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La AN del 2010 fue igual a la del 2005
El año próximo es 2015; habrá
elecciones parlamentarias. Se elegirán nuevos diputados a una Asamblea Nacional,
(AN), que sustituirá a la actual electa en el 2010.Tanto los chavismos como las
oposiciones, se movilizan para armar sus fórmulas candidaturales; anticipando,
cada quién, que ganará. Y que, la nueva
AN, según, “profundizará la revolución”; o, “creará las condiciones…”,
etcétera, para salir de la crisis en que estamos.
Para las oposiciones, en
general, la AN que resulte de las elecciones del 2015, con una correlación
político-partidista diferente; será la, base para la reconstrucción nacional. Lo
que supone que será diferente a la
actual. Y, obviamente, a la anterior, electa en el 2005, con una participación solo
de no más del 20% del electorado. En el 2010 la MUD llamó a votar masivamente
para demostrar que el país mayoritario rechazaba el autoritarismo; que el
instrumento para salir de él sería la
nueva AN; la actual; que se constituiría
como expresión de esa mayoría. Efectivamente, la gente votó masivamente. La abstención
se redujo a un 40%. Se evidenció en la calle y las urnas, que, la mayoría de
los venezolanos rechazaba al chavismo; votando
más por los candidatos de oposición que por los chavista. Sin embargo de lo que
la AN resultó mayoritariamente chavista
No hace falta detallar qué y
cómo pasó. Es bien sabido. El CNE-SMARTMATIC, re-territorializó la
administración del fraude; mediante lo que, con más del 50% votos contra el
chavismo, resultó una AN 60% chavista. Pero si vale destacar que con una
fracción de oposición que resultó de más del
40%; un porciento que en cualquier contexto sería determinante; la
actual, no fue diferente ni mejor ni significó avance ni cambio alguno;
comparativamente con la anterior de 100%. parlamentarios chavistas. Y, no solo
que con esa asamblea nueva no hubo avance desde el 2010; en ningún plano de la vida y
realidad nacionales. Sino que por el contrario, la crisis general se profundizó
y redimensionó imparable; hasta el punto de que el rechazo nacional al régimen
chavista, hoy chavista-madurista, es absoluto; mayor al de entonces; hasta en
las mismas bases chavistas. A pesar de lo que los parlamentarios de oposición
son ignorados, acosados y despojados a
discreción de su fueros por la burocracia parlamentaria oficialista.
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Y, previsiblemente, la del 2015 será peor.
No es inducir, menos proponer abstenerse.
Pero de acuerdo a los indicios; todo será repetir el 2010. Nada
ha sucedido; ni previsiblemente,
sucederá ni se hará, para que el proceso y los resultados sean diferentes. De manera que, hasta ahora; de las elecciones
parlamentarias del 2015 resultará una AN con una fracción parlamentaria
chavista, posible hasta mayor que la actual; con los dos tercios. Con un apoyo
real, incluso menor que el que el chavismo tuvo entonces. Pues, no teniendo estas próximas elecciones, la condicionante
incidencia mediática que aquellas si tenían en las presidenciales del 2012; el
CNE-SMARMATIC, en esta ocasión no minimizará el fraude que necesite hacer para
reducir hasta donde sea la votación antichavista; e inflar hasta donde sea la
chavista.
.-*
A pesar de todo; ya en el 2010, sin la re-territorialización del fraude, el
chavismo perdía la AN
Sin embargo de que todo parece
indicar que de las parlamentarias del
2015, resultará una AN similar o peor que la del 2010; las condiciones
coyunturales son totalmente diferentes y opuestas a las de entonces. A pesar de
la derrota en el 2007 de la Reforma Constitucional; y de la mengua sostenida en que ya era evidente
que estaba; entonces, todavía, el chavismo era una realidad, aparentemente
abrumadora, omnipresente. Existía como tal; con
Chávez como referencia absoluta, pontifical;
aunque como un aglomerado heterogéneo e incoherente unido en torno a él. El gobierno disponía de
una renta petrolera cómoda para su
clientelismo interno y externo y lograr la estabilidad política y social; a
pesar del impacto negativo que causaban en la economía sus sucesivas radicalizaciones estatizantes. Frente a él; la oposición, era igual otro
aglomerado de candidatos, franquicias electorales, y agentes de los factores de
poder; pero sin aglutinante. Una oposición,
desmoralizada y desconcertada; sin soporte social real; atrapada en la polarización mediática que
sustentaba la estrategia de Chávez; en la que se involucraba a fondo. Había una
asimetría absoluta: El poder prepotente concentrado como nunca en nuestra
historia; frente a la debilidad y la incapacidad, no más que refunfuñante; de
lo que pretendía ser la expresión del
antichavismo nacional.
