.-
1.-
Carácter de la crisis / Un absolutismo presidencial.
.- La crisis venezolana no es
coyuntural; es estructural. Está en crisis el Sistema de Poder. En Venezuela,
el único poder real, es y siempre ha sido así, el presidencial Es un
autoritarismo absoluto El poder que ejerce el Presidente es absoluto:
concentrado, centralizado, presidencial. En nuestros doscientos años de
república; cambiaron los regímenes políticos y los gobiernos; manteniéndose
siempre el mismo sistema presidencial, absoluto, de Poder. Pese a que en todas
nuestras constituciones la República de Venezuela se define como “federal”;
siempre el ejercicio concreto del Poder; y el gobierno; han sido centrales.
La crisis actual, irresoluble,
del Sistema de Poder, deriva de su concentración y centralización; histórica,
bolivariana, decimonónica; actual; ante un país, una sociedad, recrecida ya totalmente
urbanizada a una escala y con una complejidad, diversidad y desarrollo subjetivo,
inabarcables e inmanejables central y verticalmente.
Ningún autoritarismo; en
ninguna de las variantes que hemos tenido; y que en perspectiva tendríamos; sea
cual sea el aparato de control y represión de que disponga o pretenda disponer;
es o sería capaz de manejar los problemas de
una sociedad como la venezolana de hoy; las
acumulaciones de deterioro y ruina territorializadas se le salen de las manos.
La caotización inercial es imparable.
Mientras; la sociedad
venezolana; igual históricamente sin ninguna institucionalidad consistente; no
tiene capacidad para imponérsele; ni siquiera para confrontar al autoritarismo;
ni condicionarlo ni pautarlo. En los dos siglos de historia republicana nunca
se permitió un desarrollo sociopolítico real; cuando fue posible la activación
ciudadana autónoma, soberana; desde el Poder, se le pervirtió y/o reprimió. Hoy
en Venezuela no hay nada que contrapese el poder fáctico absoluto del
Presidente.
Los amagos de
descentralización y regionalización que hubo durante los últimos seis decenios;
con las corporaciones regionales y la elección directa de los gobernadores y
alcaldes, mostraron su potencial; pese a que la concentración del poder;
histórica nacional, entonces se copió o reprodujo a nivel de las gobernaciones de estado.
Ante el carácter la profundidad y la dimensión de la crisis; para
los venezolanos, en función de salir de ella, no hay nada inmediato ni a corto
plazo ni suficientemente prioritario. Mientras no haya contrapoder ciudadano
acumulado suficiente; o, un proceso de acumulación de conformación y
acumulación de capacidad social de confrontación al Poder; no avanzaremos.
2.- Venezuela es
una nación sin regiones.
.- Venezuela es una Nación sin
regionalización política ni político-administrativa. Sin instancias intermedias
de Poder. La división político-administrativa; en general; no responde a
ninguna racionalidad; ni es base para una gestión consistente de desarrollo.
Las problemáticas concretas, estructurantes, determinantes; son regionales; no estatales. ni municipales;
menos. Pero se manejan o pretenden manejarse nacional, centralmente; con los
gobernadores y alcaldes como simples ejecutores.
Las regiones no cuentan para
nada políticamente en la gestión gubernamental nacional; ni siquiera en la de
sus propios recursos, que, en general es nacional; no tienen dinámicas
económicas propias específicas; ni poder de decisión. Las regiones son
sometidas y despojadas nacionalmente. Las decisiones y el manejo de sus
dinámicas y recursos están en Caracas; centralizados.
Como nación, Venezuela fue y
está armada, desde el Poder Central hacia y sobre el resto del territorio. Aunque
en varios momentos se planteó alguna variante de regionalización; nunca se
asumió ni propició consistentemente la conformación de regiones ni su
desarrollo específico integral; endógeno.
