.- Parte I/IV .-
.- ELECCIONES REGIONALES Y CRISIS NACIONAL.
.- Los venezolanos no elegimos; solo votamos.
Si aún cabe hablar de “derecho natural”; el de decidir sobre las
determinaciones que afectan su vida, personal comunal contextual; sería un derecho, “natural” de
toda persona. O sea, elegir, para decidir quién gobierne, sería un “derecho natural”. Aunque; independiente de
doctrinas jurídicas y demás; decidir o, elegir, sobre las condicionantes de su
propia existencia, es un derecho no solo porque está en la Declaración
Universal de los Derechos Humanos; o en la Declaración Mundial de los Derechos
del Ciudadano, etcétera. Ni, en nuestro caso, porque está en la Constitución.
Sino porque es consustancial a la condición humana; porque, al solo existir, se tiene. Algo sobre lo que
hoy ya no hay ninguna duda ni discusión; al menos en la racionalidad global en que
hoy vive y se ordena la mayoría de la Humanidad .
Votar no es elegir; es solo
escoger entre opciones. Y cuando quién vota no participó a consciencia y
voluntaria y libremente en la determinación de dichas opciones; el votar compulsionado
se concreta en la negación de su derecho a elegir. Los venezolanos no ejercemos
el derecho de elegir; en Venezuela, solo votamos; no elegimos. Aunque como en todas las anteriores, en la novísima
CRBV, también se consagra que “La Soberanía reside en el Pueblo…”; su ejercicio,
ambiguamente, sin mencionar elección, se concreta en el voto; y aunque se
establece que es “intransferible”. Pese a que
un voto que no elige, como en general en nuestro caso, es la peor, la
más perversa variante posible de transferencia compulsiva de no-ejercicio de la
soberanía.
.- Suspender las regionales seria la negación, una más, de la soberanía
ciudadana.
La pretensión, por parte de
sectores de ambas burocracias, de suspender las elecciones regionales de fines
de este año, según, por parte de la MUD, para que se realice el Revocatorio; y
del GPP por otras razones; implica que el derecho a elegir y hasta a votar,
universal de todos los venezolanos; se supedita discrecionalmente a los
intereses y expectativas de los factores nacionales de Poder que la promueven;
y al ejercicio del derecho de la parte del país en que se apoyan. Tal
suspensión sería, nada nuevo ciertamente, la negación del ejercicio de la
soberanía ciudadana de todos los venezolanos; a designar gobernadores y
legisladores, en los lapsos concretos pautados en la CRBV. No solo de los que, por
sus razones y en su derecho; cosa de ellos; asumen voluntariamente no
ejercerla.
A los ciudadanos de cualquier
tendencia identificación o filiación nos
toca rechazar cualquier variante de suspensión de dichas regionales; sea
cual sea el pretexto. De darse un evento sobrevenido; el caso específico del
Revocatorio; previsto pero no concretamente pautado constitucionalmente; su
eventual realización, tiempos, procesamientos, etcétera, sean cuales sean; debe
supeditarse a la legitimidad y la prioridad
es de las elecciones regionales.