.-* Cabello y Carreño le juegan posición
adelantada a Maduro
.-* Lo de López no es nada al lado de lo de
Saragay
Ni siquiera Capriles puso su
mano en el fuego; ni se la jugó completo, con Oscar López; aunque era su
Director de Política en la gobernación de Miranda. Lo que hizo fue contratacar;
una defensa, “la mejor”; pero no respuesta de fondo. No es imposible que las
denuncias sobre el desconocido origen de las cantidades que López pagó; y cuyas
facturas mostraron Cabello y Carreño en la AN; tengan soporte. Aunque ellas en
sí mismas no son demostrativas de nada necesariamente delictual. Pero aparte la
verdad de la denuncia, que no tiene que ver con lucha ninguna real contra la
corrupción; sino con su manipulación política; es asquerosa y nada inteligente
su vinculación con aspectos específicos
de la personalidad y la vida privada de López a pesar de que se trate de
un dirigente de PJ. Y de que ello tenga
alguna incidencia en su rol político y en su partido. Pero, ¿Cabello y Carreño
no recuerdan las señalamientos directos de Bernal contra Barreto, siendo éste
alcalde; sobre aspectos, de su vida privada; según, más cuestionables que los
que se le hacen a López?, Ni ¿recuerdan tampoco el escabroso caso, de sexo
oscuro, narcotráfico y asesinato de la
embajadora venezolana en Kenia; del que está inculpado y aún preso en Nairobi, el
primer secretario la embajada, Dwight Saragay diplomático venezolano, chavista?
¿Qué es al lado de este caso; precisamente siendo Maduro canciller; la
promoción de reuniones de gay de que se acusa a López? Sobre el que la AN se ha
negado a investigar. Porque, precisamente, lo más perverso y menos inteligente del sucio montaje de
Cabello y Carreño, con la vergonzosa anuencia de todos los diputados chavistas;
es que la descalificación política que tratan de inducir, de López
directamente; pero concretamente de Capriles y PJ; es que, según, es, o son, gay.
Realmente por eso y no por la que derivaría de la corrupción que indiciarían las facturas mostradas. Cuando, por lo demás,
¿No es declarada y estridentemente gay Ricky Martín, con quién Maduro acababa
de tener, siendo el Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, un
quizás demasiado simpático, intercambio de banderas, sonrisas e invitaciones?.
.-* La emergencia anticorrupción de Maduro
es hacia dentro del chavismo mismo
Pero lo peor es que el sentido
real de la estridente arremetida de Cabello y Carreño no es ir contra Capriles ni llevarlo otra vez
preso; ni sacarlo del juego. Ni sacar del juego a PJ; a la “derecha amarilla”.
Los jefes parlamentarios bolivarianos están, maniobrando dentro de la
estrategia general chavista, es jugándole posición adelantada, precisamente, ¡a
Maduro!. Pues, ¿hacia donde va, realmente, la guerra a muerte de Maduro contra
la corrupción?. Por partes, se irá viendo cada vez más claramente. Pero es notorio
que no es contra la corrupción de la oposición; no centralmente, ni siquiera
significativamente; habida cuenta de la
escala de extrema emergencia nacional en
que la plantea; y la trama política en que se da. Hasta declarar emergencia nacional,
pedir una habilitante y convocar de
urgencia, tercera vez, un Consejo de Estado. Es claro que, aunque se la menciona,
el objetivo no es la corrupción de la que Cabello y Carreño acusan a Capriles y
PJ; aunque por obviedad político-electoral tiene que ser metida dentro del
paquete. La ofensiva anticorrupción de Maduro, por encima de todo, es interna,
contra la corrupción chavista; contra la corrupción cívico-militar bolivariana.