El centralismo y el
presidencialismo; han sido muy onerosos
para el país. El estancamiento y el atraso, subdesarrollo y desarrollos
desiguales en general, del interior del país; la discontinuidad administrativa;
han sido determinados por ese sistema de Poder. “Venezuela entró en el siglo XX
en 1945”; dijo Mario Briceño Iragorry. La pérdida; “sin un tiro” de la mitad o
más del territorio original de la
Capitanía De Venezuela que nos correspondía; tuvo que ver con regiones
fronterizas, absolutamente sometidas al centro;
sin la mínima autonomía ni capacidad de decisión propias ni suficientes.
Si las regiones de Oriente y Guayana hubieran tenido un desarrollo básico y alguna
capacidad de manejo, y respuesta; la cuestión del Esequivo no sería la
cuadratura del círculo que es hoy.
.- La economía venezolana; los
últimos setenta años de rentismo moderno; absoluto; siempre fue manejada;
autoritaria y discrecionalmente; en función política por quien estaba en el
Poder. Para imponer liderazgos
mesiánicos, para armar partidos y convertirlos en partidos nacionales; y para
desarrollar sus propios clientelismos y burguesías.
La crisis en que estamos hoy
es el remate terminal del desmantelamiento del “Estado de Bienestar” de
economía mixta, de los sesenta; iniciado
a mediados de los setenta en el primer gobierno de CAP. Desde 1979 con aquel
“Recibo un país hipotecado”; hasta 1999; con el “Sí, juro ante esta
constitución moribunda”; en cada toma de
posesión el presidente electo denunció las condiciones en que el gobierno
saliente le entregaba la economía nacional.
Pese a la planificación
quinquenal; cada burocracia partidista-empresarial que ocupó Miraflores,
incluso hasta del mismo partido; implantó su propio “Gran Plan”, descartando el
anterior Entre el “Vo Plan de
la Nación” y el “Socialismo del Siglo XXI” y su concreción en el “Plan de la
Patria”; cada nuevo gobierno impuso el suyo. “El Estado Promotor”, “La Gran Venezuela”, “El Gran Viraje”; lo
principal en común entre todos siempre fue la discrecionalidad y el autoritarismo
con que se impusieron, la discontinuidad administrativa; y el rentismo propio
manejado en forma ilimitadamente
corrupta.
Entre el “Vo Plan” y
y el “Socialismo del Siglo XXI” la única diferencia real es de la
retórica “ideológica”; formalmente opuestas; con que se pretendieron justificar;
y el grado de centralismo.. Ambos, como todos los planes presidenciales
intermedios; respondieron al mismo propósito de manejar discrecionalmente la
renta para mantenerse en el Poder; para garantizar la continuidad del autoritarismo de turno.
La larga crisis del medio siglo último de la economía
venezolana; ha sido y hoy es. la
proyección neta de la crisis y agotamiento políticos del presidencialismo
4.- Las crisis simétricas de las dos
burocracias, son partes de la crisis del sistema de poder.
.- Las crisis de los dos
bloques burocráticos, de los chavismos y las oposiciones, son partes de la
crisis del sistema de poder.
La llamada “política” en
Venezuela es presidencialista. Ambos bloques burocráticos son presidencialistas
autoritarios, centralistas. Con liderazgos mayormente “mediáticos”; con
proyectos personales mesiánicos y de factores de poder; siempre y desde su
arranque, presidenciales. No hay política sino campañas electorales; no hay
políticos sino candidatos; No hay partidos sino empresas personales; asociadas
a alguna dinámica de poder que invierte. Diseñado en algún conciliábulo de
politología corpoprativa; armado mediáticamente sin vinculaciones; solo
superpuestos; con las dinámicas sociopolíticas ni las realidades concretas.
Ninguno de los bloques
político-partidistas-empresariales actuales; oficialista y oposicionista; tiene
un verdadero proyecto ni proposiciones concretas ante las cuestiones estructurantes
de la crisis nacional Solo se plantean la cuestión del Poder; el madurismo para
mantenerse en él; el mudismo para alcanzarlo. Los problemas nacionales son solo temas de campaña y para la retórica.
5.-
En el 2017 las burocracias repiten la
polarización del 2016 a favor de Maduro.
