.- Plebiscito mata “constituyente perfecta” madurista.
Las burocracias chavistas,
particularmente la madurista; desconcertadas; acusaron el golpe del llamado de la AN al plebiscito
del 16J; contra la constituyente de Maduro y su pretensión reeleccionista;
contra el involucramiento de las FANB en
su proyecto fascistizante; contra el presidencialismo y la negación de la
independencia de los poderes.
Comprensible su desconcierto
Pese a la evidencia del rechazo de ocho o más de cada diez venezolanos al
proyecto madurista; y luego de tres meses continuos de resistencia y protestas de calle; el madurismo y sus
aliados, circunstanciales en el gobierno; en crisis interna intensa “en pleno desarrollo”;
pero todavía, cómodamente; con margen; siguió avanzando, “rueda libre”; sin
mayores trabas; en el montaje de su mascarada constituyente; con el Plan
República dimensionado, etcétera. Para, básicamente con la partidización y
militarización absolutas discrecionales del sistema electoral; garantizarse la
reelección de Maduro y la mayor concentración y centralización presidencial del
Poder. Todo iba perfecto; hacia “la constituyente perfecta”, como habría dicho
Chávez.
El llamado de la AN a consulta
popular que, evidentemente no habían procesado en ninguno de sus escenarios;
los dejó en el aire; los descuadró. Los dejó sin respuesta política ni fáctica.
En la perspectiva bien cierta, de que se concrete una consulta popular masiva;
el plebiscito; con quizá decenas de millones de participantes; voluntaria,
expresa y nacionalmente movilizados contra su proyecto. Ante la que no valen retóricas ni “marchas” vehiculizadas;
ni Plan República en trance de Plan Avila;. ni terceras fases del “Plan
Zamora”. Hasta el punto de que, el único
recurso del que han logrado echar mano, es el de mimetizarse en él; convocando
para el mismo 16J; un supuesto “simulacro” de lo que, según, sería el 30J. Para
el que Tibisay Lucena; patética; informó que tiene unas 1.200 máquinas. Así de
masivo el mismo madurismo y en general los factores de Poder, prevén, con
razón, que será la movilización nacional anticonstituyente antimadurista del
16J.
.- Sea lo que sea; o, lo que no sea; al plebiscito no lo para nada ni
nadie.
Realmente; ni es “constitucional”
ni es “inconstitucional”; ni es es “legal”
ni es “ilegal”. En un contexto de
desinstitucionalización absoluta; de absoluta discrecionalidad en el ejercicio
del Poder como en el que estamos; el rigor doctrinario-académico;
técnico-juridico-constitucional, sobre su caracterización; no es el tema. Sea lo que sea; o, lo que no sea;
plebiscito o “consulta popular”, vá. Simplemente vá; porque
sí. Es un hecho; y ese sí no lo para nadie. En relación a los gagueos de los
que en su desconcierto” no han logrado pasar los burócratas chavistas; vale
remitir al excelente y sustentado análisis del abogado José Ignacio Hernández “La constitucionalidad de la consulta del
16J” sobre el tema; colgado en
PRODAVINCI.
De cualquier manera; y, “por
no dejar”; según los “Principios Generales del Derecho”, etcéteras. Primero; lo
que no esta negado expresamente por la ley; es legal. Segundo; que la figura
del plebiscito no esté en la CRBV; no lo convierte en inconstitucional; ni,
menos, en anticonstitucional; pues, ni su realización niega nada de ella; ni va
en contra de ninguno de sus postulados. En tal caso al contrario; la figura del
plebiscito; como bien refiere Hernández en su análisis; es asimilable a la de
la “consulta popular”; diferente a una “elección” y a un “referendo”; sí
vinculantes y que se rigen por normativas concretas. Estando claro que no es
político-institucional ni jurídico-administrativamente obligante; que se
trata de una acción política; netamente política. Una acción de
hecho. Fáctica. Lo que, precisamente le da su mayor alcance
Por lo demás; y dicho de paso:
Inconstitucional, anticonstitucional; ilegal y expresamente contraria la Ley, y hasta antichavista; sí es la
convocatoria e implementación de la mascarada de la constituyente madurista.
.- Desde el “no” del 11 de Abril; es la segunda activación
histórica del poder originario.
