26 feb 2013

POSTCHAVISMO-POSTPUNTOFIJISMO \ Parte I


 

EL CALENDARIO PARA LA VICTORIA PERFECTA
Rafael Iribarren.-
.-* El calendario para la “Victoria perfecta” de Chávez
El calendario electoral inicial 2012/2013 para la “victoria perfecta”, preveía menos protagonismo y posibles “faltas temporales” de Chávez; pero no, “falta absoluta”; preveía encargar al vicepresidente que designara o ratificara en el acto mismo de toma de posesión en la AN el 10 de enero. Pero, y según algunos, el vicepresidente no sería un civil sino un militar activo. Durante su campaña para la reelección Chávez anunció que sus candidatos a gobernadores de Monagas Miranda y Carabobo eran respectivamente Cabello Jaua y Maduro; aquel ya presidente de la AN, el segundo, vicepresidente y ministro y, el último, igual ministro, canciller. Pero, ya reelecto, en el acto de su proclamación en el CNE el 10 de octubre, sorpresivamente, anunció la sustitución como vicepresidente de Jaua por Maduro; y no mencionó, ni lo volvió a hacer, la candidatura de Cabello para Monagas. El único de los tres que fue mantenido como candidato, finalmente derrotado el 16 de diciembre, fue Jaua, que durante 3 años vicepresidente y ministro fungió como segundo hombre del régimen.   
.-* La unidad y la abstención del chavismo
Estando previsto que fueran simultáneas; separar las tres elecciones, presidenciales  regionales y locales, aunque también, no fue tanto en función de mejorar la ventaja y “ganarle” a la oposición; a pesar del fuerte impacto político que tuvieron las primarias;  sino determinantemente en función del chavismo. El sentido primero de dicha separación fue el de reducir al mínimo, y administrarlo secuencialmente, el impacto negativo que previsible e inevitablemente tendría la crisis y caotización internas del chavismo, en las campañas y los resultados electorales, particularmente en las presidenciales. Y aunque tuvo efecto, fue relativo; la unidad del chavismo, aparte la fuerte tendencia a abstenerse que de todas formas se evidenció ese día, el 7 de octubre  sí la hubo: no fue igual en diciembre, cuando la disidencia y el rechazo de sus mismas bases a las candidaturas chavistas fueron generalizados. Cómo previsiblemente se repetirá en las locales; en las que las cúpulas no podrán controlar la disidencia. Siendo muy poco factible que la unidad lograda en octubre, la haya, para las próximas eventuales nuevas elecciones presidenciales


.-*El “Estado comunal” para la “Nueva Geometría del Poder” ahora o nunca
El “Programa de La Patria” para El Estado Comunal”, realmente se concibió, y es, como un “ahora o nunca”; como una huida hacia delante; en función  del creciente e intenso rechazo nacional a su autoritarismo; y de las previsibles, hoy más que concretas, limitaciones crecientes de Chávez para seguir en el mando como hasta ahora. Pero determinantemente y en el marco del caos nacional, se concibió en función de la profunda postración ética política y político-organizativa, irreversible, en que realmente está el chavismo. “El Programa de la Patria”, aparte su inviabilidad decimonónica, está planteado como la única y última posibilidad concreta  de Chávez seguir en el Poder; de continuidad y hasta la existencia misma del chavismo; incluso, hasta en el coto plazo.
.-*La metástasis sobrevenida de Chávez descuadra el calendario para la “Victoria perfecta”
El calendario electoral 2012/2013 para la “Victoria Perfecta” a ser garantizado como siempre, y como fue y seguirá siendo, por el sistema en línea para la reelección indefinida; SAIME-CNE-TSJ-PR, (Servicio Administrativo de Identificación Migración y Extranjería-Consejo Nacional Electoral-Tribunal Supremo de Justicia-Plan República); y “El Programa de La Patria”; conforman la programación y ejecución de  la secuencia de eventos giros y transiciones, hacia la constitución y consolidación de un sistema nacional militarizado de control absoluto sobre la vida y la política nacionales; de control absoluto sobre el país todo, y obviamente sobre la oposición;  bajo el mando absoluto y creciente de los militares y Chávez, cuyas capacidades y disposiciones psico-somáticas decadentes se administrarían adecuadamente
La sobrevenida gravedad del cáncer, que se había  asumido y prácticamente decretado,  que estaba curado, descuadró la estrategia de la “Nueva Geometría del Poder”; la fluidez de la secuencia de eventos y acciones programada y prevista a ser ejecutada a partir de la “Victoria Perfecta”. Se descuadró hasta el punto de que, no prevista inicialmente, tuvo que considerarse hasta la “falta absoluta”;  y hasta la posibilidad de las nuevas elecciones presidenciales a las que se refirió el mismo Chávez en su dramática rueda de prensa del  8 de diciembre cuando delegó funciones en Maduro y lo designó su eventual sucesor, como su candidato. Incluso hasta quedar en la incertidumbre, el que dado por hecho y reducido a solo un paso y hasta como  un mero  formalismo, la toma de posesión como presidente reelecto el 10 de enero.
