26 feb 2013

POSTCHAVISMO-POSTPUNTOFIJISMO \ Parte II





.-* LA SITUACION DEL PAIS EN UN PUNTO MUERTO
Luego de varios años de inercia negativa, la dinámica político-institucional del país, hoy llegó a un punto muerto. Ninguno de sus factores de poder determinantes está en capacidad de impulsar ninguna activación de alcance en el cuadro de posiciones y relaciones paralizadas mapeadas a partir de la ausencia y disposiciones últimas de Chávez el 08.D antes de su última ida a La Habana. Por el lado gubernamental no hay sino una  mínima gimnasia burocrática tratando de mantener y mover básicamente  la gestión o de hacer ver como si se mueve. Por el otro, de la oposición, hay solo el mismo ritornelo mediático sobre los problemas nacionales y la gobernabilidad; ahora sobre el vacío de poder; el toma-y-dame de las mismas denuncias sobre los derechos humanos, etcétera; sobre la inconstitucionalidad del manejo chavista-cubano de la ida de Chávez, la desinformación sobre su salud, etcétera; sobre la seguridad y las misiones. Mientras el país sigue en la inercia de deterioro imparable, de decenios; desde quince años atrás, mas marcada con el chavismo. En ese estancamiento aparte de no suceder nada nuevo; de no provocar reacción alguna a escala; no hay nada que se parezca a alguna forma de diálogo; ni al intento de alguna forma de consenso. que, según, sería el desideratum de la coyuntura Los integrantes del “equipo político” recién designado en La Habana, compiten en agresividad e intransigencia en todo. En el cuadro nacional actual ningún consenso real es posible; ni dentro del chavismo, ni dentro de la oposición; ni, menos, entre ambos. Entre gobierno y oposición, salvo en aspectos muy críticos específicamente económicos, como el desabastecimiento y el manejo de las divisas, no hay interlocución posible; no hay intermediación. No puede haberla. Solo hay la polarización mediática de la que ambos viven.
Sin nada que ver con teorías principios ni doctrinas; ni con verdaderos “modelos” ni “proyectos”; sino con su sustancia mesiánica autoritaria, y militarizante, para el “proyecto” de Chávez, el consenso, el diálogo, son mortales; su negación absoluta. La sobrevivencia del chavismo se cifra en su radicalismo retórico, en la intransigencia y la polarización mediáticas. En la in-estructura que es el chavismo, el único aglomerante es las relaciones, hoy ya mayormente pragmáticas y crematísticas, directas con Chávez, las relaciones  radiales, drectas con él, de las decenas y centenas de individualidades grupos y mafias que lo constituyen; que existen y sobreviven  precisamente por mantenerse en “el proceso”.Cuando por lo demás, en el amplio e incoherente diapasón chavista de posiciones políticas e ideológicas; de dogmatismos primitivismos oportunismo y clientelismo; hay mas distancias y contradicciones reales, “internas”, que entre la mayoría de ellos y la mayoría de los grupos partidos y mafias de oposición. Sin embargo, nunca, y ahora menos, en el chavismo nadie se atrevió, ni se atreve, ni siquiera a insinuar dialogar ni menos, que se busque algún consenso en relación a nada  con “el enemigo” con “la derecha”,”internos”, como califican a todo quién  no esté con Chávez..