Esa asimetría absoluta,
promovida por el chavismo y asumida hasta abiertamente en la oposición; tenía mucho de mediático. Y se enmarcaba en algo
de lo que, aparte su manipulación mediática, en las cúpulas y los laboratorios chavistas, había plena
consciencia. Estaban conscientes de que
si se contaban de verdad los votos, de que si no implementaban el fraude suficiente, perdían.
Lo que explica la obscena manipulación pre-electoral de re-territorializar los
circuitos y centros electorales; para de todas formas, con menos votación que
la oposición, sacar más parlamentarios.
.-*
Hoy en el post-chavismo; los chavismos están en peores condiciones que las
oposiciones.
Hoy, en perspectiva de las
parlamentarias de 2015 la situación es diferente. Si no está completamente invertida
la correlación de poder de entonces; entre el chavismo y la oposición no hay aquella
asimetría; sino hay es un emparejamiento; una simétría. La oposición sigue
siendo, básicamente la misma; y en aspectos hasta ha retrocedido; cierto. Pero el
chavismo del 2010, ya no existe. Ya en
el post-chavismo, lo que hay es chavismos; en plural, y, en general, sin casi
nada que ver ni en común entre sí. Algunos, los que a la muerte de Chávez
quedaron con poder, en lucha a muerte
entre ellos. Los más, haciendo por sobrevivir.
La actual correlación
político-institucional, de poder; pareja, entre chavismos, y, antichavismos, u,
oposiciones; no es resultado de que estas hayan mejorado determinantemente en estos
cinco años; aunque haya algunos avances. Sino de que el chavismo, muerto Chávez
y demostrada la imposibilidad histórica del “chavismo sin Chávez”; ahora sin el
aglomerante que él fue; está reducido, igual que la oposición, a un reguero de
candidatos grupos y franquicias clientelares y electorales; balanceándose o
pululando alrededor del Poder. Con la
única diferencia, con respecto a las
oposiciones, de las retóricas pseudorevolucionarias, ya, absolutamente huecas.
En el 2010 a la oposición, a
pesar de las conmocionantes primarias que armó la MUD; le costó conformar las
fórmulas candidaturales unitarias con
las que logró la exitosa aunque birlada votación parlamentaria que tuvo; y que,
estando previsto, el CNE-SAMRTMATIC estratégicamente reconoció. Mientras el
chavismo; PSUV-GPP; con el dedo designatorio de Chávez; según, su gran y
envidiable ventaja y “superioridad política”; armó sus planchas “unitarias”, de
acuerdo a la retórica, casi “perfectas”, sin problemas importantes evidentes.
Fáctica y operativamente; el chavismo con el liderazgo de Chávez; estaba
sobrado; frente a la trémula y en crisis crónica MUD.
Hoy, llegar a fórmulas unitarias
de las oposiciones va a ser tanto o más difícil que en aquella ocasión; cierto.
Pero también, a diferencia de entonces, a los chavismos, le será, más que difícil,
prácticamente imposible. Y en la medida de que logren alguna unidad; será
sectaria y excluyente; con un altísimo costo político.
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La lucha por la hegemonía interna chavista es a muerte
Desde la muerte de Chavez, la
política nacional tiene su epicentro en la crisis interna y en la lucha a
cuchillo por el Poder entre los chavismos; un “topo a todo” que en este momento
se polariza entre Maduro y su proyecto del Madurismo; y la Derecha Endógena, de
Cabello, Ameliach y el 4Febrerismo.