Aparte cualquier consideración
sobre su constitucionalidad; etcétera. En el plebiscito en marcha; eñ “no” a
Maduro; es la segunda vez en nuestra historia desde el 11 Abril de 1810; en que
se concreta la activación del poder originario; el “ejercicio de esa “Soberanía”
que “reside en el Pueblo” a la que invocativamente se refiere la CRBV; como
todas las anteriores. Y que; yendo al punto; es de donde emana su legitimidad;
de la misma constitución. La legitimidad de una constituyente; y, según,
derivadamente, de una constitución; a la inversa de lo que literalmente induce
su texto; emana precisamente; al menos conceptualmente es así; del ejercicio de
la soberanía popular, ciudadana; del ejercicio del poder originario; previo al
cual no hay nada; salvo la condición humana. Siglos ha yá de aquella “voluntad
divina” o ”gracia de Dios”; con los que durante siglos, autoritarismos y despotismos
de toda calaña y signo justificaron su eternización en el Poder. De las que el
último engendro fue Franco; aunque en el fondo sigue alimentando cualquier
variante de mesiansmo. Incluidos, el madurista y varios oposicionistas.
Este plebiscito, tanto como el
anterior; tiene un alcance histórico; aunque con variaciones. El 11A de 1810
fue contra el poder imperial metropolitano del rey de España; y su gobierno
colonial. Este 16J, igual, es contra el poder central absoluto presidencial. En contra del régimen de ocupación de una
minoría que se mantiene en el Poder pese al rechazo total de la mayoría;
exclusivamente por la concentración absoluta del poder fáctico; militar; que
ejerce Maduro jefe político y militar de esa ocupación. Con una diferencia
determinante; aquella beligerancia “popular” hacia la Independencia se concretó
y redujo a Caracas. Y fue activada por la oligarquía criolla; que era “el
Pueblo”, en quien residía la soberanía. La nuestra de ahora es en todo el país;
y activada por todos los sectores a todos los niveles; verdaderamente popular;
de todo el Pueblo; y por la soberanía ciudadana; de todos los ciudadanos.
Y es nacional. Es una acción
de base ciudadana; ésta sí propiamente nacional; en cuanto que lo es y será, no,
porque se proyecte desde la Capital, desde el centro hacia el interior; ni porque
responda a aquello de “el ejemplo que Caracas dio”, como fue entonces y que a
dos siglos y cuarto de entonces; aún sigue siendo la llamada “política
nacional”; que es básicamente central, caraqueña; presidencialista. Sino porque,
al contrario de lo que ha sido siempre; se activará y proyectará en y desde las
parroquias y municipios de todo el país. Hacia todo el país.
.- Conteo y totalización manuales; ejercicio electoral del poder
originario sin el CNE-SMARTMATIC.
Es la activación a voluntad del
poder originario; no solamente porque se ha activado a partir del llamado de la
AN; hoy, el único poder legítimo, ante cualquiera de los otros, ilegítimos, que lo
niegan. Ni porque es la confrontación del poder civil, ciudadano; al militar;
único soporte del madurismo. Y tampoco porque viene siendo asumido voluntaria y
espontáneamente por la inmensa mayoría
de los venezolanos. Sino; y bien en concreto y de alcance; sobre todo, porque
en su implementación no participará en CNE; el CNE-SMARTMATIC; el instrumento
legitimante del Poder central; desde siempre; y ahora, con el chavismo,
absolutamente; para manipular y trampear sin límite ni control ni transparencia
ningunos, la voluntad electoral de los venezolanos
Será un evento asumido,
promovido y montado por los ciudadanos organizados y movilizados por propias
iniciativa criterios y recursos propios. Computado y totalizado manualmente por
ellos mismos en las mesas y centros electorales locales y regionales.
Será la ciudadanización,
regionalización y parroquialización de la acción política. En la que se
involucrarán, seguramente, hasta decenas de millones de venezolanos hasta en la
última parroquia del país. El 16J y desde
ya; será un evento nacional al resultar de activarse simultáneamente miles de
eventos locales y regionales con la participación voluntaria y consciente de
millones de todos los sectores; en vivo y en tiempo real. Del que resultará no
un guarismo abstracto: sumatoria, y totalización encriptadas; opacas; salidas
de la caja negra que es el CNE-SMARMATC montada por el chavismo. Sino que será el
momento coral en que desde miles y centenas de centros electorales de todo el
país se canten las totalizaciones de la expresión real de la voluntad de los
venezolanos.
.- Ni “hora cero” ni “todo o nada”. Es el inicio de una acumulación
originaria de fuerzas; de contrapoder.