Pero en la oposición, que igual sobrevive por la polarización; además de la incapacidad en que estaría de concretarlo; y de la conflictividad interna que exacerbaría, ya crónica, tampoco es posible ningún consenso real interno para ir a un consenso con el chavismo, con el gobierno. Ni en las regiones en las que ganaba si el CNE hubiera contado solo los votos verdadero, salvo quizás en el Zulia Lara y Amazonas, en la oposición nadie tiene un consistente soporte sociopolítico real; su base electoral es determinantemente mediática; también clientelar. Por eso en ella, con razón por lo demás, casi nadie reconoce a nadie realmente; sus acuerdos son exclusivamente circunstanciales; casi absolutamente, electorales y clientelares, solo candidaturales  En ninguna instancia “unitaria“ de la oposición hay verdadero diálogo. No hay tal unidad Allí solo hay negocios partidistas-financieros para armar combinaciones de franquicias candidaturales. Imposible que  haya debate real, por ende, alguna forma de consenso significactivo; Aún sin la implosión que previa a las elecciones locales, ya se activa;  la retórica vacía a la que fue reducida la unidad para el 07.O y el 16.D por la manipulación sectaria de los comandos electorales mostraron y muestran, lo que es real y mayormente la oposición: con excepciones, política y éticamente, pragmática, nada mejor ni diferente al chavismo; además de sin casi ninguna capacidad real de incidir en el curso y resultados de las situaciones cotidianas de los venezolanos; ni siquiera donde ha gobernado. Menos aún en función de ir hacia una salida a la crisis nacional actual. Si el único aglomerante del chavismo es Chávez; igual estar contra él, es el único aglomerante de la oposición.
.-* DIALOGO, CONSENSO, ¿ENTRE QUIENES?
En la hipótesis de que fuera posible algún consenso entre chavismo y  oposición; difícil hasta imaginarlo, pero en llegándose a dar, no resolvería tampoco nada de fondo. Aparte o mas allá de lo aparentemente obvio, ¿consenso, entre quienes sobre que, para qué, y como se concretaría?
Para el chavismo, la oposición es puntofijismo capitalismo y neoliberalismo; es regresión; lo que es básicamente cierto. Para la oposición, coincidiendo con lo que él mismo, pretende hacer ver, el chavismo es revolución socialismo y comunismo, lo que es básicamente falso; aparte de que es también regresión. Entre ambos, mas allá de las retóricas opuestas, y del atrabiliarismo chavista, las diferencias reales, concretas, política e ideológicas, no son muy mayores que las que, por ejemplo, existen entre republicanos y demócratas en los EEUU, o, entre el PP y el PSOE españoles, o entre los socialistas y los gaullistas en Francia. Pero, las retóricas y los manejos mediáticos de ambos se montan sobre una supuesta confrontación, supuestamente irreconciliable, según, “entre dos modelos”, pretendidamente distintos, de régimen político, económico y hasta societario. Sin entrar en el tema, ambos, chavismo y puntofijismo, son variantes despóticas, autoritarias; son dos minorías que soportan sus prácticas y expectativas de ejercicio del poder sobre relaciones de representatividad perversas, manipuladas, mediáticas; dentro del mismo capitalismo global y nacional; con variantes solo en la orientación del manejo de la renta petrolera según el clientelismo de uno o de otro, y diferencias solo de estilo en las retóricas y en el grado de atrabiliarismo. Se trata de dos minorías que simbiotizadamente viven de la polarización político-institucional inducida de consuno mediáticamente. De tal forma que el diálogo, el consenso,despolarizantes, les son imposibles, sería su liquidación, la negación; de ambos.
