.-* Unos resultados “creibles” y
“aceptables” tanto por los chavismos
como por las oposiciones
La edición del pasado lunes 11
de la Catedra Pio Tamayo, (CPT), tenía como temática la pregunta de si el 8D habría un
golpe militar; o algo así. Los foristas invitados fuimos el general Machillanda
el abogado constitucionalista Sánchez Falcón y yo. La temática respondía a la
expectativa sobresaltada que la manipulación mediática polarizante a cuatro
manos, oficialistas-oposicionistas; sistemáticamente había venido provocando en
el país. Desde ambos ismos durante meses se mantuvieron exactamente las mismas
acusaciones. Que el otro conspiraba para montar un golpe; que el otro quería sabotear y
suspender las elecciones porque sabía que perdería; que no reconocería los
resultados; que trataría de incendiar el país. Etcétera. Ya a solo horas de
votar el domingo próximo; todo indica que se trataba de meras manipulaciones; que se
votará y será una jornada, digamos, normal; con unos resultados dados por el
CNE-smartmátic, igual fraudulentos como siempre; pero, lo hemos dicho,
”creíbles”; y “aceptables”, tanto por los principales chavismos como por las
principales oposiciones. Que a pesar de los fundamentalistas y delirantes de
ambos ismos; la sangre no llegará al río. Que los resultados, aunque en
términos y sobre bases diferentes a los del 8O, el 16D pasados; serán aceptados
en general. Y que, a pesar de las retóricas; y del Plan de la Patria; se
entrará en una fase inesperadamente diferente; tanto a las últimas vividas,
como a las que especulativa y angustiosamente se han venido anunciando.
.-* Se evidenciará que no hay tal
polarización real
A pesar de la vacuedad de las
retóricas polarizantes de ambos ismos; de las crisis profundas e insuficiencias
de ambos; nadie ni siquiera hace gestos por mostrar cómo, en las condiciones
concretas actuales, a partir del 8D y del mapa político institucional que
previsiblemente resultará; absolutamente despolarizado; y sin verdaderos
ganadores ni perdedores; según, se va a producir la inflexión histórica que se
pretende. Los supuestos “fin” e “inicio” de algo. Cuando realmente, con las
elecciones del próximo domingo, no termina nada que ya no venga terminando; ni
tampoco comienza nada que ya no venga comenzando. Un proceso, sea como sea,
determinado por las dinámicas sociopolíticas locales, ciudadanas, parroquiales;
por la vida concreta de la gente; como es el de las elecciones municipales; a
pesar de la manipulaciones mediáticas en el sentido contrario; lo que
evidenciará será que, a nivel general, no hay tal polarización en Venezuela;
que la mayoría de los venezolanos rechaza hoy tanto al chavismo como al
puntofijismo; tanto al oficialismo como a la oposición. Más concretamente, que
políticamente y hasta electoralmente rechaza tanto al GPP y al PSUV como a la
MUD. Aunque, en perspectiva; pero precisamente en una tendencia a la profundización
de la despolarización; en el mediano plazo, las correlaciones sociopolíticas de
base, reales, resultantes, sí determinarán cambios en las relaciones de poder;
primero, locales y luego regionales y
hasta nacionales.
.-* Sin “victoria perfecta”, sin embargo, “El
Poder Comunal” o “La Nueva Geometría del Poder”
Desde hace días Maduro había
anunciado que sobre la marcha la AN aprobaría, y él la promulgará convirtiéndolo en ley, el “Plan de la Patria”
que dejó Chávez. Ya es un hecho. Ley que, como se sabe pretende ser la base del
“Estado Comunal”; propiamente de “La nueva geometrías del poder”; sobre la que él
retorizó en los últimos años; antes de darle la forma de tal “Plan”. Al
reiterar su anuncio, Maduro, advirtió, y repitió al firmarla, que siendo Ley de la República, en ella se
enmarcará la gestión pública; y se supone que la privada también; a todos los
niveles y en todos los sectores de la vida nacional. Independientemente de si
quién ejerce es designado o electo; de su militancia o identificación política
o partidista. Tales anuncios y retóricas se enmarcan en la supuesta
radicalización o profundización de la revolución, de la construcción del
socialismo; y en otras etcéteras, como la repetitiva de que “no le temblará la
mano” y demás. En contrapunteo con quienes desde la oposición, polarizadamente,
denuncian que ciertamente ya se trata de la fase previa a implantación del
comunismo en el país.