Específicamente contra un sector de ella De entrada, siendo metastásica; es uno de los
factores determinantes de la parálisis y el deterioro generalizados del país; del
fracaso de todas las políticas y planes chavistas Y que él y quienes tiene
detrás, saben, aun cuanto muchos de su
misma gente estén involucrados; que desatada como está, se los tragará en el
corto plazo; que ya se los está tragando. Quiere decir que, en primera
instancia, combatir la corrupción al menos controlarla como hacía Chávez, ciertamente
que es cuestión de sobrevivencia política. Sin embargo, lo verdaderamente determinante:
porque tal emergencia contra la corrupción es el escenario óptimo para liquidar
cualquier posibilidad de insurgencia interna, aunque hoy está en ciernes; contra
su ejercicio actual del poder. Poder recibido de Chávez, en condición de
heredero civil por adopción; pero sin la “legitimidad bolivariana” militar, de
quienes, realmente o según las leyendas, si habrían estado, y, según, si se las habrían jugado con él el 4F.
.-* Cabello “juega posición adelantada”:sabe
que está entre los primeros de cualquier lista
Cabello, como Carreño y todo
el país sabe, que cualquier acto anticorrupción, con el propósito real que sea;
aunque sea dirigido a pulso hacia un sector o área específicos de la corrupción
cívico-militar chavista; para ni siquiera a eliminarla, sino para controlarla; lo
toca; o le llega muy cerca. Como toca a muchos de los altos mandos
cívico-militares chavistas que la manejan a discreción; y hasta a través de
redes casi públicas; como lo mostró la reláfica del G2-Mario Silva; y antes,
las de Aponte Aponte y Velázquez Alvaray. Y, alucinantemente, el más reciente y
actual caso de Bandes. Ante lo que, los
jefes parlamentarios chavistas pican adelante, juegan posición adelantada.
Asumen el radicalismo más exaltado y extremo en la confrontación con “la derecha
amarilla”, “fascista”; aparte de hasta qué punto lo sea; personificada en
Primero Justicia y sus aliados; en Capriles, su
figura principal; y en su entorno más cercano, de su comando político y
la gobernación. ¡Claro!, a los campeones de “la lucha de clases contra la derecha”
que, según, enfrentan a fondo a los agentes del imperialismo, a los enemigos de
la revolución y los magnicidas; a esos gladiadores revolucionarios del
chavismo; someterlos aunque sea investigarlos dentro de la guerra
anticorrupción de Maduro; sería, abiertamente ”hacerle el juego al enemigo”;
caer en su trampa.
.-* Un montaje tan inconsistente; que la
Fiscal se deslindó
Cabello y Carreño, en
contenido y forma, se salieron del marco de una denuncia política consistente
sobre un caso real o manipulado de
corrupción administrativa como tal. Primero, que aparte de no demostrar la
corrupción administrativa en sí; como de alguna forma tendría que ser; que, en
tal caso, sería microscópica en relación a las dimensiones siderales, a las que
llegan las muchísimas corrupciones cívico-militares chavistas. Segundo, que lo
estridente de la denuncia, referida a las reuniones de gay que, según, hacia
López, si ciertamente es una referencia que pone en cuestión la calidad
ético-política de PJ y el entorno de Capriles; ni siquiera dimensionándola como
han pretendido como “tráfico, corrupción, red de prostitución”, etcétera; tiene
el peso político-institucional que han querido darle. Tanto es así, que la
Fiscal Ortega Díaz, evidentemente tomando distancia, deslindándose abiertamente;
aclaró que la Fiscalía no estaba investigando ninguna denuncia administrativa
contra López; y, obviamente, menos, sobre su vida privada.
.-* Cabello el último comacate, para poner
en evidencia a Maduro
Vale considerar que esta
maniobra de “jugarle posición adelantada” a Maduro; Cabello y Carreño la
ejecutan al más alto y estridente decibelato; precisamente para forzar a Maduro
a alinearse con ellos en su supuesta confrontación con “la corrupción y el
fascismo”; es la tercera ocasión en que Diosdado Cabello en concreto y aparte con cual propósito, compulsivamente pone en evidencia y a “brincar
o encaramarse” a Maduro. La tercera, sí. La primera, cuando el supuesto,
imposible, ”emergente”, Yendri Sánchez, lo “…hubiera podido matar…”, en el acto
de su juramentación en la AN. Y la segunda, cuando, a sabiendas de que el
gobierno nacional había sido oficialmente notificado; armó una estridencia pseudorevolucionaria
provocando la crisis diplomática que hubo con el presidente Santos por haber
recibido a Capriles; siendo empujado a radicalizarse ridícula e irresponsablemente,
como Cabello quería. Tómese en cuenta que el único o casi, “comacate” del 4F
que con el gobierno de Maduro, está quedando en pié, con algún poder, cada vez
menos ciertramente; y en salsa ante su “guerra sin cuartel contra la
corrupción”, es, precisamente él: Diosdado Cabello.