Maduro utilizando, a discreción los recursos del gobierno para
imponerse. La derecha endógena enseñoreada en la burocracia del PSUV y de las
gobernaciones y alcaldías que controla. Los restantes chavismos; incluso los de
más cuerpo y con bases concretas propias; “Redes”, “Tupamaros”, ”Círculos
Bolivarianos”, “Marea Socialista”, “Colectivos”, etcétera; u orbitan alrededor
de alguno de los polos internos; o yerran sin polarizarse en la diáspora
chavista. Pero pendientes en todo caso; todos, incluidos los “aliados” del Gran
Polo Patriótico, (GPP); de que la confrontación polarizada en esta coyuntura es
por el control total de los entes del
poder electoral; cuyo manejo, ahora sin Chávez, no apuntará, centralmente ,
como antes contra las oposiciones. Sino internamente contra los demás chavismos.
En la polarización interna por
el control del Poder Electoral; no habiendo ya un “chavismo”, sino chavismos;
dos de ellos movilizados hacia imponer
su hegemonía; no se negocia con “el chavismo”; sino con un chavismo;
de hecho, en contra del otro. Al negociar y convenir con uno de los dos, se le
hace el juego; se entra a ser un factor a su favor en la lucha interna. Lo que,
inédito, cierto, pero real; puede, precisamente ser la clave para imponer
su hegemonía. Hasta el punto de que en la lucha interna chavista, a muerte por el
control del Poder Electoral, hoy; tenerlo parece la única garantía
concreta de sobrevivencia. El chavismo que no lo tenga; sea el Madurismo, sea
la Derecha Endógena; cuestión de tiempo; terminará liquidado. Dicho de otra
forma; “la cuña chavista del mismo palo” que tenga el Poder Electoral; será el
que quede; y desbastará al otro. Si no, que lo digan las disidencias
electorales del chavismo; contra las que Chávez fue implacable; y a las que el
CNE-SMARTMATIC, trampeó más que a la oposición. Más concreto todavía: la posibilidad
de que en un plazo siga habiendo chavismo;
depende de que uno de los dos que hoy polarizan internamente, imponga su
hegemonía.
Nada indica que las
oposiciones parlamentarias tengan consciencia de los efectos concretos, y
aportes, de su involucramiento en el
proceso de las postulaciones; manipulado por los chavismos. De que sin ese involucramiento,
sin ese aporte, negociado de alguna con alguno ellos; pudiera ser que ninguno
se impongo; al menos sin una fuerte y peligrosa crisis política.
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Para el control del Poder Electoral ninguno tiene con qué imponerse
En la confrontación por el
control del Poder Electoral, el Madurismo y la Derecha Endógena manejan la misma secuencia estrategia de
eventos en que tienen que maniobrar para irse imponiendo. A partir de
que hoy, sin Chávez; ninguno tiene
suficiente con qué imponerse de entrada. El que sea tiene que maniobrar mucho.
Ninguno tiene mayoría real en ninguna instancia; ni superioridad fáctica ni
político institucional, utilizables a discreción. Tanto que, ninguno controló la inscripción de casi 500 aspirantes al TSJ y al CNE; ni parece
controlar el conjunto ni la mayoría de los parlamentarios chavistas. De forma
que tampoco tiene garantizadas, ni las postulaciones,
ni las votaciones en la plenaria de la
AN. Según los indicios y apreciaciones; la misma falta de “línea” con
que se multiplicaron sin control las inscripciones de aspirantes chavistas; previsiblemente la habrá para las
postulaciones en los Comités; y, en las
votaciones de los parlamentarios para
las designaciones.
La derecha endógena, tiene tan
poca base sociopolítica real, como Maduro; incluso menos. Y es objeto de un
rechazo absolutamente mayoritario interno; como se evidenció en las últimas
elecciones internas. Su soporte son las burocracias cívico-militares regionales
y locales; las nóminas públicas; y el aparato del PSUV; que hoy trata de
convertir en una estructura partidista bajo su control absoluto. Cuantitativamente,
en la confrontación por el Poder Electoral, está tan colgada como aquel de los hoy
impredecibles chavistas concretos que conforman los organismos en que se
procesan las decisiones; específicamente, de los parlamentarios. Cuantitativamente
ninguno tiene garantizado que la fracción parlamentaria, ni siquiera mayoritariamente
siga una línea determinada Sobre todo si el voto fuera secreto; según una idea
que corre en los círculos chavistas de la AN.