.- 2017 comenzó igual que el
2016; sigue igual; con la misma creación de expectativas con la CD de la OEA,
el entrampamiento y la ralentizacióin de las elecciones regionales. La
tendencia es que termine también igual;
sin ningún cambio importante en la dinámica político-institucional; incluso
hasta sin nada de lo electoral definido. Y, que, pese a estar bailando en un
tusero; Maduro termine, en diciembre próximo, como el pasado, cantando
victoria.
Aunque menos explícitamente
que con el revocatorio; algunas de las oposiciones mudistas siguen en su “estrategia”
de polarizar con él. Pasando por alto la determinación fundamental de las
relaciones de poder existentes; la asimetría absoluta en cuando al poder
fáctico; del presidencialismo con la ventaja de concentrarlo absolutamente y
manejarlo a discreción; y que ha sido la clave de su permanencia y
estabilización en el Poder. La polarización ha sido clave para que Maduro siga
en Miraflores.
Además de, con la,
polarización, ayudar a Maduro e
estabilizarse en Miraflores; ayudan igual a los chavismos en conjunto; en
concreto a los antimaduristas; a pasar por debajo de la mesa de las elecciones
regionales mientras no resuelvan sus crisis y lucha internas; y particularmente
la cuestión del control y manejo del
sistema electoral; la piedra de tranca de esa lucha interna.
6.-
La revalidación de los partidos; no es
contra las oposiciones sino un exterminio de partidos chavistas.
.- En este momento, al
involucrarse en la relegitimación de los partidos en el CNE; las oposiciones entran en el juego de Maduro de promover y armar el madurismo como
expresión única del chavismo.
Para el madurismo en
específico; obviamente no para el resto de los chavismos; el alcance concreto
de la revalidación de los partidos no es contra las oposiciones, que mientras
más fragmentadas estén, más lo favorece. Sino que es reducir a los chavismos,
electoral y político-organizativamente, al madurismo y a su propio partido
específico; incluso con la posibilidad de
descartar al PSUV.
Según y como se desarrolla la
validación de los partidos; al final se verá que la verdadera masacre; el
verdadero y mayor exterminio organizativo-electoral; será de partidos chavistas.
Que no quedará sino uno solo nacional; de entrada, el PSUV; con el mismo o con otro nombre; y, además de la MUD; a lo
más, seis o siete partidos nacionales de oposición
7.-
La prioridad constitucional y política no es sacar a
Maduro; sino elegir nuevos gobernadores
.- La torpe estrategia mudista
de insistir en polarizar con Maduro; aunque variando el discurso, de “revócalo
ya”; que tan buenos resultados le dio a él, a Maduro, en el 2016; y tan malos a
las oposiciones y al país; se reforzó con la nueva propuesta; inicial; de
Almagro de activar la CD de la OEA; de su Informe al Consejo Permanente de 28
de marzo. Era regresar al punto en que estuvimos un año atrás; de concretar “el
derecho al voto” de los venezolanos; a que Maduro aceptara ir inmediatamente a elecciones presidenciales; desentendiéndose de
las regionales; condicionándolas a éstas; con las consecuencias que están a la
vista.
Pues quedó de bulto;
nuevamente ahora en el Consejo Permanente del 3 de abril; igual que entonces; que la comunidad
internacional en general; y concretamente la OEA; no decide sobre la marcha.
Sino luego de una fase declarativa y evaluativa; junto a que, precisamente por
“las insuficiencias del multilateralismo“ que el mismo Almagro lamenta en su
último informe; la salida de la crisis la tenemos que abrir internamente nosotros mismos; los venezolanos. Y que no
comienza por confrontar a Maduro con una estrategia presidencialista;
insistiendo en polarizar precisamente en el plano en que tiene la máxima ventaja; sino
donde no la tiene o puede ser puesto en
desventaja. En general, políticamente; y en concreto, electoralmente; en el
plano de lo regional en el que la polarización prácticamente no opera; concretamente
en el de las elecciones regionales.