.-*Las maniobras “matrioskas” internas
chavistas; una dentro de otra, dentro de otra…
Como las “matrioskas ”. El
juego entre Cabello y Maduro en la dinámica intercontextual entre lo
interno y lo externo chavistas;
está armado como las muñecas rusas: un
montaje dentro de otro montaje, dentro de otro montaje; y así. El Montaje de
Cabello y Carreño contra Capriles en la AN, está dentro del montaje de cubrirse
jugándole posición adelantada a Maduro; cuyo montaje de “lucha a muerte”
anticorrupción; está dentro del de crear el contexto para terminar de sacar
definitivamente del poder los 4-febreristas, Que, digamos, finalmente, está
dentro del montaje de “confrontar la derecha amarilla”’, precisamente para todo
lo contrario de lo que se declara: para
promoverla e inducir su consolidación, como uno de los dos polos políticos
nacionales; y consolidar el chavismo como el otros polo, de izquierda y él como su líder.
.-* Desde el siglo XIX en Venezuela nunca ha habido una
derecha
En Venezuela desde la
Independencia y la Federación, nunca se conformó una derecha propiamente. Ni
siquiera a mediados del siglo XX cuando, entre Medina y Gallegos, con la UNE y
COPEI, se dio el intento más serio. Aunque en varios momentos ha habido gestos de constituir
alguna forma de centro-derecha. Realmente el intento que más ha apuntado en esa
dirección, emparentado políticamente con Proyecto Venezuela de Salas; es precisamente
Primero Justicia; con un discurso ambiguo; aunque con ejecutorias políticas y
posiciones coherentes con una visión de
“centro derecha”. Su desarrollo y proyección político-partidista, electoral, ha
sido muy circunstanciado y pragmático y, hasta “populista”. Pragmáticamente el ”Comando Tricolor” que se
formó y apoyó en las primarias de febrero del 2012; en confrontación con el
frente socialdemócrata-puntofijsta; constitutiva y retóricamente, expresamente se
asumía como de ”centro izquierda. Capriles llegó a identificarse en ese proceso
de las primarias, como centroizquierdista. Para luego, su discurso electoral
fue y desde entonces ha sido, el derechizante, de negar como “superada” la
categorización de izquierdas y derechas.
Pero si la cúpula y sus cuadros de dirección de PJ
ciertamente son identificables como de centroderecha; sus bases
político-electorales, aunque mayormente de sectores medios-medios, son
socio-político-culturalmente, igual o la misma que la de los demás partidos
no-chavistas; incluso con igual perfil socioeconómico que el de buena parte del chavismo. Quiere
decir que si la cúpula de PJ es
realmente de centro derecha, sus bases político-electorales, no lo son; no
pudiendo serlo, entonces, tampoco sus
políticas y gestión gubernamentales
concretas. Siendo, con alguna excepción, su liderazgo, incluido el de
Capriles, básica y determinantemente mediáticos, circunstanciales.