Sin embargo, la derecha
endógena, dispone de una ventaja circunstancial, a lapso fijo; de la que está haciendo uso abierta y agresivamente. La
presidencia de la AN, de la Comisión Legislativa y la jefatura de la fracción
chavista; con el poder político y el control operativo que tienen; están en sus
manos. Pero; solo hasta diciembre. Para Enero para el arranque del nuevo
período legislativo, se designarán nuevos directivos; presidente y
vicepresidentes; para los que, se sabe que la mayoría parlamentaria chavista,
rechaza la reelección de Diosdado Cabello. Lo que, en neto, significa, que él y
la Derecha Endógena que jefaturea con Ameliach
no tendrán el control y manejo de la AN que hasta ahora tuvo. Y, mediante
los que ha manipulado, precisamente, todo lo relativo a la renovación del TSJ y
el CNE.
.-*El
discurso anti-oposición, de la Derecha Endógena, envuelve su estrategia
anti-maduro.
Declarado abiertamente por
Cabello; el escenario en que se mueve la Derecha Endógena que ha controlado
burocráticamente la etapa parlamentaria de la designación de magistrados y
rectores; en una secuencia y prelación
claramente direccionadas, el proceso tiene
dos fases. Una primera, prelativa obviamente; la designación de nuevos magistrados, para la renovación concretamente
de la Sala Electoral del TSJ. Y una segunda, la selección, por ésta, de los
rectores al CNE. A partir de la anunciada por Cabello mismo, declaración de la “vacatio legis” u “omisión
legislativa”, por el TSJ. Luego de la casi 100% segura imposibilidad de que en
la AN se conforme la mayoría calificada requerida
para designarlos en ella. Imposibilidad atribuida a la falta de consenso con la
oposición parlamentaria; pero que igual
estaría causada por la falta de consenso dentro de los parlamentarios
chavistas.
Una primera vista de lo que
sucede en la AN muestra al “chavismo” representado casi absolutamente por
Diosdado Cabello, decidiendo a discreción e implementando sobre reglamentos, conformación
de comités, lapsos, etcétera; interpretando la constitución. Ante una fracción
chavista muda. Y una “oposición”, sin incidencia ni iniciativa; atenida a la
discrecionalidad chavista; impotente, refunfuñante; reducida a invocar la Constitución y a insistir en la necesidad
de consenso y su disposición a él. En
apariencia, se trata de la confrontación entre la prepotencia chavista y la
impotencia oposicionista. El chantaje de Cabello a la oposición; aunque, de
hecho, también, “por bandas”, a la eventual disidencia chavista; llegó hasta
anunciar abiertamente que los nuevos rectores
del CNE los designaría el TSJ; y que no habría diálogo ni consenso en nada. Además,
que a la oposición no le darían ni un magistrado.
Pero una segunda vista; mas al
fondo y con más resolución; muestra otro
cuadro. La confrontación de Cabello; según a nombre de “el chavismo”; contra la
oposición; no es más que el cuadro circunstancial, u ocasional, en el que la Derecha
Endógena que él encabeza enmarca, o envuelve, su estrategia de imponerse a los
restantes chavismos en general; particular y concretamente a Maduro y el
madurismo. El horizonte estratégico inmediato en confrontación entre chavismos
por el control del Poder Electoral; del CNE; es el de la AN del 2015.
.-*Con
el PSUV, el Poder Electoral, y la AN, 4Febreristas ahora; al Poder en el 2019
El objetivo, último, de la Derecha Endógena, es el Poder. Que
el 4Febrerismo tome el poder, como sucesión legítima que se considera es y el verdadero garante
real de la continuidad del proyecto de Chávez y su legado. Y concretamente en el
horizonte de mediano plazo del 2019; de las próximas elecciones presidenciales. Sin que descarte la
eventualidad de tener que irse a fondo
en el 2016; cuando es bien posible un referendo revocatorio.
En esa perspectiva del 2019; inmediatamente
se propone; uno, convertirse en El Chavismo, organizado; dejar de ser un
chavismo; un “ala”; para ser el chavismo como tal. Armándose con el PSUV; en lo
que ya anda sin pausa a marcha forzada atropellante. Y, dos, controlar la
próxima AN; ser mayoría sobre la oposición; pero teniendo la mayoría
parlamentaria chavista. Siendo las parlamentarias del 2015, su horizonte
estratégico inmediato; apunta hacia una AN como la actual, electa en el 2010;
aunque con menos oposición; con una mayoría calificada, cómoda.