Tales retóricas maduristas; hacen pensar que efectivamente a partir del 8D
el país sería llevado a un tumultuoso proceso de radicalización revolucionaria,
según, socializante; o “cubanizante”. Algo así como a “dakaizar” todo el país.
Y es indudable que en la mente de algunos sectores de los chavismos y quizás en
la del propio Maduro, es bien posible que
esa idea esté. Que, independiente de la crisis que ya significa el
postchavismo; de cómo ha sido su proceso previo a la campaña; y de cuales sean
los resultados electorales concretos; de todas formas va a ser posible
implantar nacionalmente la fascistizante “Nueva geometría del poder” o “Estado
comunal” con la que deliró Chávez; para
eternizarse en el Poder. Sin ahora entrar en el tema; me permito comentar solo
que, si en vida y con todos los recursos y mecanismos de poder de que dispuso;
con él mismo al mando; con tres leyes habilitantes y varias decenas de
leyes; tal proyecto se evidenció
inviable. Hoy aquí; y más nunca en ninguna parte; desaparecido él; ni la
retórica podrá ser mantenida. Aunque inevitablemente haya ruidos y tensiones; y
hasta sangre.
.-* No hubo “chavismo sin Chávez” El
chavismo se acabó y con él el puntofijismo
Hay que preguntarse si es que
sectores de ambos ismos, realmente, no se avienen a la idea de que no estando
Chavez, del supuesto “proyecto”, ni siquiera la retórica puede mantenerse. O si
es más bien que, estando conscientes de
ello; sin embargo juegan a prolongar la ficción para continuar viviendo de ella;
de la polarización que se promovió sobre su manipulación mediática. La
realidad concreta es que, como tal, el chavismo se acabó, Que no hay, que no
hubo, ni era posible, el “chavismo sin Chávez”; que la inestructura que siempre
fue el chavismo, porque él siempre
bloqueó cualquier posibilidad de desarrollo político-organizativo real; civil
y militar; a pesar del consenso de sobrevivencia electoral que lograron; hoy se
muestra como un reguero de chavismos, imposibilitados de la más mínima
coherencia. Reguero dentro del cual Maduro;
y solo por estar en la Presidencia, por disponer de los recursos fácticos del
poder; es el jefe del madurismo; que además de que nunca hubiera existido si no
fuera por la herencia circunstancial recibida de Chávez; en definitiva no es
sino un chavismo más; sin “nada con qué”; y sin perspectiva real. El chavismo
se acabó, política, militar y organizativamente. Tanto que la misma idea de “transición”;
de que estaría, o, de que estaríamos en una “transición”; en términos concretos
no pasa de ser un eufemismo. Porque: ¿”transición” de qué, hacia qué?. Pues con el fin del chavismo, en términos
concretos, reales, estamos mismo, ante el fin del puntofijismo en cualquiera de
sus variantes; tanto de las regresivas como de las re-editadas; que aunque las
unas boqueando sobreviven y las otras se han conformado, exclusivamente sobre la polarización con aquel.
.-* “Bailando
en un tusero”, relegitimar el CNE es la primera prioridad del madurismo
En un anterior escrito, “Lo
que será el 8D” dije que todo estaba listo para diciembre; en cuanto a la
campaña y los resultados. Que no habría sorpresas; que el mapa resultante
estaba pre-cantado. Reiterando; vale destacar otros aspectos en los que también
hay definiciones concretas; específicamente en lo político y en lo militar. En
ninguno de ambos aspectos el madurismo está en condiciones de “inventar”.
Políticamente sabe que tiene una base sociopolítica muy precaria; y que es
objeto de un mayoritario, absolutamente mayoritario, rechazo nacional; incluso
en buena parte de los chavismos mismos. Para decirlo en criollo: sabe que está
“bailando en un tusero”. Que el
recurso de la polarización no da más.
Por lo que no puede, para nada, jugar a
la “victoria perfecta” que programó Chávez; y que CNE-smartmatic, le implementó
en las elecciones del 8O y las del 6D del 2012. Y que tiene que concretarse en
solo una, relativa, “medio victoria”; “imperfecta” obviamente; equiparable o
pareja con la también “medio victoria”, y hasta menos relativa; de la suma del
antichavismo, de la oposición; y, del chavismo
antimadurista.