-*ELECCIONES LOCALES:TERCERA FASE DE LA VICTORIA PERFECTA
Hechas las nacionales del 07.O y las regionales del 16.D, del calendario original chavista para la “victoria perfecta”, faltan las elecciones locales, para alcaldes y concejales; para las que el CNE, esperando instrucciones precisas, solo recién finalizando Enero es que terminó por fijar fecha; además de volver a rediseñar, a la cartilla del chavismo, las circunscripciones electorales. Antes de ellas, antes de Julio, y bajo la presión de hacerlas antes de un mayor deterioro o de un desenlace definitivo del estado de Chávez,  es posible, que se hagan nuevas elecciones presidenciales. Obviamente, tanto las unas como las otras, las locales, igual que en octubre y diciembre, y como las nuevas presidenciales serán implementadas en función de la “victoria perfecta”, aunque sin Chávez, o con él solo asomado mediáticamente; por el sistema montado al efecto de garantizar la reelección indefinida, SAIME-CNE-TSJ-PR. Quiere decir que igual que en las del 07.O y del 16.D, los resultados ya están cantados. Pero más aún en éstas que en las anteriores; los resultados cantados de antemano tendrán que garantizarlos smartmáticamente, como siempre y a como dé lugar el CNE; pues previsiblemente serán los últimos “triunfos” chavistas explicables sobre la base del impulso polarizante, ya bién menguado, que ha determinado la dinámica política nacional a partir del el Referendo Revocatorio de agosto del 2004. Aunque según la muy brillante politología de oposición; coautora de la leyenda chavista; además del supuesto “efecto cascada” que, según, seguirá dándose a pesar del metastático caos nacional; hay la matriz de que la perspectiva o hecho de la  muerte de Chávez potencia el apoyo electoral a los candidatos chavistas; sean quienes sean. Sin entrar en el tema de si eso es tan así; sobre tales dos elecciones próximas, especialmente sobre las presidenciales, lo que está claro es que le resuelven  es la crisis interna al chavismo; al menos formal e inmediatamente; y bajan la presión de incertidumbre que pesa sobre el régimen cubano del impacto de una posible discontinuidad del chavismo. Pero no tienen nada que ver, nada, con la crisis nacional, que es de fondo, estructural; y que solo circunstancialmente se escenifica o proyecta electoralmente. Y no porque la ausencia de Chávez no afecte terminantemente la continuidad y permanencia del chavismo en el Poder, Si con Chávez ya el chavismo viene en picada a pesar de la exacerbación de su clientelismo y de la  mejicanización en que está la política venezolanaí; sin él entra en barrena. La continuidad inmediata de un gobierno de chavistas, garantizada samrtmáticamente, no de un imposible “chavismo sin Chávez”, sino de un gobierno de chavistas sin él; pondrá de bulto la  profundidad estructural de la crisis nacional; podrá de bulto que el chavismo no ha sido y no es mas que una proyección y desarrollo del puntofijismo; con quién el país entró en la pendiente en que estamos. Y mostrará, que la salida a esa crisis estructural no resultará de cambios electorales; ni siquiera  presidenciales; de cambiar un gobierno “malo” por uno “bueno”; sino a partir de cuando desde las bases ciudadanas se impulsen verdaderos cambios en las relaciones del Poder con la gente.
Por vocación, o idiosincrasia, por mentalidad; y en honor a la verdad, por que es su rol y como tal lo ha asumido, de “oposición perfecta”; la oposición va a las próximas elecciones presidenciales, igual con el mismo aval reverencial al poder electoral chavista; y, con su misma  estrategia pragmática de polarización, que tan lamentables resultados electorales le ha dado,  tanto éxito electoral y político le ha dado al chavismo; y tantos desconcierto y frustración le ha provocado al país; tanto al antichavista como al chavista. Quiere decir que las elecciones presidenciales que vienen, serán la reproducción, seguramente hasta dimensionadas, de las del 07.O; la reposición de la primera fase de la “victoria perfecta”. Y las locales,  como estaba programado, la tercera fase de esa “victoria perfecta”.
.-*.CONTINUIDAD CHAVISTA Y OPOSICIÓN MEJICANA
La consigna chavista, “Chávez es el socialismo”, es exacta. Y es exacta, porque realmente sin él no hay mas “socialismo”; ni hay  “socialismo siglo XXI”; ni ninguno otro en Venezuela. Realmente el “Programa de la Patria”, “El Estado Comunal” o de lo que se trata realmente, “la Nueva Geometría del Poder”; no es, o no son, sin Chávez. Porque no son mas que marketing, presentaciones diferentes, del proyecto de concentración total del poder, personal, absoluto, pragmático, de control autoritario militarizante del país, a que se reduce “el proyecto” chavista. Nada mas allá.Lo mas posible lo que viene es un gobierno de chavistas presidido por Maduro; o vicepresidido con Chávez semipresente; que, por no tener con qué, quizás resulte, hasta menos centralizado y autoritario, aunque igual o mas mediocre e ineficaz  y corrupto que los presididos por el mismo Chávez. Y a pesar, o por de militarización, sin capacidad de impulsar ninguna dinámica gubernamental real; menos, hacia el montaje del regresivo sistema de control centralizado total, que es la “nueva geometría del Poder”, a-histórica elucubración albanesa-cubana de Chávez; y que ni siquiera él, en plenas facultades y condiciones, iba a poder imponerlo al país.
