.-* Se lo sacudió sin
liquidarlo.
Hubiera apostado a que
Diosdado Cabello no repetía en la presidencia de la AN; siendo el objeto del
cuarto sacudón de Maduro en su línea de imponerse como la cabeza mayor de todos los chavismos. Se lo sacudió; pero sin
liquidarlo, al menos inmediatamente; poniéndolo en una situación similar a la
que están Ramírez y Jaua, que siguen,
sí; pero solo como personal de apoyo; cada vez con menos presencia política; sin
poder fáctico concreto. Cabello sigue presidiendo el Parlamento; pero, como hasta ahora, con dos vicepresidentes
maduristas. De hecho y, según, sigue, porque Maduro lo concedió así e impuso; decidió volverlo a
poner. Por encima y en contra de la opinión de buena parte de los
parlamentarios chavistas; particularmente de los maduristas; entre los que,
además, varios aspiraban, con más credenciales y bases que él. De acuerdo a
fuentes chavistas, que Darío Vivas y Blanca Eckuod no aceptaran repetir; fue,
primero, porque, concretamente Vivas, aspiraba a presidir la AN; y, segundo,
porque rechazaron seguir siendo vicepresidentes
con Cabello.
Y no es ningún triunfo de él
ni de la Derecha Endógena; ni siquiera resultado de una negociación. Sino que
fue una fórmula de bajo costo político. Con la que, por una parte el Madurismo
evitó una confrontación interna con el 4-Febrerismo; al dejar, abruptamente, en un limbo absoluto al vicepresidente del
PSUV puesto por Chávez. Por otra parte, se soslaya la movida cuestión de los varios
aspirantes chavistas a la presidencia parlamentaria. Que, además, no fue
anteriormente, ni menos es ahora, el centro de la confrontación interna entre
chavismos. Esa confrontación, de principio a fin, fue por el control general de
los poderes en el proceso de su llamada,
“renovación”; concreta y prioritariamente por el control del CNE, primero; y
segundo, de la CGR.
.-* Cabello en las AN,
Ortega en la FGR, Hernández rector suplente en el CNE.
La presidencia de la AN, con
el control burocrático que tenía, fue utilizada por Diosdado para armar su
estrategia de control, por el 4-F ,de esos entes y de aumentar su presencia en
el TSJ. En función de garantizarse la mayoría de parlamentarios chavistas a
elegirse en el 2015. Y de cubrirse las espaldas de eventuales acciones “anticorrupción”
promovidas y manejadas desde otras cúpulas chavistas; en contra de grupos
partidista-empresariales cívico-militares vinculados a ese chavismo. Se conoce lo
que pasó; de acuerdo al análisis contenido en mi escrito, de diciembre pasado, “Renovación madurista de los poderes;
triunfo pírrico, derrota política” que invito a re-leer. El M bloqueó la
estrategia 4-F, impuso su control del CNE y de la CGR; dejando o conviniendo dejar pasar solo
la designación de la FGR y la de un rector-suplente; precisamente la del
candidato de Cabello y Ameliatch a presidir el ente electoral.
Mismos sentido y lógica
políticos asumidos por el Madurismo para aceptar re-designar a Ortega en la FGR
y designar a Hernández a solo una suplencia electoral; aplica a la
re-designación de Cabello en la presidencia de la AN. Igual que para evitar llevar la confrontación al
punto de “todo o nada”, de exterminio, en los casos referidos de la “renovación”
de los poderes; hizo concesiones de bajo costo político en los menos importantes.
Así en el parlamento.
.-* 2014: los dos
fracasos de la Derecha Endógena
De la confrontación interna de
chavismos, con las oposiciones siempre pintadas de la pared; y su remate de la re-designación
de Cabello en la AN; Maduro y el Madurismo son los ganadores relancinos. Sin
que tengan un liderazgo real; sí han logrado el reconocimiento o la aceptación de la
jefatura y la preponderancia sobre los restantes chavismos. Y que son quienes tienen
el control de la dinámica político-institucional.
En este pasado 2014,
determinado totalmente por la confrontación interna entre chavismos; en que se lanzó a desestabilizar el país y poner a
Maduro “en tres y dos”; a imponerse como
verdadera sucesora de Chávez; la Derecha Endógena fracasó doblemente. Fracasó,
primero en la calle; cuando su “contraofensiva fulminante antifascista”, fue
derrotada desde el MIJP y el MD en marzo y abril. Y ahora en noviembre y
diciembre cuando la “renovación” de los poderes y de la AN que fracasó;
teniendo que conformarse con posiciones
concedidas por conveniencias circunstanciales.
.-* Maduro, el menos
minusválido, es el jefe.
Maduro es el presidente del
PSUV, ciertamente. Pero el manejo y control partidista lo tienen y operan el
4-F, concretamente Cabello y Ameliatch. Durante octubre y noviembre movieron mucho
los procesos internos hacia las designaciones de las candidaturas a diputados
en todo el país. En la reunión con
ministros y gobernadores del pasado 4E, sin que viniera al caso, anunció que el
PSUV haría primarias para que las bases, etcétera, designaran sus candidatos
para las elecciones del 2015. Hacer tal anuncio, no era a él, sino, en tal
caso, a Cabello o a Ameliatch a quienes tocaba. Que lo hiciera evidentemente
fue para ostentar que es no solo el
Presidente de la República, sino también el jefe del PSUV y el líder máximo del
chavismo. El heredero de Chávez; depositario de su legado.