Además de que, esa
inconsistencia de la propuesta de Almagro, se concreta, en que proponer que se exijan elecciones presidenciales
inmediatas. Cuando constitucionalmente están pautadas para el 2018; mientras
que las regionales, previas, lo están
para el 2016; por lo que en no habiéndose hecho entonces; son las que tienen
que hacerse este 2017. Ni siquiera ahora luego del reculado golpe madurista de
la sentencias del TSJ contra la AN; menos todavía; la OEA puede promover la violación de la
Constitución que implicaría exigir cualquier variante de adelanto de las elecciones
presidenciales.
8.- Elecciones regionales
presidencializadas; regresión bipartidizante forzada; trampeada.
.- Con o sin la OEA; las
elecciones que toca hacer ya; que tocaban el año pasado; son las regionales; de
gobernadores y legisladores; y de alcaldes. Que no están condicionadas a la
participación de los partidos nacionales; pues se trata de postulaciones
locales. Sin embargo; tanto lo político-institucional procedimental de
revalidación de los partidos nacionales en el CNE; como la actuación y el
manejo político sintonizado que ambos bloques burocráticos-partidistas hacen de
lo electoral y de ese proceso; es en función de las elecciones presidenciales.
Sin nada en concreto que ver con las regionales; de hecho supeditándolas a
aquellas; reduciéndolas a una simple proyección regional de lo nacional
presidencial.
La reducción de las elecciones regionales a una simple proyección de las políticas
nacionales; además, de impuesta político-burocráticamente; es la negación
compulsiva del derecho electoral ciudadano; con el efecto directo de la
precarización de la representatividad. De que los resultados son de los
partidos no de las comunidades electorales ciudadanas. Y es regresiva: cuando
no se avanza nada o casi, ante la crisis, con solo cambiar el gobierno sin
desmontar el presidencialismo. Preservando
tal cual el mismo sistema de Poder
Las elecciones regionales
están siendo presidencializadas; como siempre; e indicativamente desde 1989
desde las elecciones directas de gobernadores. Pero ahora, como nunca antes con
un alcance partidizante más regresivo y agresivo, ilegal. La relegitimación de
los partidos apunta a una repartidización
compulsiva; forzada; trampeada; impuesta desde arriba; a una reducción de los
partidos políticos nacionales; en una perspectiva de bipartidización inducida sin un verdadero
soporte socio-cultural ni socio-político.
La bipartidización, parcial o “imperfecta”,
como la consideran algunos; que empuja el madurismo; que no todos los chavismos
apoyan porque es contra ellos; en su proyecto del Plan de la Patria; apunta, igual
o pretende apuntar al monopartidismo; madurista; no chavista; con la
eliminación de la mayoría de los partidos chavistas; con Maduro como gran
elector. Hacia lo de “con Fulano, un solo gobierno con Maduro”.
La sintonía de hecho en que
están las principales oposiciones con tal partidización; y nacionalización y
presidencialización de las elecciones regionales; impone prever que de no
producirse nuevas condicionante políticas regionales; el resultado de las
elecciones regionales que vienen; será el
de otro mapa de gobernaciones y legislativos totalmente partidizados.
Un cuadro nacional de gobernadores
partidistas no resolverá nada o casi de
los problemas nacionales; como no se resolvió nada o casi con la AN partidizada que resulto del 6D. De
hecho será aplicar o seguir aplicando; lo de “con Fulano, un solo gobierno con
Chávez”; que es regresar a cuando los gobernadores eran designados por el
Presidente. Ccuando “…un solo gobierno con…(quien sea)”; no es una perversión
regresiva, porque sea con Chávez; o con Maduro; sino que lo sería con quien
sea. Porque el gobernador; o el alcalde; lo será del Presidente o del partido;
no de la gente; de quienes lo eligieron.
9.- Un nuevo sujeto político para rearmar
el país desde las regiones hacia lo nacional.
.- La salida de la crisis
será, de acuerdo a su caracterización y naturaleza reales; a sus mismas
escala profundidad y alcance; estructural; de fondo. Y de su propia
calidad; la política. Llegamos al llegadero, histórico; político; y
derivadamente, económico; con el agotamiento del presidencialismo como
sustancia de la política nacional, Tanto del ejercicio y la preservación del
Poder; como de la lucha por alcanzarlo. Un llegadero y un estancamiento desde
donde no avanzamos sino mediante un salto histórico. Pues, toca es armar el
país que no existe; que nunca existió; el país de las regiones Es la coyuntura para una inflexión histórica.