Aunque Chávez nunca se planteó ni sucesión ni transición, a pesar de su ausencia y de la perversión e incapacidad de su gobierno, no hay en la perspectiva inmediata. ninguna posibilidad concreta  de ruptura de la continuidad del régimen, chavista. Esa perspectiva de continuidad inmediata está garantizada determinantemente por la existencia de la oposición mejicanizada, “perfecta” que hará su papel igual que si estuviera Chávez; con una estrategia mediática electoralista y candidatural, partidizante; como la que ha hecho y ha asumido hasta ahora; y para la que en honor a la verdad, está. y porque es su rol.    
.-* SIN CHAVEZ, EL POSTCHAVISMO/ POSTPUNTOFIJISMO
Siendo Chávez el único aglomerante tanto del chavismo; como de la oposición; la unidad de cada uno de ambos ismos y su existencia misma como tales, apoyándolo o rechazándolo, se mantiene solo por él; su desaparición es el fin. La desaparición de Chávez, es el fin del chavismo; y es el fin del puntofijismo; el inicio del postchavismo y del postpuntofijismo.  La polarización, promovida sistemáticamente a cuatro manos, ha sido la determinante de la dinámica político-institucional nacional los últimos quince años. Y aunque socio-políticamente esa polarización ya no es significativa, cada vez mas costosa y cuestionada, sigue siendo activada mediáticamente en función electoral. Desde 1998; pero. terminantemente desde 2004, la gente vota por Chávez y contra Chávez; aunque con una tendencia creciente de rechazo tanto a él como a la oposición, que se expresa en el crecimiento de los sectores descalificados como ni-ni, que los rechazan a ambos; y en una abstención persistente de un tercio de los electores; aunque incuantificable consistentemente mientras no haya un CNE al menos mínimamente confiable. Y que hay que esperar que sea muy alta, la abstención, en las eventuales elecciones presidenciales, tanto o mas que la que hubo el 16.D en las regionales. Por lo que, hasta con menos manejo smartmático por parte del CNE, pero con menos votantes, Maduro, no es imposible que gane hasta más cómodamente que Chávez en octubre; no es descartable que resulte con mas apoyo electoral relativo que él.
Inmediatamente, y en relación a las nuevas elecciones presidenciales, el chavismo, estando Chávez vivo aunque inactivo, previsiblemente logrará mantenerse electoralmente unido votando, hasta ahora, por Maduro. Pero no será así para las locales en las que la implosión, que ya comienza a activarse, será incontenible e inocultable. Se verá en la calle; como el 07.O cuando millones de chavistas no querían votar. El día mismo de las votaciones presidenciales será igual, a pesar, de la “maquinaria chavista”, y de las totalizaciones que el CNE manipulará para garantizar los resultados ya cantados; como los garantizó  en octubre y diciembre pasados.