Que en la enana pelea interna
entre chavismos; entre “chingos y sin narices”; Maduro y el Madurismo se haya
impuesto a la Derecha Endógena, al
4-Febrerismo, controlando casi totalmente los poderes; no significa sino
que en la confrontación burocrática el políticamente menos minusválido, se
impuso al más minusválido. Lo que no tiene que ver nada con liderazgo alguno;
ni siquiera con verdaderas jefaturas. Hoy ni siquiera una quinta parte de los
venezolanos; ni un 20%; se identifica con el chavismo. La minusvalía de ambos se
hizo patente en dos eventos promovidos como pruebas de fuerzas por cada uno;
por el Madurismo el 15D la “Gran marcha antimperialista en rechazo a las
sanciones…” ; y por el 4-Febrerismo las “elecciones internas” del PSUV en Julio.
En la Avenida Bolívar la gente traída en miles de buses de todo el país no
llegó a medio llenar tres cuadras. Mientras que a los casi 2.000 centros de votación psuvistas no se
presentó ni el 10% de más de los más de 7 millones y medio que le correspondía
votar.
.-* Ya en el post-chavismo, Maduro
concentra tanto poder como Chávez.
No es nuevo; solo que ahora ya
en el 2015, es más panorámico; y, digamos, sorprendente; que sin relativismo alguno, los chavismos
controlan todos los poderes. Y que, el madurismo, primado chavista, hoy dispone
de una anuencia político-institucional, operativamente, absoluta; equiparable a
la que tuvo Chávez. Sin tener con qué;
guardando las distancias; y además en el marco de la mayor y más profunda, total, crisis de nuestra
historia; Maduro tiene tanto poder fáctico, tan discrecional, como el que él
tuvo. Aparte de que no sepa que hacer con él. Lo que tiene significación e
implicaciones de largo y profundo
alcances políticos.
La morfogénesis del
autoritarismo de Chávez; y de su mesianismo; es clara; lineal. Se enmarca y explica
en la trasmutación, desde los noventa, del puntofijismo en chavismo. Pero
agotado el chavismo y ya en el postchavismo luego de la diáspora de los
chavismos por su muerte; es sorprendente que se esté volviendo a dar una
concentración de poder sin precedentes, como la que se dio en los últimos diez
años a partir del 2004. Y, sin un mesías; todavía; sin embargo de lo que se promueve el
Madurismo; al menos en intensión, con la misma pretensión hipostásica con que
se promovió y hasta llegó a darse el chavismo; entonces, con Chávez.
Vale destacar que el
dimensionamiento mediático de Chávez y su sin precedentes concentración
absoluta de poder fáctico; enmarcados en el desmantelamiento y la
desmoralización del país por el Puntofijismo; estuvo condicionada favorablemente
por circunstancias económicas, realmente, sin parangón. Y por una larga
coyuntura geopolítica, particularmente continental; que le fue absolutamente
propicia. Todo lo contrario y opuesto a las condiciones, económicas,
socioeconómicas, políticas y sociopolíticas, en que Maduro y el Madurismo se
estabilizan en el Poder y lo concentran sin ni siquiera dificultades
importantes.
.-* Crónica de un 2015
anunciado en el que nada va a cambiar.
Aparte su dimensión
estructural; inmediata, coyunturalmente, tal concentración de Poder en Maduro
se proyecta en dos sentidos principales.
Uno, en el de la gestión de gobierno y la gobernabilidad. Disponiendo
del control de todos los poderes públicos; además de la renta, de la violencia
institucional y los medios de comunicación; sin contraposición concreta; ni
oposición ninguna; nada explica, ni al país, incluidos los mismos chavistas,
que no gobierne. Que no haga un gobierno; cualquiera; capitalista o socialista
o revolucionario, bolivariano, o
chavista; el que sea. Que el país esté paralizado, que siga paralizado como
está.; y cada vez más. Mientras de Maduro y su gobierno, como respuesta a la
crisis; no haya sino retórica, anuncios
de anuncios; y denuncias y llamados de
alerta contra supuestas amenazas e inminencias.
La convocatoria sobre la
marcha, luego del remate en el TSJ de “la renovación de poderes” a todos los
gobernadores y alcaldes; “a todos”; por Maduro; pareció indicar que se
reactivaría el diálogo nacional saboteado en los medios y la calle por la
Derecha Endógena, en marzo pasado. Que se trataba de un nuevo intento, ahora
asentado, estabilizado en el gobierno,, de lograr alguna gobernabilidad, de frenar
el deterioro e impulsar la reactivación de la vida y la economía nacionales. El
país ve como todo se reduce a otra cotorra, a la misma de siempre, interminable;
a nada.
El otro sentido en que el control total de los poderes es
determinante es el del cuadro y la dinámica políticos de este año 2015;
concretamente de las elecciones parlamentarias. Cuadro en el que todo está
definido; en el que no hay ninguna incógnita que resolver. Y del que los
resultados están ya cantados. Con un CNE, empeorado partidistamente; ahora más chavista; habrá los cómputos que le
garanticen a los chavismos una AN, ni siquiera con la correlación actual,
electa manipuladamente en el 2010; sino que con la mayoría absoluta. Lo
previsible es que todo siga básicamente igual.
De la lúcida comprensión; nada
que ver con las politologías habituales chavistas ni no-chavistas; de tales dos
incidencias inmediatas de esa concentración de poder; de su relación entre
ellas; y en conjunto con la estructura de fondo de la crisis nacional que las
condiciona; será que eventualmente se dé un impulso de cambio.
Caracas enero del 2015.
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