.-* El verdadero problema, el aglomerado que es el chavismo, la gente chavista
La tranca para aplicar la Constitución en relación a la falta temporal y la toma de posesión, a raiz de Chávez no haber podido estar en el país  el 10 de enero, en lo concreto, resultó de la sorda tensión interna entre los chavistas, últimamente complejizada con él hospitalizado en La Habana, por la relación del chavismo y la jerarquía cubana que los tutorea. Pero ese no fue la determinante principal, ni inmediata entonces, ni en perspectiva, para Chávez y la cúpula cubano-chavista. Lo determinante fue y sigue siendo, el chavismo de masas, de a pié; la gente chavista, sin estructura ni organización, salvo su participación en nóminas y listas de asignación, que no reconoce y no se siente vínculada sino a Chávez.  La gente, en función de cuya beligerancia e insubordinación y disidencia se hizo el calendario electoral y se diseñó el Programa de La Patria, y que ahora está y se ve sin cauce ni referencia confiable para sus expectativas. Tal incapacidad de la cúpula chavista, a pesar del cómico estreno de  ¡un “Secretariado Político”!,pret a porter; y del comando binacional constituido en La Habana, será imparablemente sobrepasada por la intensidad de la dinámica sociopolítica por venir, y la diáspora y beligerancia generalizadas que se profundizarán de los centenares y hasta miles de grupos sin estructura ninguna que hoy son el chavismo de a pié. Pues, ni a nivel cupular, ni, menos a nivel de las bases y la gente, la idea, realmente leyenda, de la existencia de “dos grandes corrientes, las civil y la militar” corresponde a la realidad del chavismo. El chavismo, obra del mismo Chávez, no es mas que un aglomerado aluvional sin estructuras ni cauces ni “corrientes” de ningún tipo.. 
Y el drama está en que a la cúpula o el cogollo chavista, que no tiene nada de colectivo ni cuerpo colegiado ni menos de dirección política; el PSUV es una entelequia y el Polo Patriótico una retórica; cúpula que sin Chávez carece de una real capacidad de dirección político-organizativa, incluso dentro del PSUV; le resulta imposible, salirse del guión de La Habana, supuestamente dictado por Chávez; para hacer la menor concesión, no ya a la oposición; sino que, aún menos, hacia “dentro” del chavismo mismo
.-*  El rechazo chavista a dar poder Cabello
Acertadamente se señala que la negativa de la cúpula chavista a declarar la “falta temporal” y que  Cabello asumiera temporalmente la Presidencia, fue por no darle  poder fáctico, fuera del control concreto inmediato de Chávez. Aunque éste en su rueda de prensa del 8 de diciembre lo refirió como escenario ante la posibilidad de que no pudiera estar presente el 10 de enero, y/o que la “falta absoluta” fuera inevitable. Y, aunque adelantándose a esa circunstancia, de una vez, designó a Maduro su candidato a la Presidencia en las elecciones que tendrían que hacerse y para quién de entrada pedía un apoyo total; lo que obviamente suponía, ya en ese momento sí  lo preveía,  declarar la “falta absoluta” y que el presidente de la AN se encargue. Tal absoluta  negativa a implementar lo establecido en la Constitución en su artículo 231; y contradiciendo indisimuladamente  la voluntad expresa del mismo Chávez de que se implementara, es precisamente la medida de la incapacidad  e inconsistencia de la cúpula chavista cubano-venezolana para asimilar lo que podría significar entregarle el poder a quién desprestigiado como corrupto e incapaz, es rechazado por la inmensa mayoría del chavismo, según, por los tutores cubanos; y, aparte leyendas, hasta por una buena parte de militares activos; además de señalado como asociado y en connivencia con sectores empresariales y de la oposición.