No será lo mismo, al contrario, para la oposición. Ni siquiera la definición del candidato presidencial y la posibilidad concreta de una campaña unitaria, las tiene ni claro ni fácil. La descalificación y el desprestigio de la MUD y sus integrantes, individualidades y organizaciones; la confrontación y el cuestionamiento cruzado y el zancadilleo generalizados, determinan que sea cuesta arriba, no ya que haya un solo candidato unitario, sino hasta que haya alguno verdaderamente unitario Los efectos de la  perversión de la  campaña oposicionista para el 07.O; de la manipulación sectaria que las cúpulas y comandos electorales hicieron de la espectacular conciencia unitaria antichavista que entonces se activó nacionalmente; con el tiempo se han profundizado.Hoy en el antichavismo domina el resentimiento la frustración y el escepticismo  De tal forma  que para las elecciones  locales, se mantendrán muy pocos de los acuerdos negociados y amarrados bajo la impronta de la polarización general, del triunfalismo que hubo a partir de las primarias.. La beligerancia de base y de los liderazgos locales despolarizados le quitarán perspectiva y soporte, a pesar de las franquicias partidistas, al turbio entramado candidatural armado hace ya un año en febrero 2012 por la MUD y los comandos partidistas de oposición.
En las nuevas elecciones presidenciales, igual polarizadas que las de octubre, no hay perspectivas de que el país, la gente, como ha sido desde el 2006, le siga ganando espacio  al chavismo en la esfera de lo político-institucional. Pero en las elecciones locales,  es éste quién estará en desventaja; no ante la oposición, sino ante la gente, ante las bases chavistas y no-chavistas en general despolarizadas, que se activarán en función de imponerle a las cúpulas y burocracias partidistas nacionales, oficialistas y oposisionistas, sus verdaderos líderazgos locales.
.-*  DESPOLARIZACIÓN EN LAS ELECCIONES LOCALES                           
La crisis nacional, y el punto muerto en que hoy está, marcado por la sobrevenida gravedad de Chávez, se estructura a partir del desfase absoluto entre lo socio-político y lo político-institucional; entre la gente y el Poder; a pesar de la representatividad mediante la que los factores de poder las cúpulas y las burocracias partidista-empresariales de todo signo, manipulan las subjetividades nacionales. La manipulación electoral, clientelizada, que produce la polarización circunstancial, busca presentar como estables y permanentes las estructuraciones y alianzas circunstanciales de poder,  proyectándolas hacia esas subjetividades para hacerlas percibir como inevitables, sin opción En las dos elecciones próximas, en mucho, resultará así en las presidenciales; pero no, casi  para nada  en las municipales.
En el marco actual, de la crisis nacional y de su proyección , no se va a salir con la elección de otro Presidente y otros centenares de alcaldes y miles de concejales; con salir de Chávez y su chavismo, reponiendo alguna variante de puntofijismo con alguno de sus candidatos eternos o sucesores. Pero la despolarización que previsiblemente  habrá en las elecciones locales, la incontenible beligerancia de las bases tanto chavistas como antichavistas que inevitablemente se desencadenará; constituirán un momento clave de desfase y disidencia generalizados de las bases de todo signo y vinculación política  frente a las cúpulas y burocracias partidistas-empresariales de todo signo. Alianzas uniones acuerdos y coincidencias de chavistas y antichavistas, fuera de control burocrático, en función electoral municipal y/o de las alcaldías, serán mas norma que excepción. Lo a-normal serán las formulas candidaturales partidstas-empresariales. .                             
Esa despolarización que previsiblemente habrá en las elecciones locales, con el debate que implicará y que deberá haber, es, en la perspectiva concreta inmediata, el mas importante impulso hacia encontrar una verdadera vía y una salida al estancamiento y  a la crisis nacional. Se invoca el consenso, el diálogo; pero es entre las cúpulas los cogollos y los factores de poder. Cuando el diálogo que puede destrabar y desmontar los nodos rígidos de las estructuras actuales de poder, es el diálogo ciudadano, de la gente; el diálogo que conduzca a consensos ciudadanos; a la activación de la soberanía ciudadana; a la ciudadanización de la gestión pública; a la despolarización; un diálogo despartidizado, deselectoralizado.