La salida de la crisis es
política De ella no saldremos sino
políticamente; con una morfogénesis de lo regional hacia lo nacional; Inversa a
la histórica que fue de lo nacional hacia el resto del territorio. Una morfogénesis que tiene que ser promovida y
activada por un nuevo sujeto político, desde una nueva instancia política y con
una nueva forma de hacer política.
10.-
Las regionales y la crisis interna de los chavismos.
.- La crisis y la lucha
interna entre los chavismos; y, como se evidenció con la torta de las
sentencias del TSJ; dentro del madurismo y el mismo gobierno militar-cívico; paraliza
a Maduro y el madurismo; particularmente en cuanto a decisiones políticas frente
al caos nacional inercial en que estamos.
Mientras entre los chavismos
no haya algún acuerdo interno; sobre el liderazgo, la reelección de Maduro y el
control completo por el madurismo del sistema electoral; un acuerdo impensable
pues sería el harakiri del resto de los chavismos: en las condiciones actuales; motu propio el
madurismo hará todo lo posible por que no las haya; rodándolas como hizo en el
2016. Partiendo de que; sin relativismos; hoy, por su control burocrático del
CNE; es Maduro quién decide si hay o no elecciones; cuándo, cómo.
A contrapelo de tal manejo
absoluto de lo electoral por Maduro; elecciones; regionales primero; este año;
aparte de las presidenciales; las habrá en
la medida de que se les impongan. En la medida de que se active una nueva
correlación sociopolítica de poder, nacional, despolarizada; que confronte el autoritarismo
totalitario madurista, desde la base de la sociedad; no de las cúpulas oposicionistas.
Y que la presión nacional; política, de la gente; tienda y alcance su punto de “masa crítica”. De forma que, puesto contra la pared; tenga que hacer elecciones.
Entonces; en la
in-institucionalidad y la asimetría absoluta en cuanto a poder fático en que
estamos; además de lo arriba dicho; porque no hay con qué; la prioridad no es;
no puede ser; sacar a Maduro
La prioridad, entonces, es
crear las condiciones y acumular, armar, la capacidad social para confrontarlo eficientemente; en tal caso, para
sacarlo o imponerle que se vaya. En
concreto para imponerle que haya las
elecciones regionales. Y en condiciones de transparencia suficiente.
Maduro y el madurismo No van a salir por un golpe militar; ni por
“la calle” de las retoricas de las burocracias y candidatos presidenciales de
la oposición; “la calle” que no es la de
la gente, sino de ellos. Ni va a salir por una insurrección, u otro “caracazo”;
que, en tal caso ya se hubiera producido
o ya se estaría produciendo. Ni por invasión de Trump ni bloqueo internacional
ni aislamiento ni que el petróleo siga bajando y se le siga cerrando el financiamiento
internacional Ni porque en llegándose a aplicar la CD; sea suspendido de la OEA.
A Maduro lo va a sacar la gente desde su calle.
11.-Motu
propio Maduro no va a ninguna elección con este CNE. La mayoría de los
chavismos es antimadurista.
.- Maduro y el madurismo se soportan; primero; en la sociedad cívico-militar para la militarización del manejo
concreto de la renta; base principal del poder fáctico que tiene; pragmática;
crematística; segundo; en la
partidización absoluta de todos los poderes; tercero; ya en el postchavismo; en alianzas circunstanciales oportunistas
con chavismos antimaduristas; cuarto;
sobre el negocio y la corrupción administrados; y quinto; en el control partidista; de las nóminas públicas; un
control, muy incómodo y precario, al tenerlo que compartir con los chavismos el PSUV y el GPP. Sociopolíticamente está en el aire, No cuentan
ni siquiera con el apoyo de las bases y el activismo medio chavistas;
mayormente antimaduristas; que aunque ya
no se ve en las calles en las mediciones electorales anda cerca de un 30%; el chavismo.