.-* Crisis político-institucional; crisis socio-política, de Poder
Se dijo, también correctamente, que el manejo político-institucional de la ausencia de Chávez era una cuestión “política”, mas, que procedimental relativa a lo que establece la Constitución y sus posibles interpretaciones. Pues en efecto, dicha ausencia desencadena una profunda crisis política en la que lo constitucional y lo procedimental pesan muy poco o nada en su conformación y posible desarrollo. Y es una crisis profunda política en dos sentidos En uno, se trata de la confrontación de factores de poder entre los que no hay posibilidad concreta de consenso significativo sustentable mas allá de mientras Chávez esté o pueda invocarse creíblemente. Dentro del cogollo chavista realmente no existe posibilidad alguna de consenso. Nunca lo ha habido; ni, por lo demás, nunca fue necesario Ni siquiera lo hubo en La Habana, donde lo que, según, se dio, fue lecturas de cartillas supuestamente con la voluntad de Chávez; al igual que sucedió con la comunicación enviada por Maduro a la AN a través de Cabello, cuyo físico nadie nunca vio, nunca se mostró; cuyos contenidos de tales supuestas expresiones de la voluntad de Chávez, se reducían a invocar el espectro del caos total y el acabose chavistas, de no mantenerse la unidad bajo su imagen. Sin consenso real dentro del chavismo; con solo una expectativa quieta de no jugar adelantado mientras se le invoque creíblemente; se hace imposible ningún otro consenso. La imposibilidad de consenso o negociación interna en el chavismo y externa con la oposición, es lo que determina la crisis de los factores de poder en la esfera de lo político-institucional.
Pero es una crisis política de fondo; una crisis estructural incubada en lo profundo  de la sociedad en su conjunto, en sus relaciones con el Poder. Es una crisis, un desfase, entre lo sociopolítico, la gente, y lo político-institucional, el Poder, el Estado, el Gobierno. No hay dos Venezuelas, ciertamente; dos países diferenciados y específicos; no Aunque hoy si hay dos subjetividades generales; con percepciones de sí mismas y cada una de la otra; de sus relaciones con el Poder, diferentes y básicamente excluyentes. Entre la esfera de lo socio-político conformada por la gente de ambas subjetividades, y la esfera de lo político-institucional en que se debaten y confrontan las cúpulas y cogollos oficialistas y oposicionistas, chavistas y puntofijistas, no hay relación; no hay ningún tipo de articulación estructural ni secuencia estructurante. Hoy, la única relación real, concreta, de la gente con el Poder, son la taquilla la nómina el listado y el centro de votación. Que Chávez no se haya juramentado el 10 de enero, que se haya terminado imponiendo a riesgo la tesis de la continuidad por encima de la de los lapsos; que los cubanos y\o Maduro y\o quienes fueran, descartaran la posibilidad de que Cabello fuera Presidente temporal, no fue un problema para la gente; ni para la no chavista ni para la chavista. La gente sigue su vida. A la convocatoria, sin sentido por lo demás, de la gente chavista a estar ante la AN cuando su instalación el 5 enero, la respuesta fue vergonzosa; solo uno cientos de remolcados, mientras las playas de Vargas y Barlovento estaban abarrotadas, y por los terminales de pasajeros iban y venían millones hacia y  desde todas partes del país. La gente, en general, incluida la chavista, la que fue y la que sigue siendo, hoy está subjetivamente desentendida de lo político-institucional, de partidos  polos y frentes, de todo signo, en los que no cree, a los que no les ve sentido y de los que no espera nada. Más allá de los cuentacuentos y matriceadores tarifados, para la promoción de leyendas mediáticas, hoy principalmente sobre Chávez; sobre la supuesta mágico-religiosidad de la subjetividad chavista; la realidad es que el chavismo cotidiana y circunstancialmente, además de menguante, desmovilizado, está determinantemente clientelizado.   
.-* Ni chavismo ni oposición convocan ni mueven
El cabildeo mediático previo a la sesiones de la AN del 5 y del 7 de enero y la sentencia o resolución del TSJ del 8, marcaron el momento final de la dinámica político-institucional, entre la oposición y el chavismo. A partir entonces en ese ámbito, político-institucional, ya no fue ni es posible nada nuevo ni diferente a la repetición día a día de las mismas pastillas retóricas y el mismo gesticular de los unos contra los otros. Si por una parte la oposición no ha podido ir mas allá de su política mediática, de denunciar como inconstitucional etcétera la concreción de la continuidad, de que se gobierna desde La Habana, del secretismo sobre el estado real de Chávez; el chavismo igualmente tampoco pudo ni ha podido ir mas allá, de  acusar a la oposición de lo que sea; de lo mismo de siempre; de sus supuestos intentos desestabilizadores y magnicidas, de manipular cruelmente sobre la salud de Chávez, etcétera. No existiendo posibilidad alguna de diálogo y en consecuencia, de consenso, el juego político-institucional está trancado, estancado.
Correlativamente al estancamiento político-institucional, las iniciativas de convocar a la gente a involucrarla en las, “estrategias” de cada quién, de llevar a la calle la confrontación retórica que se viene dando en los medios y los ámbitos político-institucionales, han producido resultados mas que pobres. La referida convocatoria oficialista a la sesión del 5 de enero de la AN, primeramente, y la ‘posterior del 10 al acto de juramentación de “todos somos Chávez”; mostraron  la muy limitada capacidad real de movilización de la “maquinaria chavista”; y la escasa respuesta de sus mismas bases a su convocatoria.