.-* El chavismo y PJ, por la conformación a
cuatro manos de “la derecha amarilla”
El chavismo promueve la idea
de que confronta a la derecha amarilla, al fascismo amarillo; justificando con
ello de paso toda su práctica autoritaria, regresiva; verdaderamente
fascistizante. Y aunque en su retórica y gestión concretas, hace deslindes y hasta
se muestra interlocutorio y dialogal, con sectores oposicionistas y no-oficialistas, a los que diferencia; su política, realmente la
única, la real, en función de mantenerse en el Poder; es la confrontación
retórica y mediática, permanente, específicamente contra PJ y VP principalmente;
y contra personalidades como María Corina Machado. A quienes muestra y ataca, como si realmente fueran la conformación básica, dirección y expresión concreta principal y determinante de la oposición. El acoso y la
permanente admonición centrados en Mardo
y Capriles, en PJ, en Oscar López, y VP
de Leopoldo López; además de en Machado; haría pensar que está atacando al alto
mando y al más alto liderazgo de la oposición; que por su parte homogénea y
mayoritariamente los tendría como tales. Política chavista a la que,
notoriamente éstos, Capriles, PJ, López,
VP, Machado; hacen el juego; actuando, con si realmente ellos fueran la dirección y el liderazgo nacional
histórico, indiscutibles; los llamados, a derrotar al chavismo, sacarlo del
Poder; y reconstruir al país.
.-* Sin bases ni perspectiva para una
centroderecha en Venezuela
Pero en el antichavismo,
incluso en la oposición que se retrata en la MUD, y hasta en la que ésta no deja
hacerlo; hay liderazgos con mucho mas pegada y alcance y bases sociales reales;
aparte los cuestionamientos que se les pueda hacer, que los de Mardo, Machado, Borges, López; que son objeto de una
permanente, dudosa, repetitiva y vacía proyección mediática. Incluso el
liderazgo de Capriles, básicamente circunstanciado y mediático; en alcance y potencial
no es más consistente que el del
gobernador Falcón aunque éste no ha sido candidato nacional. Sin embargo, esos
líderes, en su mayoría no promovidos y hasta silenciados mediáticamente, muchos
de centroizquierda y de izquierda; bastantes venidos de la izquierda de los 60
y 70, que habiendo pasado por el chavismo, tienen más llegada e impacto en su
subjetividad; éste no los tiene en su mira; en tal caso, los toca solo de
soslayo.
Al polarizantemente poner en
la mira al liderazgo de PJ y VP, acosándolos, sobre todo mediáticamente con el
discurso de que enfrenta y le toca es derrotar a la “derecha amarilla”, “a la
derecha fascista”; en contra de lo que parece y el discurso, busca es
exactamente todo lo contrario: promoverla; darle una dimensión que no tiene. Su
verdadero propósito, a-histórico e inviable por lo demás; es ayudar a que se
forme hoy en Venezuela, una derecha.
.-* Maduro, presidente legitimado incluso
por Capriles; estabilizado y manejando la crisis
A cuatro meses cumplidos desde
el 14A; lo que entonces sucedió y lo que no; incluso la significación y el
alcance de ambos, en la subjetividad
nacional, ya son crónica; son historia. A nadie en Venezuela le dice ya nada
que Capriles anuncie que con las decisiones de TSJ en relación a su demanda,
ahora se va a la ONU, etcétera. Por “ilegítimo” y “enchufado”; que sea; Maduro hoy
es el Presidente de la República. Lo fue desde el principio para la Comunidad
Internacional; y con el tiempo ha venido llegando a serlo también, y lo es,
para la comunidad nacional. De hecho y hasta de derecho para la misma
oposición. Incoherente, y, oportunistamente; ir, sin más y con la mayor promoción
de expectativas, a las elecciones del 8D, bajo la misma rectoría y el arbitraje
del CNE; que contó los votos trampeados del 14A a partir de los que lo proclamó
presidente; es, dígase lo que se diga, admitir la legitimidad de Maduro. Sin ir
más allá, y no es un detalle, aceptar su reto para un debate nacional como la
oposición ha declarado aceptándolo;
aunque finalmente no se haya concretado
porque arrugó; es reconocerlo como interlocutor legítimo.
