidad concreta para intentar incidir en ellos. O, más de fondo; que el chavismo, hoy, los chavismos, en el postchavismo en que estamos, ya ni siquiera tiene una dimensión sectorial concreta.
  .-*Hacia el cuarto “sacudón” a Cabello en diciembre.
Que los tres “sacudones” de Maduro no hayan provocado ni la mínima reacción en los chavismos y sus bases debe interpretarse como expresión de la inexistencia de vínculos concretos entre sus cúpulas y esas bases. No hay otra explicación. El cuarto “sacudón” que falta, para sacar a Diosdado Cabello de la dinámica del Poder; sería implementado según el mismo patrón que los anteriores; o sea, una circunstancia o creada al efecto o sobrevenida, sería aprovechada para sacarlo, en este caso, de la presidencia de la AN; pues no es funcionario gubernamental destituible mediante una decisión ejecutiva. Lo que inevitablemente se plantea a fecha cierta; el parlamento inicia sesiones en enero del 2015 con una nueva directiva, un nuevo presidente, designada al efecto. Cabello tiene menos apoyo y bases propias dentro de los chavismos; civiles y militares; que Maduro; y que Ramírez y Jaua. Siendo objeto de un rechazo generalizado de las bases. Ya es claro que su supuesto liderazgo del “ala militar del chavismo”, y de las FAN, era solo leyenda. Y que lo único cierto es que es el rostro principal de los oficiales 4Febreristas que hoy, todavía detentan cargos de gobierno, sobre todo de gobernaciones y alcaldías para los que Chávez, o luego y en su nombre, Maduro mismo, los impusieron a dedo. Casi todo indica que Cabello no repetirá en la presidencia de la AN; que ni siquiera lo intentará; la mayoría de los parlamentarios chavistas lo rechazan; hasta rechaza la posibilidad de que lo suceda alguno identificado con él. De entre las suplencias menos votadas en el congreso del PSUV del 2008, Chávez lo sacó y puso en la vicepresidencia del partido recién constituido. En diciembre del 2011, cuando se daba por descontado que repetía Soto Rojas en la presidencia de la AN, a última hora, lo hizo elegir en su lugar. Y en diciembre del 2013, todavía electoralmente ensordinada la lucha interna chavista; cuando aún se escuchaba por todas partes el “…Patria, Patria querida…”; y, a pesar de todo; porque concretamente todavía nadie cuestionaba abiertamente que, aunque solo por designación, era el segundo del chavismo; hubo el consenso en sus parlamentarios de volver a designarlo a que presidiera para este 2013. Solo y exclusivamente por obra de Chávez, Cabello, de una incapacidad y mediocridad sin relativismos; que fracasó, fue derrotado y dejó una estela de corrupción en todas las posiciones en que lo impuso; apareció durante años investido, por él, como segundo en el liderazgo político-chavista, después suyo. Luego de su muerte y a pesar de todo, y particularmente de su retórica apoyando a Maduro; no ha disimulado su pretensión de ser el primero y verdadero jefe político, cívico-militar del chavismo; el verdadero sucesor de Chávez. Se mantiene en campaña presidencial para la que utiliza todos los recursos de que dispone de la presidencia de la AN y de la vicepresidencia del PSUV. Lanza sus propias líneas e implementa como jefe; en general sin qué ver con las de gobierno; y con frecuencia abiertamente diferentes y opuestas; de saboteo y hasta desestabilización; como fue la subversiva “ofensiva fulminante antifascista”, verdadero desencadenante de la violencia que vivió el país de febrero y marzo. Sin legitimidad ninguna; a pesar de haberse hecho “aclamar” junto a Maduro en el congreso del PSUV en el que no se votó; mucho más allá de ser, luego de Giordani, Ramírez y Jaua, un cuarto escollo en la gestión y perspectivas de estabilización de Maduro; Cabello, identificado internamente como la cabeza de “la derecha endógena” abrogándose la personificación viva del 4F; por su ambición concreta y pretensiones presidenciales; es la cabeza del antimadurismo en los chavismos; su primer enemigo interno. De tal forma que el desenlace de la confrontación interna en este próximo fin de año, de la elección de la nueva directiva parlamentaria; el cuarto “sacudón”; que quede o no, que la controle y maneje o no, será determinante, si no, decisivo, para el desarrollo inmediato y futuro de la gestión madurista; y la posibilidad de que logre alguna gobernabilidad en la crisis nacional.
  .-* Lo que se hizo y lo que no en este tercer “sacudón”.