El madurismo ha asumido que
políticamente su mejor escenario postelectoral; como ya dije; es el de unos
resultados creíbles, de “mitad y mitad” que correspondan a la matriz de opinión
existente; y sean aceptables por la mayoría de las principales oposiciones,
porque en suma queden con un buen número de alcaldías; mas de las que
actualmente tienen; y entre las que estén algunas de las más importantes.
Además de que; sobre esta base, la prioridad política actual del madurismo es
en concreto la relegitimación del CNE. Ultimamente la cúpula madurista ha
insistido en defender al “arbitro” Mientras por su parte, en ese sentido, el
candidato psuvista a la Alcaldía Metropolitana, Ernesto Villegas, (ND / 02.12),
dio unas muy indicativas declaraciones sobre el 8D; dijo “Todo voto el 8D es a
favor del CNE y de Tibisay Lucena”; sin discernir sobre que el voto fuera
oficialista u oposicionista. Porque se le salió, o a consciencia, apuntó con
toda precisión a la prioridad primera
del madurismo en la coyuntura. Obviamente, que el CNE, administrando y/o
dosificando el fraude, produzca unos resultados “creíbles” y “aceptables”; como
los ya cantados por el ex-rector Yépez; primero, se relegitima el mismo; lo que
en función de un futuro eventual referendo revocatorio es clave. Y, segundo, principalísimo,
al relegitimarse, retroactivamente legitima los resultados del 14A y, sobre
todo, legitima a Maduro; quitándole definitivamente la base a su descalificación por la oposición.
Militarmente, tampoco el
madurismo (-chavismo) está en las condiciones en que estaba con Chávez;
obviamente. Ni siquiera en las que estaba el 14A. Más adelante se detallan
eventos que lo indican. Aquí destaco que si bien Maduro y el madurismo ha
continuado la militarización de la gestión gubernamental; tan inconsistente
como lo hizo Chávez; hoy el gobierno es propiamente más militar que antes; hoy hay más militares en cargos públicos.
Pero, en un contexto militar no-madurista. Con la
circunstancia de que sobre los altos oficiales que designa, obviamente Maduro
no tiene el ascendiente ni el liderazgo que tuvo Chávez. De tal forma que si en
el 2007 cuando el referendo sobre la Reforma
Constitucional, la alta oficialidad de entonces no apoyó la pretensión de
Chávez de desconocer los resultados; es impensable que la actual,
ostensiblemente menos, o no chavista, “suicidándose en primavera” se preste al
desconocimiento de los resultados; y menos a reprimir la eventual reacción
popular que eso provocaría.
-*Estas FFAA de hoy no son chavistas.
Un golpe, una conspiración; en los términos a que se refiere
el cruce de acusaciones entre gobierno y oposición; a todo evento serían
militares. Civil no da golpe; a pesar de la reciente afirmación de Guillermo
Morón, de que fue Betancourt, no los militares con quienes se alió; quien dio
el golpe contra Medina en 1945. Y, en ese sentido; sin disponer de ningún tipo
de información especial o cifrada, etcétera; sino con base a lo que cualquiera
encuentra en los medios, en la calle; sostengo que las FFAA, que sería donde se
armaría el golpe; hoy, ya no parecen tener nada que ver, o casi, con las de
cuando Chávez. Notoriamente, ya no estamos en el tiempo de cuando los más altos
oficiales cuadrándose le declamaban a
Chávez las consignas de liceístas radicalizados que a él le inflamaban; el tiempo de los discursos de Rangel Silva,
Mata Figueroa, o ¡los de Molero Devía!.
No pretendo caracterizar la
alta oficialidad y en general las FFAA actuales; en cuanto a su actitud,
digamos, político-ideológica. Eso es tema de Rocío San Miguel. Pero nadie ha
desmentido la información que circuló, de que altos oficiales recientemente
habrían ido a Cuba a informarle a la jefatura cubana que debía cesar la
presencia de militares cubanos en los cuarteles venezolanos. Y de la muerte de
Chávez a acá; nada hace pensar que el anti-cubanismo causado en los últimos
años en los militares venezolanos haya menguado. Si el “chavismo sin Chávez”
general no alcanzó ni al primer cierre
“por mantenimiento” del “Cuartel de la Montaña”. Entre los militares
venezolanos parece haber cesado cuando los últimos ascensos y pases a retiro
del último 5 de Julio. Hasta perceptualmente; en actitud y discurso; las FFAA
venezolanas, hoy, al menos parecen otras.