Más allá de lo anterior;
Maduro y el equipo de gobierno; el ”comando político cívico-militar de la
revolución” que gobierna; no han resuelto de fondo ni avanzado realmente en la
solución de ninguno de los problemas nacionales estructurales. Ni lo harán; ni
siquiera intentarlo es posible sin reorientaciones y cambios bien marcados,
radicales; y sobre todo, sin la aceptación expresa de que “el proceso”, no solo
terminó; sino que nunca llegó a ser ni tuvo perspectiva de serlo; ni siquiera
en vida de Chávez. A quién precisamente, la muerte salvó de vivir su inevitable
“entrar en barrena”, siendo él mismo arrastrado con el país al caos inercial en
que estamos. A menos de seis meses de su desaparición; todo el andamiaje montado por él, burocrático
y de operación de los instrumentos y recursos de poder; está teniendo que ser totalmente
desmantelado; de entrada por razones de sobrevivencia
política de su heredero comando cívico-militar. Hasta su retórica estridente va
siendo maldisimuladamente cambiada. Sin embargo y sin expectativa de
resolverla, han logrado manejar la crisis nacional; surfearla. A fuerza de
expansión del gasto, devaluación, endeudamiento y desnacionalización de la
seguridad alimentaria; etcétera; han logrado ralentizar y contener su dinámica expansiva
inmediata hacia el colapso total. Con un cambio radical en cuanto a sus
relaciones e interlocución con el sector privado, con “el capitalismo”, con “la
derecha”; con “el Imperio” y con los sectores medios de la sociedad. A pesar de
las incoherencias y contradicciones entre gestión concreta y retórica; y de lo
que algún sector gubernamental partidista “radical” promueve, con respecto a lo
que promueve otro, según “conciliador”.
.-*Para unificar el mando a Maduro solo le
falta salir de Diosdado Cabello y de Rafael Ramírez
A la muerte de Chávez, la
prioridad para las cúpulas chavistas fue lograr alguna coherencia y continuidad
del régimen; entonces sin él; y ser
legitimado electoralmente. Logrado ello aunque precariamente y estabilizado el
nuevo chavismo; la prioridad, de sus cúpulas, del comando cívico-militar; por
encima de todo y a toda costa; aunque parezca diferente, pasó a ser, y hoy es,
el control interno del chavismo y del poder. Ya estabilizado en el poder y con
un manejo básicamente coherente y eficiente de la crisis; aunque sin
perspectivas de resolverla; por encima de cualquier problema nacional; de la
confrontación con la mejicanizada e inconsistente oposición; y de cualquier
coyuntura internacional; la prioridad absoluta de Maduro y el comando
cívico-militar chavista, es resolver la cuestión interna, del chavismo y del
gobierno. Prioridad en dos planos interdeterminados; a lo interno, en el del
chavismo como movimiento, imponer a la mayoría el reconocimiento de su mando
único homogenizado; y en el del gobierno terminar de someter a los compartimientos de poder que
Chávez dejó, civiles y militares, centrales y regionales o sectoriales; a un solo y
único nivel de decisiones y a una sola política. Logrado como ha, el
desplazamiento del gobierno de los principales y permanentes operadores históricos de Chávez; y el
descabezamiento y pase a retiro de la casi totalidad del generalato del 4F.
Solo quedan por resolver dos de sus mas útiles operadores, por razones
diferentes, mas difíciles que los demás: Rafael Ramírez y Diosdado
Cabello.
.-* Sin motivos reales para la
confrontación de fondo con la oposición
Regresando finalmente a los
montajes “matrioska” de Cabello y Carreño; y de Maduro; según, contra la
corrupción de la “derecha amarilla” Con la “victoria solo medio perfecta”
asegurada por el CNE: que ya tiene los cómputos del 8D. El cuadro político actual
de relaciones del gobierno de Maduro y su equipo, internas en el chavismo, con
el país en general y concretamente con la oposición; muestra que no tiene ni
motivo ni razón ni necesidad políticas concretas; ni mucho menos sentido
alguno; promover confrontaciones ni conflictos intensos, desestabilizadores; ni
con la oposición en general ni con un sector concreto de ella. Ni siquiera con
Capriles ni con “la derecha amarilla”, “la derecha fascista”. No son la
prioridad. El propósito esencial de esos montajes, aparte de los colaterales
hacia lo interno del chavismo, de cada uno, es promover que en Venezuela haya
una derecha; para el chavismo ser definitivamente “la izquierda”
Caracas 24.08.13