Mientras el apoyo concreto a él está en
un 10%.
El madurismo se maneja en el
escenario de unas elecciones generales en el 2018; con una correlación
partidista determinada por los resultados de la revalidación de los partidos. Con
un solo partido chavista y varios de oposición. Habrá que ver entonces; pero hoy,
con el actual CNE, no se atreve a ir a ni ninguna elección; ni regional ni
nacional; sabe que la pierde seguro. Como perderá las presidenciales; sin
contar, como hoy ya no cuenta; ni posiblemente contará entonces; con el control
total del sistema electoral; que el chavismo, unido, tuvo y manejó
discrecionalmente, incluso hasta el 2013. Además está consciente de que las
bases chavistas fuera del control de las burocracias; se activarán regionalmente
y votarán, contra Maduro en cualquier elección sea regional o nacional.
En el 2012 cuando la segunda
reelección de Chávez; cuando hizo separar las elecciones presidenciales
regionales y locales; pese al liderazgo y control absolutos que tenía sobre
todos los chavismos; no pudo evitar que en unos diez estados se postularan a
las gobernaciones candidatos chavistas disidentes; en contra de sus candidatos
designados directamente por él. Si entonces las cúpulas chavistas; todavía unidas;
no pudieron controlar políticamente las insurgencias y beligerancias de las
bases y cuadros medios chavistas; el madurismo, hoy; bailando en el tusero de
chavismos en que está; es impensable que lo logre. Por cierto; Igual que las
cúpulas de las oposiciones.
Para que Maduro; por su propia
decisión; vaya a cualquier elección; requiere haber resuelto dos cuestiones
internas duras. Una, la unificación
en torno a su liderazgo y su reelección de las burocracias chavistas. Dos, tener el control completo del CNE.
12.- Activar la movilización y el
debate ciudadanos sobre el Poder. El momento de la despresidencialización; de
la regionalización; del ejercicio de la soberanía ciudadana.
.- La coyuntura de crisis
total en que estamos es el punto extremo; sin retorno, del agotamiento del presidencialismo y el centralismo que han
sido nuestra historia republicana. Llevados, o intentado llevar al extremo en
el delirio pseudo-revolucionario, absolutista, chavista. Una historia de
negación total de todo lo que no reforzara el Poder factico centralizado o no
se supeditara a él. De manejo discrecional autoritario del país por los
caudillos y mesías; militares y civiles; de las burocracias cúpulas y los factores de Poder asociados a ellos.
Y, determinantemejte; de negación política absoluta el arrase de lo regional y local; y del
ciudadano y la soberanía ciudadana.
Y tiene, la coyuntura, la
necesidad morfogenética de un salto histórico; hacia una sociedad de ciudadanos; de dinámicas
políticas regionales; específicas, endógenas; y locales. Bases determinantes de
lo nacional moderno.
Este es el momento de la gente; del ciudadano haciendo por
ejercer real e integralmente su soberanía sobre el Poder; sobre el
autoritarismo; sobre la gestión y manejo públicos de sus asuntos. No es el
momento de burocracias nacionales ni oficiales ni oposicionistas; de jefaturas
ni de supuestos líderes nacionales por designación; de candidaturas presidenciales. Por el contrario
es el momento, de la ciudadanización y la regionalización de la política: en
concreto, inmediatamente, de la política regional; y en perspectiva; de su
proyección nacional. Es el momento de la despresidencialización; obvia e inicialmente
de la política regional; y más allá y a partir el ella; de la
despresidencialización de la nacional.
De reducir y achatar al poder la Presidencia de la República
13.-
Elecciones regionales; debate y proceso
constituyente originario regional.
.- La perspectiva concreta; es
de que las burocracias de ambos bloques; sintonizados con el CNE; impongan que
político-institucionalmente las elecciones regionales no sean sino una simple proyección
neta de la polarización nacional Entonces, el sentido de la acción ciudadana de
base sería el de darle; incluso desde ya; en esta fase de pre-regionales; el
carácter de un proceso constituyente originario, regional. De debate ciudadano
regional sobre el Poder y lo regional; y la activación cuantitativa y cualitativa
de poder y la capacidad político-organizativa de base ciudadanos; regional y
local; para confrontar políticamente tanto el Poder Central Nacional; como sus
derivas de las imposiciones de las burocracias nacionales. Y para manejar soberana y ciudadanamente todo el
proceso electoral; regionalizado.