.-* NI CHAVISMO NI PUNTOFIJISMO SON OPCIÓN
Las dos subjetividades que en los venezolanos han sido inducidas, en mucho por manipulación mediática y clientelar; sin especificidad sociopolítica consistente; ni “de clase” ni territorial-cultural, se referencian en dos opciones, falsas desde el punto de vista de su potencialidad  hacer que la sociedad avance hacia una mayor libertad justicia y potencialidad social, ciudadana. Chavismo y puntofijismo, supuestamente, socialismo o comunismo, y democracia, aunque no idénticas, no son sino variables de la misma concepción autoritaria del ejercicio del Poder; excluyentes ambas mesiánicas ambas regresivas ambas; ambas real o pretendidamente legitimadas sobre las mismas relaciones de representatividad de la democracia liberal-burguesa. Por constitución por esencia y por autodefinición, ambas son incapaces de impulsar ni mínimamente. la dinámica del país en una dirección progresiva; mas allá de utilizar el Poder para consolidarse y mantenerse indefinidamente en él; sobre la base de alguna variable  de clientelismo y de alguna retórica ideologizante.. Aparte la presión  y la compulsión, de lo apremiante de las circunstancias actuales; ninguno es preferible al otro; en ningún sentido real y en definitiva, ninguno es menos o más que el otro. La cuestión no está en si es uno u otro; en por cual optar; porque ninguno es opción real; ni siquiera electoralmente; menos en perspectiva.
.-*POR UN PROCESO CIUDADANO CONSTITUYENTE
La idea de una constituyente, no es chavista; ni fue Chávez quién la planteó. Se volvió a plantear en el país en diferentes sectores desde los años ochenta; y no solo en la izquierda y los sectores progresistas Llegó a haber un consenso nacional de su necesidad incluso en las cúpulas puntofijistas. Chávez lo que hizo fue armarse electoralmente de esa bandera e implementarla a la cañona  recién electo, bloqueando la posibilidad, que era de lo que se trataba, de una “constituyente originaria”, por cierto,  con muchos de esas mismas cúpulas puntofijistas en el marco de la profunda postración terminal de los liderazgos y partidos de la vieja política. Hoy, hablar de una constituyente es anatema; y supuestamente hacerle el juego al chavismo que sí la querría; lo que no es cierto. La realidad es que hoy por hoy, en la crisis profunda en que está el chavismo, al igual que el puntofijismo; en ambos ismos se rechaza la idea. Principalmente porque la beligerancia sociopolítica actual imposibilitaría una, u otra, constituyente “derivada”, bajo control y dirección burocráticoa y resultado de relaciones de representatividad, como todas las que hemos tenido, incluida la del 99; y como obviamente y en tal caso sería la que convocaría, sea el chavismo, sea el puntofijismo, sea por ambos  en consenso.
A partir de ninguna vínculo de representatividad, ni siquiera con la retórica vacía de que es “participativa y protagónica”, se resuelve la crisis nacional, que es estructural, profunda, de constitución como sociedad bien específica aunque contextualizada en la  globalidad actual. Al contrario las correlaciones de representatividad, ejecutivas y legislativas que hemos tenido en las últimas décadas;  han propiciado el ahondamiento en una u otra dirección, de la exclusión entre las dos subjetividades que hoy hay en Venezuela  
Cualquier consenso no le sirve a la mayoría de los venezolanos de hoy. Aunque sí a las minorías. El consenso que realmente viabilizaría un impulso nacional con y hacia una verdadera inclusión total y la fusión sostenida hacia una subjetividad plural diversa y sin bordes, posible y deseable, entre las dos subjetividades actuales, resultará solo de un gran debate nacional; de un gran debate masivo total, con la participación real, nada que ver con el bufonesco “parlamentarismo de calle” chavista; de todos los sectores y niveles; sin acotamientos ni agendas pre-impuestos; en el que participen, realmente, centenares de miles, millones de venezolanos, que tienen con qué y qué decir sobre sus problemas, sobre los de la sociedad como totalidad y su inserción en la globalidad mundial El consenso útil resultará de un  debate y un diálogo constituyentes; de un debate ciudadano, popular, total, básica y primariamente sectorizado,  parroquializado y regionalizado. De una constituyente originaria, como no fue la del 99, manipulada por Chávez y sus socios, consejeros y aliados puntofijistas de entonces. Un proceso popular ciudadano constituyente desarrollado por la gente de todos los sectores y niveles; pero, aunque incluidos como ciudadnos que son, no bajo la rectoría de reales, o supuestos especialistas ni luminarias de ningún signo.
