23 may 2013

EL G2, MARIO SILVA Y LA ALACRANERA CHAVISTA



.-*Silva la voz de Chávez; el Aponte Aponte de los medios
Después de Chávez, Mario Silva ha sido el vocero, más que oficioso y el rostro mediático del chavismo; la otra voz del propio Chávez. Éste mismo decía que veía siempre “La Hojilla”; telefónicamente con frecuencia participaba en ella; y muchas veces la usó para anunciar decisiones importantes; “tubazos”. “La Hojilla” era Chávez y Mario Silva su operador; el Aponte a Aponte de los medios.
Lo que llegó a ser Silva en los medios y la política fue absolutamente por Chávez; su capacidad y calidad reales, posibilitadas por el ventajismo y de garantizada inescupulosidad; cínicamente ejercidas noche a noche; se muestran nítidamente en la grabación misma. Disponía y manejaba la información obtenida, procesada y elaborada por el G2 del que era su principal difusor. Como Aponte Aponte, era detestado y despreciado dentro del mismo chavismo; y estaba en la mira hasta de los de su misma calaña de la cúpula chavista; de la “alacranera” a la que Muller Rojas se refería sobre el entorno, o, los entornos, de Chávez. De sus siempre muy seleccionados enrocados y vueltos a enrocar entornos; siempre mayormente conformados de miserables y resentidos, de corruptos incondicionales, que él manipulaba mejor mientras más lo fueran, dispuestos a todo para ser tolerados y mantenidos por él en el Poder.
.-* La cúpula chavista ante “los chismes y opiniones personales de Mario”
Sin necesidad de “las pruebas” que cínicamente, como siempre desde la corrupción del poder, que es quién las tiene, el chavismo reta a que se presenten; el fresco  que Silva hace de la cúpula chavista, del “chavismo sin Chávez”; que cualitativamente es el mismo chavismo con Chávez; es su realidad. Es el cuadro vivo, el retrato en familia, en tiempo real, de la cúpula chavista; de siempre; y actual, luego de su muerte. Es la alacranera cívico-militar, descrita por Muller, en la que él se montó siempre.  Nada nuevo ni diferente. Alacranera de  la que, precisamente, él, Silva, era y hasta hoy fue uno de las sus ejemplares más notables. Por lo que, explicablemente, sin siquiera disimular, lo avala; refiriéndose al mismo, hasta ufanándose, como a  ”un muy buen montaje de la CIA y el MOSAD”; pero sin negar, ni su existencia ni la veracidad de su contenido; ni que él fuera quién, en tal caso, proporcionó o aprobó proporcionarle a esas agencias de inteligencia, los componentes de tal supuesto “montaje”. Hasta  twitear que “no tiene nada de que disculparse con nadie”. Como igual lo corroboran las reacciones iniciales, espontáneas, no oficiales, chavistas; de Carreño al calificar la grabación de “chismes y opiniones personales de Mario”; de Valera igual. Del mismo Cabello que para negar el debate sobre la grabación de Silva y Palacios, dijo que “en la AN no se trataba sobre  chismes sino sobre pruebas”. Por cierto, de “un chisme”, por definición y coloquialmente, su contenido es cierto; no es falso sino, impertinente y/o malintencionada su difusión;  diferente a lo que sería un “falso testimonio” o una “caluminia”. La conciencia de la cúpula chavista, de la realidad de la grabación de Silva y Palacios; y de la veracidad de su contenido es tal, que notoriamente ha asumido no tocarlo para nada; con la clásica “muerte del mensajero”; que se expresa en la repetitiva retórica de Maduro, torpemente indicativa por lo demás, al descalificar ¡a Ismael García! como “traidor, etcétera”; pero sin referirse en concreto ni a la grabación ni a su contenido. Ni a cómo le llegó a García.
.-* La grabación no es de Mario Silva sino del G2
Obviamente la grabación no fue de Mario Silva; convenida diseñada y hecha con él, sí: pero fue del G2; y del alto mando cubano; que con Palacios como escucha, queda a consciencia y voluntariamente, en el primer plano. Quizás, a sugerencia o propuesta suyas, de Silva, pero decidida en Cuba. Una grabación sin el sentido que se pretendió darle; de su “informe” a La Habana, según, sobre el cuadro actual y la coyuntura de la cúpula chavista. Siendo Silva un agente y operador del G2; sí, su principal operador mediático; pero que lo que hacía era manejar programada y pautadamente la información de inteligencia y contrainteligencia cubano-chavista de ese cuerpo y que la proporcionaba; en ese acto de grabar, como siempre, no  estaba “informando al G2”, que es el dueño de la información. Con el control de todo el sistema nacional de comunicaciones; contenido de esa grabación, todo, lo manejan sobradamente los cubanos, más que ningún venezolano; incluido Silva. Y en vida, más que Chávez mismo. Aramís Palacios es o era el jefe cubano  de inteligencia y contrainteligencia de la Presidencia.