Confrontar el Poder en general;
el poder en todas sus variantes y niveles; inmediatamente se concreta en la
confrontación del autoritarismo madurista; hacia ponerlo políticamente contra
la pared; incluso enfrentado por las
propias bases chavistas. En el marco de
la crisis nacional; bajo los
efectos de la intensificación de las contradicciones en sus luchas por el poder
interno.; hacia que la crisis interna de los chavismos y del bloque chavista se
acerquen a su “masa crítica”.
Las elecciones regionales; cuando
sean; preelectoralmente; son un marco
para el debate y la activación de las subjetividades y las fuerzas regionales;
hasta independientemente de lo específicamente
electoral. Para promover consensos y convergencia. despolarizadas de
bases contra todo autoritarismo y burocratización de la política;
circunstancial e inmediatamente contra el autoritarismo madurista. Pero no solo
contra él
14.- El nuevo sujeto político La
Agenda Ciudadana. El debate ciudadano sobre lo regional.,
.- El tema de fondo, no es lo
electoral regional; sino LO regional La agenda; en el fondo; no es para
las elecciones regionales sino para el ejercicio de la soberanía ciudadana sobre
lo regional; y a partir de ello; sobre
lo nacional. El sujeto político no son las burocracias partidistas; sino la
gente, las bases ciudadanas.
Entonces; el tema no es el de los
candidatos; sino de los electores; no es el de lo que van a hacer las
burocracias partidistas; sino de lo que hagan las bases ciudadanas y sus mismas
bases militantes. El tema es que la gente, los ciudadanos elijan; que dejen de
ser solo votantes y sean verdaderos electores. que sean quienes determinen; desde la “a”
hasta la “z”; toda la dinámica y la
concreción del proceso del que deben salir los gobernadores y legisladores; y
alcaldes. Desde determinar quiénes se acepta que se postulen; pasando por a
quienes se apoya; hasta finalmente determinar por quienes se vota Y sobre
cuales compromiso y agenda de gestión regionales se avalan ciudadanamente como candidatos.
Todo sobre haber armado la gente; y hecho comprometer con ella a los
postulados; la Agenda Ciudadana; base de lo que se quiere que sea la gestión de
quien resulte electo, De forma que los gobernadores electos lo sean realmente de
la voluntad ciudadana; y garanticen responder a la voluntad y expectativas regionales
y locales de la gente. Partiendo del
debate ciudadano sobre el Poder y su relación concreta con el ciudadano, con la
gente; con la región con el municipio;
con su vida concreta. Sobre las
relaciones de Poder del municipio y el estado; de la región; con el poder
central; con el Presidente. Hacia dimensionar lo regional y emparejarlo con lo
nacional.
No es ni la cuestión de los
jefes nacionales ni de los candidatos presidenciales; sino de los dirigentes y
activistas, de las organizaciones y movimientos locales y regionales; del nuevo
sujeto político; la gente; asumiendo su protagonismo y soberanía y armando su
propia capacidad fáctica de base; originaria. Para lo pre-electoral, inmediato; lo de ya,
todavía no-electoral; para lo electoral; cuando sea;, y, sobre todo para lo político-no-electoral
y lo postelectoral; para el ejercicio permanente continuado de la soberanía
determinación y control ciudadano permanente sobre la gestión pública regional
y local.
Un debate ciudadano sobre la
región y la regionalización; para la regionalización. Sobre el centralismo y la descentralización;
para la descentralización. Sobre la
concentración del Poder y la desconcentración; para la desconcentración del
Poder. Sobre el presidencialismo y la despresidencialización para la
despresidencialización. Sobre el
partidismo y la despartidización; para
la despartidización / Sobre el ciudadano y la ciudadanización.
Caracas abril 2017.-
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