.-* DEBATE CONSTITUYENE; APARTE VOTACION Y ABSTENCIÓN
Las elecciones se harán; es un hecho; y eso está bien. Aparte de ser un hecho, es bueno que las haya aunque fraudulentas, smartmaticiadas; y aunque el autoritarimo chavista como todo autoritarismo, las usa para legitimarse. Siempre, salvo cuando son partidizadas y burocráticamente cerradas, “internas”, controladas y filtradas, como en Cuba en China, son ocasión para que la disidencia las aproveche en algún grado, a pesar del ventajismo del fraude y los resultados previamente cantados, para mostrar que una parte o la mayoría  de la sociedad, rechaza al régimen autoritario. La manipulación por parte del autoritarismo en el Poder es obvia; pero igual q la que hace la oposición para crear falsas expectativas de resultados o efectos que se sabe no habrá.  En la CBV, como en casi todas las constituciones del Mundo se establece que la soberanía reside en el Pueblo, quién la ejerce mediante el voto. Aunque en ella se colgaron los zarcillos de “participativa y protagónica”; es igual para puro establecer la representatividad, la cesión de la soberanía ciudadana en que se sustentan todas las variantes de autoritarismo, de despotismos; como el actual chavista y como los que teníamos antes de 1989; legitimados siempre sobre la base de relaciones de representatividad, a partir del ejercicio del “voto universal directo y secreto”.Demostrándose que el voto, especialmente en sociedades de escaso desarrrollo sociopolítico, como la nuestra, ya hoy, no ni es ni puede ser ni la única ni la principal forma de ejercer, el pueblo, los ciudadanos, su soberanía
En las elecciones locales de Julio próximo, como en las nuevas presidenciales que previsiblemente y cuando sea que las haya, habrá mucha abstención; más que en las anteriores del 07O y el 16D; y aunque igual mucha gente votará; lo hará menos que entonces. Los resultados incluso fraudulentos que cante el CNE mostrarán la clásica torta estadística de tres grupos de entre 30% y 40% los tres; tres minorías; dos de quienes habrán votado por las opciones principales y una de quienes que no votaron; que se abstuvieron. Los polítologos y encuestadores en nómina  o contratados de los factores de poder, han establecido la matríz de que “lo político”, “lo éticamente responsable” es votar; y que no hacerlo, abstenerse, es “lo antipolítico”, es irresponsable, inmoral, etcétera. La realidad es que inconciencia e irresponsabilidad la hay tanto entre quienes se abstienen como entre quienes votan; que en ambos casos se trata del ejercicio de un derecho Cierto que parte de la abstención  es por desentendimiento; pero mayor y esencialmente es política; resulta del rechazo conciente, político, al proceso mismo en el que, con suficientes razones, no se cree; del que por experiencia no espera nada o casi nada.  
Quiere decir lo anterior que el alcance de las referidas próximas elecciones locales no ha de medirse por los índices de votación y abstención que haya; ni, tampoco siendo una votaciones smartmaticiadas, por los votos y candidatos electos de una u otra postulación. A partir de la crisis imparable del chavismo y del puntofijismo que explosionará en ellas; como nunca antes se hace posible un debate nacional amplio y profundo. Un debate constituyente enmarcado en el post-chavismo/post-puntofijismo, que apunte hacia la conformación de correlaciones sociopolíticas que sí se dinamicen   hacia una subjetividad plural y diversa, pero una, sin bordes ni exclusiones artificiales, inducidos; hacia ir transformando de fondo, ciudadanizando, las relaciones de Poder existentes; las relaciones entre la gente y el Poder.
Caracas enero del 2013. .        

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