Y no solo, parecen. Sino que
eventos de gran alcance y significación protagonizados por algunas de sus
fuerzas y dentro de ellas, lo demuestran. Eventos que en vida y bajo la
comandancia de Chávez; simplemente no hubieran sido. La acción de la armada
venezolana de detener en aguas territoriales venezolanas, el barco explorador
TEKNIK PEDRANA de una empresa de EEUU contratada por Guyana; a menos de un mes
de la festinada visita de Maduro a Georgetown. Por lo visto a sus espaldas y/o
imponiéndosela; fue absolutamente contraria a la geopolítica chavista; y
cubana, y caricomniana y brasileira. Igualmente la participación, entre octubre
y noviembre últimos, de las FAV en los VII CRUZEX FLIGT; ejercicios
hemisféricos de guerra aérea; en los que Venezuela participó; junto a las fuerzas aéreas de los
EEUU, Canadá y de cuatro países latinoamericanos más; Chile, Brasil, Colombia y
Perú. Ni Argentina ni ningún otro país de Alba participaron. Fue, de todas
todas, un evento de la más alta significación geopolítica; negador de fondo del
discurso pseudo-antimperialista de Chávez. Que tampoco se hubiera producido, él
en vida y bajo su comandancia. Un tercer evento, bien definitorio; fue el del
reclamo a Maduro de la ministro de
defensa, almirante en jefe Carmen Meléndez; de que se le restituyera, al ministro, las facultades
de designar sus colaboradores inmediatos, viceministros y directores
sectoriales y de entes; que Chávez se reservó y ejerció a discreción desde varios años atrás. Obviamente, si mismo
con Chávez como Comandante en Jefe; aunque tuviera cierta lógica; en concreto,
tenía que ser fuerte de tragar que él discrecionalmente le designara toda
la alta gerencia a un ministro; a cualquiera,
pero sobre todo al de defensa; pues, con Maduro, aunque sería igual con
cualquier civil; tiene que considerarse,
y lo es, degradante. El reclamo le fue negado a la ministra Meléndez. Y un
cuarto evento; aunque oscuro y difícil de aquilatar; fue la confusa creación,
anuncio y re-estructuración sobre la marcha del CESSP; un organismo de
inteligencia, espionaje realmente, militar; que en el decreto inicial estaba
por encima del Presidente; con facultades para recabar y procesar autónomamente
información de toda la Administración Pública; administrarla y determinar cuál sería
y cual no, la información conocida y manejada por él. Sobre la marcha y por
decreto se modificó; pero era un organismo, que aunque creado en su gobierno,
tenía facultades para espiar hasta al Presidente.
.-*El chavismo militar duro, vanguardia de
la “unidad cívico-militar”.
Al tema: ¿Habrá golpe a raíz
del 8D?, que es la pregunta temática de la CPT. Pues, cave responder jesuíticamente;
igual preguntando. ¿Quién lo daría?; ¿contra quién?. ¿Por qué?. Y, sin
pretender dar una respuesta concreta. Sino comentar sobre escenarios a partir de la información y la percepción en
vivo disponible. Y a partir de la idea de que las FFAA, sin Chávez, hoy ya no
son chavistas; aparte de que quizás, realmente nunca lo fueron tanto como pareció;
lo que explicaría las recientes actuaciones arriba referidas; propiamente,
antichavistas.
Desde el 11A y Altamira en el 2002 y 2003, Chávez purgó
sistemáticamente las FFAA de todo el que no le fuera incondicional; y con algún
perfil y criterio propios. A partir del pase a retiro de Baduel, en el 2007
luego de ser ministro; pareció que tenía conformada una alta oficialidad
ideológicamente dura, radical e incondicional; 4-febrerista por designación; de
la que a muchos de sus integrantes más notorios se les asocia con la más alta y
densa corrupción, negociados y con el narcotráfico. Asociación de la que él
tenía pleno conocimiento; no obstante de lo que no se medía en exaltar sus
figuras y mantenerlos en su entorno de poder. Y que en las circunstancias de
sus pases a retiros, los colocó en importantes posiciones políticas y
administrativas; ministerios, gobernaciones, etcétera; corporaciones. El
chavismo supuestamente duro, en la perspectiva de “la radicalización del
proceso”; parecía tener, en esa alta oficialidad de todas las fuerzas; incondicionalmente
chavista; la vanguardia que garantizaría que esa radicalización se daría sobre
la “unión cívico-militar”; formulación nuclear en la retórica chavista. Al
morir Chávez; y durante sus últimos tiempos; esa oficialidad 4-febrerista por
designación, dura, radical, según, dispuesta a todo; detentaba el mando concreto de las principales
estructuras e instancias de las FFAA.