Tratándose de un solo acto, orientado sin margen a la cuestión del Poder; lo que se hizo y lo que no, son aspectos correlativos de la misma cuestión. De manera que, en relación al control del Poder, que es de lo que se trata; lo que no se hizo, en alcance o sentido, resulta directamente potenciado con respecto a lo que se hizo. Determinante y en concreto, lo que el madurismo hizo con su último “sacudón” fue salir de Ramírez, principalmente; y de paso, de Jaua. Y lo que no hizo, en correlación, potenciadamente determinante y significativo, fue, sacar y sustituir a Rodríguez Torres del Ministerio del Interior y a Meléndez del Ministerio de Defensa. No solo que no los sacó ni los enrocó, como hubiera podido hacer y hasta se esperaba; sino que los volvió a ratificar donde mismo están desde marzo del 2013; luego y a pesar de, los dos “5 de Julio” pasados desde entonces; luego de este tercer “sacudón”; y luego de los varios enroques y reacomodos en año y medio en Miraflores, hechos por Maduro de su equipo de gobierno. Cierto que entre lo que Maduro tampoco hizo ahora, fue sacar a José David Cabello de Industrias, y del SENIAT; pero igual es cierto que, más incomparablemente significativo que eso, fue no haber nombrado Ministro Defensa a Rodríguez Padrino; a quién Diosdado Cabello ha promovido al MD e impuso a la cañona y sin discusión, por encima de la Ministro Meléndez que era a quién en tal caso correspondía, como orador de orden en la AN el 5 de Julio pasado.
  .-*Ahora, además, del cuarto “sacudón” ya hacia las parlamentarias del 2015.
Es ciertamente dramático; y lo mas de fondo de la crisis nacional, total que vivimos; que el país esté paralizado mientras inercialmente va al colapso; porque en el Poder lo único que sucede es la lucha por su control entre las cúpulas chavistas, en general mediocres, pobres y corruptas. Y que en el país eso sea lo único que realmente sucede. Sin embargo, eso es, y en perspectiva seguirá siendo, así; mientras que, como sucede hoy, entre los chavismos no prevalezca alguno que imponga una, la que sea, coherencia básica de gestión. O, mientras no haya un cambio real, estructural, de las relaciones de Poder bicentenarias que hoy tenemos. Que lo único que políticamente real hoy en Venezuela sea esa confrontación entre chavismos; circunstancialmente tiene que ver con la entrada en barrena del chavismo a la muerte de Chávez; con su precipitación al vacío que es el postchavismo en que está; y estamos. Pero también, sobredeterminantemente; primero, con la inexistencia de una opción político-institucional de poder, alternativa real a los chavismos; que no es las oposiciones, MUD y no-MUD, regresivas, puntofijistas en todas sus variantes; ya desde hace rato el país en el postpuntofijismo. Y, segundo, clave, con la inexistencia igual, de un poder ciudadano, de un contrapoder ciudadano, popular si se quiere; con capacidad soberana para confrontarlo e imponer frenos, tiempos, dinámicas y rutas al ejercicio fáctico del Poder. Ahora, vamos hacia el adviento del previsible cuarto “sacudón” de Maduro; el de Cabello y de la derecha endógena; del sector más fascistizante del 4Febrerismo; de los “comacates” gobernadores y alcaldes puestos a dedo. Pudiera ser que, incluso hasta por simple supervivencia el madurismo logre retomar a principios del 2015, alguna coherencia, alguna racionalidad en el manejo del Poder ante la crisis. Mientras tanto, ya en una nueva “partida” electoralizante, hacia las parlamentarias del 2015; en sintonía polarizante con las oposiciones; no habrá aumento de la gasolina; lo que en la circunstancia actual es acertado y justo, por lo demás; ni quizás captahuellas, en tal caso, solo como negocio, ni convergencia cambiaria, ni flexibilización de precios; etcéteras. No habrá “el ajuste”; aunque sí a pulso, de las tarifas de los servicios. Y, tampoco habrá Plan de la Patria, ni en realidad mucho de comunas, ni avances reales, imposibles por lo demás, de “radicalización anticapitalista”, “hacia el socialismo”, etcéteras. Con tal cuadro político-institucional; y la actual dinámica socio-política; luego del cuarto “sacudón” pendiente; y según sus resultados; de no producirse en el país una inflexión, hoy no imprevista; quizás y por lo visto, solo luego de las parlamentarias; será que puedan comenzar a darse impulsos hacia salir de la crisis total en que inercialmente estamos.
Caracas septiembre 2014

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