El flujograma de tal estrategia
es claro. Y su desarrollo básico debe concretarse este año con la presente
directiva y el control y manejo total que todavía tiene de la AN. Antes de
Diosdado Cabello dejar la presidencia; o sea, este mismo año; deben estar
designados los nuevos magistrados, renovada la Sala Electoral del TSJ; y
decidida la “omisión legislativa”. La designación de los nuevos rectores del
CNE, en contra de lo que inicialmente estaba previsto; ya no será materia de la
agenda del próximo período legislativo. Sino del actual. Sobre la marcha, sin
debate ni motivación ningunos; la
directiva de la AN resolvió adelantar para diciembre las fechas finales de
designación de nuevos magistrados y rectores. Con los detalles, de que en los
reglamentos que impuso, estableció que la aprobación parlamentaria de aquellos
sería solo por mayoría simple; y, de que
notoriamente el ritmo para sus postulaciones está siendo mucho más acelerado;
propiamente, atropellado. El primer día de entrevistas, de 62 aspirantes a magistrados
citados, en unas 5 horas se entrevistaron 50.
Ahora bien: tener una AN como
la actual, y, además con mayoría calificada de dos tercios chavistas; mayormente 4Febrerista-psuvistas; requiere: un CNE igual
al actual; 4x1, controlado; conservar el Registro Electoral del PSUV y el poder
y la representación legales para la inscripción de las planchas chavistas-psuvistas
; y el TSJ para la legitimación de última instancia.
.-*Una
oportunidad de las oposiciones parlamentarias
La maniobra de última hora, de
inscribir por secretaría, ya cerrado el lapso, a Lucena y Oblitas para que continúen en el
CNE; lo primero que muestra es una reacción, según, del madurismo; obviamente pulseadamente
aguantada; ante el golpe burocrático-parlamentario puesto en marcha por la Derecha
Endógena para controlar las postulaciones. Transparentándose así que todo lo de
las postulaciones y designaciones de magistrados y rectores, está movido
determinantemente, por la confrontación
interna entre chavismos por el poder.
La oposición ante esta
confrontación no tiene política. Ni la tiene ni, se ha planteado tenerla. Y, no
porque esta venezolana sea especialmente inútil; porque “no sirve
para nada”, etcéteras. Pues sirve sí; pero
para lo candidatural solo, que es su razón
de ser, su agenda única. Pero para más nada; ni siquiera para lo
electoral real. Y es histórica, y sociopolíticamente, lo que puede ser. Comenzando
porque no es “la oposición”; sino las oposiciones. Tantas como candidatos y
franquicias candidaturales hay y aparezcan. De tal forma que “La unidad” es
imposible siendo todos son candidatos a lo mismo. La MUD es solo un registro de
franquicias candidaturales; una congregación de candidatos; que no tienen en común más de lo que puede
haber entre los pasajeros de una buseta urbana. Hubo unidad, excepcional, irrepetible,
en el 2011 y 2012; pero como un acto de sobrevivencia circunstanciado, entre desahuciados. Nada más allá. Tanto que en
los cuatro años de esta AN; luego del el
primer triunfo electoral unitario importante
de la oposición en 15 años; con un 40% de parlamentarios; no tuvo una
política unitaria ante nada. Ni siquiera se lo planteó. Salvo votaciones
conjuntas ocasionales; y una retórica anti-oficialista común; cada “bloque” actuó por su lado. Por
lo que, no sorprende que ante el golpe en marcha de la derecha endógena, de las
postulaciones; no tengan política. Que en la crisis interna chavista; una
oportunidad para incidir en el desarrollo de nuevas dinámicas políticas a
partir de su profundización; no hayan sido capaces de ir más allá de promover
sus candidatos cada quién por su lado. Y
de hacer de negociar al detal con los chavismos.
.-*
La piedra de tranca,: los chavismos tan
fragmentados como las oposiciones
A pesar de la división y
confrontación internas; todos los chavismos coinciden en que el próximo CNE sea igual al
actual; 4x1; cuatro rectores chavistas y uno, o medio, de oposición. Y en que
las elecciones, se programen, se re-territorialicen, implementen y manejen, igual que las del 2010. Para que el
CNE-SMARTMATIC garantice que resulte una AN igual que la actual. Entre los chavismos
no hay disidencia sobre que, en cuanto
al “arbitro”, como lo bautizó Chávez; no se haga ni una mínima concesión. Ni
sobre que en esta ocasión, “el árbitro” haga resultar una asamblea con 2/3 de
diputados chavistas. Esa unanimidad de criterio entre los chavismos, de que la
oposición tenga un solo rector; o, medio; cancela, toda posibilidad de consenso general
para un CNE diferente; equilibrado; designado por mayoría calificada por la AN.