.-*”Maduro” descabeza al alto mando militar
chavista duro.
Mientras Maduro ejerció como
encargado la Presidencia, mantuvo
intacta, en general, la estructura de gobierno armada por Chávez; y concretamente,
la militar. A pesar de lo desconcertante de la designación como ministro de la
defensa a Molero Devía; en ese lapso, el gobierno y la actuación de los
militares, de hecho, fueron básicamente continuidad de los de Chávez vivo.
A solo semanas de Maduro ser declarado presidente por el CNE; ya en Miraflores en pleno ejercicio como tal; en
mayo; el G2 cubano mediante Mario Silva, con nombres y apellidos, prendió el
ventilador a millón contra el grueso de
las cúpulas chavistas; incluidas las militares; con denuncias de corrupción de
todo tipo y de vinculaciones con el narcotráfico. Las acusaciones más gruesas
del G2 y Silva, fueron, precisamente contra algunos de los más destacados altos
oficiales chavistas, en ejercicio de los principales mandos de las FFAA. Para
ese momento, el protagonismo principal del gobierno de Maduro lo tenía el mayor
general Rodríguez Torres, jefe del SEBIN desde el 2004; que, manteniendo dicho
cargo, el 21 de abril fue designado Ministro del Interior y Justicia; y quién
de entrada, con el llamado Plan Patria
Segura, puso y mantuvo durante meses en
la calle, bajo su mando directo independientemente de mindefensa; varios miles
de efectivos militares con armamento de guerra; según, para enfrentar la
inseguridad.
El 5 de julio, fecha tradicional
de ascensos y de pases a retiro; pues, Maduro, sin que se vea claro con qué; aunque
evidentemente bajó el impacto de la grabación del G2 y Silva; descabezó la alta
oficialidad chavista dura; “4-febrerista”; pasándola toda a retiro, incluidos
cuatro o cinco candidatos a ministro y los tres favoritos. Además, designó, “un
tajo”, a la almiranta Carmen Meléndez;
que si se le incluía entre los diez o doce posibles a ser nombrados; junto a no
ser 4-febrerista, siendo de la Marina, realmente nadie apostaba nada por ella.
A la vieja manera de Chávez; a todos los altos oficiales chavistas duros
pasados a retiro; salvo a dos que en un acto sin precedentes, a solo semanas
de haberlos pasado a retiro los
reincorporó al servicio activo; Maduro los colocó en funciones administrativas
gubernamentales o como candidatos a alcaldías.
Entonces; en el postchavismo
en que ya estamos; la casi totalidad de la alta oficialidad activa de las FFAA de los últimos diez años, está en
retiro. Primero, por el propio Chávez, la puntofijista y/o no-chavista;
destacadamente los “militares de Altamira”; pero también, casi todos los
“camicates”, insurgentes de febrero y noviembre de 1992. Varios centenares
acaban de acudir ante el TSJ pidiendo dejar de ser excluidos y que se les
indemnice. Y, segundo, ahora, por Maduro, la oficialidad chavista dura. Lo que permite sostener que ya estos militares de hoy no son chavistas; aunque tampoco
puntofijistas. Sin que, por otra parte, sea pensable que son, “maduristas”.Por
ahora, son simplemente militares.
.-*Con Maduro los militares tienen más
poder que con Chávez:¿Para qué golpe?
Sin embargo, el gobierno de
Maduro, aunque no-chavista es más militar que el de Chávez. Entonces, los militares
estaban subordinados, dependían de él. En el suyo actual, Maduro sin
ascendiente sobre los oficiales, a pesar de que, tan antiprofesional e
irresponsablemente como antes, a discreción, mensualmente incorpora decenas a su gobierno; no tiene mando real. Aunque igual
que antes y como resultado de como
Chávez manejó los mecanismos internos de poder para impedirlos; hoy en las FFAA
no parecen existir vínculos ni
liderazgos internos. El último líder
militar reconocido fue Baduel. Sin
embargo, aunque por lo visto cada quién por su lado; los militares tienen hoy más
control, propio, a discreción, sobre “lo suyo” que antes. Este gobierno es más
propiamente suyo que el anterior. ¿Para qué golpe?
Caracas diciembre de 3013
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