Los cubanos habrían decidido hacerla montarla y sacarla; notoriamente, para poner en evidencia a toda, o prácticamente a toda, la cúpula chavista en su cuadro terminal actual. Porque  ya no cuentan con ella; o, porque  en perspectiva, asumen que ya no van  a poder  seguir contando con ella, como era con Chávez. O porque asumen como política no seguir contando igual; ir tomando distancia; des-involucrase progresivamente del chavismo actual, fragmantario y residual; cada vez mas insuficiente; del  que en perspectiva, ya en el post-chavismo, no les cabe esperar sino cada vez menos; y con costos políticos crecientes  Hacen y hacen difundir su grabación del G2; a pesar; o precisamente; y luego, de la  visita de Maduro a Cuba y de la renovación de las decenas de milmillonarios dolarizados convenios que se firmaron en  ella.”O precisamente; luego de  su visita…”; digo. Pues no puede haber sido casualidad, que la grabación de Silva y Palacios, según, hecha recién el 14A, sea ahora, ya ratificados dichos tratados, cuando “llega” alas  manos de la oposición y es difundida.
.-* Como en la de Aponte Aponte, en la grabación del G2 nadie se salva
Porque no hubiera resultado creíble hacerlo diferente, o porque se asumió así, en la grabación de Silva y Palacios, como fue en las de Aponte Aponte, de Antonini, de Velázquez Alvaray;  no se salva nadie; ni siquiera ellos; ni Silva ni el cubano. Ni siquiera se salvan quienes son puestos  entre ”los buenos”; que se pretende defender y presentar como los legítimos continuadores de “la revolución”;  de la obra de Chávez. Muy probablemente el formato se mantenga, cuando, quizás dentro de poco, algún ex-fiscal y/o algunas ex-presidentas, ya excluidas de la cúpula; concluyan y actúen en consecuencia, que es su momento  de echar para afuera todo, de  lo que no, según, no habrían sido ni los únicos ni los principales responsables y autores; y hagan como Silva su panorámico aporte a “salvar la revolución”.
Al adoptar  la forma de un supuesto informe interno, a la superioridad de la inteligencia y la jefatura cubana; confidencial; Silva, ni Palacios, aparecen como  atacando al chavismo, a la revolución; ni a Maduro. Según, al contrario, estaría es defendiéndolos; salvándolos o advirtiéndolos de sus enemigos internos; de “traidores y corruptos” infiltrados;, sacrificándose y corriendo riesgos, en función de su continuidad. Desde el punto de vista personal y político; la salida o sacada de Silva, a pesar de su altísimo protagonismo con Chávez vivo, podía haber sido menos estridente y desbastadora ; como ha sido en otros casos. De tal forma que sin otra explicación posible; los cubanos, redefiniendo sus relaciones con Venezuela; ya conscientes de su carencia de futuro, habrían optado, mediante la bomba de profundidad que ha sido la grabación del G2,  por aplanar, por emparejar al chavismo; de manera que ninguno de sus sectores, particularmente los anti o no pro-cubanos en ascenso y cada vez mas abiertos; tenga   superioridad  ni actual ni en perspectiva cercana, sobre los demás.
.-* Cuidando de evidenciar que era con el G2 de aquí
Siendo innecesaria; porque Silva no informaba a Palacios nada que él no manejara; la grabación fue hecha de forma de hacer notoria que era al G2 a quién estaba “informando”. Las interrupciones, aparte poderse evitar con solo parar el equipo de grabado; registraban fragmentos de la conversación del cubano con algún tercero; que, si bien no dicen nada del tema que trataba, sí muestran que se hizo fue aquí y en alguna sede del alto gobierno; concretamente de Fuerte Tiuna.      
Inimaginable, que el G2, por muchas deficiencias que a estas alturas tenga; haya caído, haya pifiado, en grabar una reunión de una conversación y un informe secretos, en los que aparece involucrado; permitiendo que el informante hiciera su propia grabación. Y, además,  que se la llevara con la posibilidad de disponer a discreción de ella; a sus espaldas. La grabación la hicieron ellos y quedó en poder de los cubanos; que, o fueron quienes la sacaron; o quienes se la dieron a Silva para que él la hiciera llegar a la oposición. Que, a todas luces, habría sido lo que pasó realmente. Con el impacto esperado; y que tuvo y está teniendo su difusión.
.-* La alacranera chavista actual, sin Chávez, ya no le sirve a los cubanos
El fresco, gran formato, que pinta la grabación, cubano-venezolana de Silva y Palacios; es  el paneo en vivo y tiempo real de la cúpula cívico-militar chavista. Y no de la que habría sido su  deriva luego de la muerte de Chávez. No. Esa de hoy, o igual, fue la que él armó siempre; y que quedó al no estar más; una verdadera red de mafias. El “pozo de alacranes” como Muller Rojas lo llamó. Especialmente a partir del 2004, la cúpula chavista fue eso; lo que él armó de manera de que no hubiera ninguna posibilidad de acumulación, parcial, personal, local, de Poder; ni de concertación ni de enlaces horizontales de factores, fuera de su control absoluto, vertical, radial. Esa alacranera suelta desatada, exacerbada, sin Chávez ni nadie que en su lugar, la maneje; ya no le sirve al régimen cubano.       
Caracas 22.05.13
      

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