Vale destacar en relación a las movilizaciones chavistas del 10, aparte de que la  convocada por el cogollo psuvista a la avenida Urdaneta, ocupó y holgadamente, no mas de cinco cuadras; hubo otro acto previo, no  parte de la misma convocatoria ni con igual motivación.. Entre las escalinatas de El Calvario el Liceo Fermín Toro y la Plaza de El Silencio, celebrando el aniversario de la muerte de Zamora, previo al de la avenida Urdaneta, a primera hora de la tarde, se realizó una concentración en la que la figura central fue el ex- vicepresidente Elías Jaua.  
Por parte de la oposición dentro de su misma acción mediática de siempre denunciando  las actuaciones oficialistas, la MUD convocó  una marcha el 23 de enero,que luego deconvocó; de “rechazo vivo”” en la calle a la continuidad asumida por el chavismo. Amén de la agitación grupal universitaria en dos o tres estados; y mientras, algunos de sus grupos y partidos y candidatos, por iniciativa propia, convocaron y hasta amagaron hacer actos en las plazas de las zonas en que tienen base electoral. Tales convocatorias, realmente escuálidas, y solo material de base para la manipulación mediática; igualmente mostraron la distancia de las cúpulas y los cogollos de oposición a la gente, la esencia mediática de su constitución y actuar políticos; su muy precaria capacidad de convocatoria reales, como pretendida dirección política..
.-*, En la institucionalidad de la democracia liberal-burguesa “la Revolución”  gana tiempo
La cúpula chavista-castrista, un “Secretariado Político”,“pret a porter”, nombrado sobre la marcha en La Habana; obviamente hubiera preferido implementar alguna variante de juramentación y toma de posesión formal, institucional, de Chávez reelecto. La pretendida originalidad de “la revolución  bolivariana”, la “filigrana revolucionaria” del “socialismo del siglo XXI”, según, está en que se da “en democracia”. Que es una revolución, que se legitima dentro de la institucionalidad clásica de la democracia liberal-burguesa; que logra y ejerce una hegemonía montada sobre una representatividad  absoluta, resultado de elecciones hechas exactamente con el mismo modelo, técnicas, procedimientos, que las de cualquier país del centro del capitalismo mundial, norteamericano o europeo. Los cambios de posición, las idas y venidas, en sus voceros, entre las opciones de la continuidad y la de los lapsos, sobre la procedencia o improcedencia de declarar faltas “temporal“ o “permanente”, y la posibilidad de nuevas elecciones presidenciales, amén de la posible designación de un presidente encargado; fueron y son, expresión de la ponderación de los costos  y riesgos políticos de verse obligados a descartar, como finalmente fue, la toma formal de posesión inmediata. Siempre mirando a mantenerse dentro de las formalidades de la democracia liberal-burguesa
 Para el chavismo, dentro de los varios escenarios que manejó, negativos todos, a partir de la gravedad sobrevenida de Chávez, el menos negativo menos costoso y manejable políticamente, fue el de ganar tiempo y apostar, primero, a la posibilidad de que hubiera una recuperación que  permitiera  alguna presencia formal; y, en tal caso, a que un desenlace fatal o una imposibilidad permanente, se diera luego de lograr alguna forma de estructurar una transición institucional constitucional, de la continuidad chavista.en el poder. El chavismo, siempre en plan electoral, institucional. El acto de juramentación de “todos somos Chávez” de la Avenida Urdaneta, sin disimulo, fue el inicio a lapsos inciertos de la campaña y el lanzamiento de la precandidatura de Maduro; al menos para entonces, al menos por un sector de los cogollos chavistas; y, al menos mientras se definan las condiciones en que Chávez pueda ser mantenido o haya que asumir que se  separe definitiva y/o formalmente del Poder. También y determinantemente, al menos mientras se logra contener y retardar la implosión chavista.
.-*Mas tiempo para la oposición promover sus candidaturas y  franquicias
Para la oposición, congregación de candidatos y franquicias candidaturales que es, particularmente para los candidatos y grupos más mediáticos y mas vinculados a los factores de poder financiero, el momento, al menos en principio, lucíó perfecto. Ya no había que esperar al 2017 o 2018 para lanzarse abiertamente en campaña. La perspectiva, bastante posible por lo demás, desde la rueda de prensa de Chávez del 8 de diciembre, de unas elecciones presidenciales inmediatas; a pesar de que como es previsible, el sistema SAIME-CNE-PR-TSJ, dentro de su función de garantizar la “Victoria Perfecta” va a  seguir garantizando iguales resultados que el 7 de octubre y el 16 de diciembre. No importa; se trata de aprovecharlas para aumentar la proyección mediática de los candidatos y para reactivar la  promoción regional y local de las franquicias candidaturales de que se dispone.
Caracas  enero 2013


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