Y hace casi cien por cien segura la
declaración de la “omisión legislativa”
Son vox pópuli las negociaciones entre algunos chavismos y algunas oposiciones;
aceptando éstas un CNE negociando sobre el 4x1. Una fórmula que, en tal caso,
no iría al TSJ sino que la aprobaría la mayoría calificada de la AN; completada con los parlamentarios
de oposición involucrados. Pero tal negociación; aparte los criterios y juicios
que merezca; supone como base la totalidad o casi de votos chavistas a los que
se sumarían los de oposición comprometidos. Lo que requiere un consenso total o
suficientemente mayoritario entre los parlamentarios chavistas. Y ahí está,
precisamente la verdadera piedra de tranca. Un CNE consensuado a ser aprobado
en la AN, implica un acuerdo entre ellos; sobre quienes serían las o los dos
rectoras o rectores chavistas de la propuesta. Y esta es la verdadera
cuadratura de círculo. Puesto que el
diferendo con las oposiciones; su exacerbación; no es más que una estrategia de
la Derecha Endógena, para, con base a la “omisión legislativa”, blindar la opción de que sea el TSJ quién
designe los nuevos rectores. Igual que como está sucediendo en el Poder Moral; que es nada, al lado de lo que fácticamente significa
el Poder Electoral. La FGR Ortega Díaz denunció públicamente; fue una denuncia;
lo imposible de cualquier consenso para
llegar a postular candidatos a nuevos
titulares de la FGR, CGR y DP. Entre tres de las más altas sacerdotisas de
Chávez; consagradas y puestas por él mismo; no logran un mínimo consenso; ni
siquiera para postular. Para designar los integrantes del pivote, de la clave
de la legitimación del Poder que es el CNE; el consenso entre las cúpulas chavistas
es todavía más cuesta arriba
.-*
Todo listo, será el mismo CNE; una farsa. La nueva AN será igual a la actual
Según como van las cosas, los dos caminos, de la AN y del
TSJ, para la designación de rectores, llevan
al 4x1; al mismo CNE-SMARTMATIC de los últimos 10 años. Dos caminos que, además son falsos, escenográficos. Pues, realmente
no hay tal proceso de selección de postulados, y designados; a magistrados y
rectores. Se trata de una farsa. Con movimiento de piezas o enroques dentro de
la misma jugada, todo está resuelto. Los nombres y apellidos de los postulados y
posibles magistrados y rectores ya están definidos. Faltando solo por
dilucidar; en la secuencia de eventos y maniobras; cuál de las dos fórmulas, la
de la Derecha Endógena o del Madurismo se arma y va finalmente. A partir de que
alguno baje la guardia; cerrada como parece estar la posibilidad de un consenso interno Y de lo
letal que para ambos significaría que la confrontación llegue cerca, o al punto
de ruptura; y todo se tranque. Como está trancada en el Poder Moral; para el
que ni siquiera hay consenso para conformar los comités respectivos de
postulaciones a la FGR, la CGR y la DP.
La inscripción a última hora como
aspirantes a ser re-designadas de Lucena y Oblitas, significa que de entrada y
sin más, ya están designadas. Y que los
restantes cuatrocientos cincuenta y tantos aspirantes; incluidos las decenas de
chavistas hechos inscribir; hacen solo un papel de supernumerarios. Por razones
y de manera obvias. Y si además, el o los postulados a rector por la oposición;
dos, tres…; negociados y aceptados, cada uno aparte, por los chavismos
respectivos; ya tienen también nombres y apellidos; será, uno, de entrada y sin
más designado en la instancia que sea; AN o TSJ. Quiere decir que todo está
listo; que no falta nada por resolver. Que seguirá el mismo CNE, del 4x1 actual.
El mismo; o casi. Una Farsa. Una burla. Y, la AN que habrá en el 2015 será, por
lo menos, igual a la actual electa en el 2010.
Caracas noviembre de 2014
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