No es serio; y es un irrespeto
a la inteligencia; seguir anunciando una tal “hora cero”; y hablando de ultimátum o de “todo o nada”, a partir del 16JM. Como
demostradamente no lo fue desde el 2015; desde cuando en las oposiciones se
hizo habitual esa retórica efectista terminante; inmediatista; demostradamente
inconsistente. Y frustrante; como toda altisonancia mesiánica cuyo único efecto
real es el de crear falsas expectativas.
Después del 16J; lo que viene
seguro es el 17J y el 18J; y así. Pese a ser el luego del evento político de
gran alcance, político que será; y que tendrá un impacto profundo y epicéntrico;
pero previsiblemente de limitado o cojtenido efecto concreto inmediato, en la correlación nacional, absolutamente
asimétrica, de poder fáctico. Salvo la sorda intensificación de la crisis y
confrontación internas del bloque madurista de gobierno; cuyos efectos, como
viene siendo hasta ahora; se harán evidentes secuencialmente.
La confrontación en que
estamos los venezolanos contra el madurismo fascistizante; o estalinizante; o
cubanizante; u hoxkanizante; que resultaron del el mismo uso implacable y a
discreción del Poder represivo para mantenerse en él; es un proceso. Un proceso
que recién se inicia; en la base ciudadana; de acumulación de capacidad
concreta de confrontación; de contrapoder; hacia invertir en perspectiva la
correlación general de fuerzas, de Poder; histórica; y hoy absolutamente
asimétrica; cuyos resultados concretos, determinantes; suficientes; previsible y seriamente, no son inmediatos. Y
del cual, precisamente; el plebiscito es el evento inicial de acumulación
básica, parroquial, municipal, regional de fuerza y poder ciudadanos;
originarios. De tal forma que; aunque se apuesta a que el 16J será la
movilización nacional de masas mayor de nuestra historia; y del continente; sin
embargo, lo previsible; lamentablemente; es que Maduro y el madurismo aunque
cada vez más debilitados y acorralados, políticamente; sigan allí todavía por
un tiempo.
.- Jugada su última carta; Maduro está “desconectado”; sin
oxígeno; en su defensiva final.
Naturalmente que luego del 16J;
de acuerdo a lo previsible; el país, su dinámica política serán otros; diferentes.
Maduro jugó su última carta con su mascarada constituyente; sin ni siquiera una
mínima posibilidad de algún resultado. Fracasó de entrada. Y ya con la sola
convocatoria expectativa y disposición nacionales del plebiscito; no resultará
más que en la caimanera retórica del lumpen político; tarifado; que la
conformará. El cierto oxígeno y la cierta iniciativa que logró al anunciarla;
se le terminaron. A partir de la derrota continuada que le ha significado la resistencia; el fracaso con la Fiscal; y el
strike que le metieron; o se metió él mismo; con el asalto chavista a la AN;
quedó “desconectado”. Hoy está; como nunca y sin opción; a la defensiva. A la
defensiva final. La idea, realmente cómica; del “simulacro del 30J” el mismo
16J; rebela que no tienen respuesta
concreta; ni forma de enfrentarlo o impedirlo.
.- Plebiscito, caimanera constituyente, regionales, locales y
presidenciales; un solo proceso.
Los próximos diez y ocho
meses; hasta diciembre del 2018; son y deben ser asumidos así, como un solo
proceso; como una sola confrontación entre el país y el grupúsculo fascista-estalinista
montado en el poder; y su régimen de
ocupación. El plebiscito el 16J, y las votaciones maduristas del 30J; según, en
diciembre las elecciones regionales para gobernadores y legisladores; las
locales, municipales luego; y finalmente, en diciembre del año que viene; si no
antes las presidenciales; son eventos de un solo proceso. Están
interdeterminados; cada uno depende de los otros; y del proceso como tal. Así
lo está viendo y manejando, el madurismo. E igual así deben ser vistos y
asumidos por el movimiento ciudadano.
Las capacidades parroquiales,
locales y regionales que la gente arme y active; los mecanismos y operativos de
convocatoria, movilización e implementación que se monten para el plebiscito;
son los mismos que se tendrán y utilizarán para los restantes y sucesivos
eventos próximos en los que la confrontación ciudadana tendrá el mismo sentido
y será contra el madurismo; el mismo aparato de poder concentrado y central
represivo en que se sostiene.
.- Hacia la ciudadanización del sistema electoral; de facto; como el
plebiscito.
Aparte la retórica madurista
sobre su mascarada constituyente; sobre las misiones y demás variantes
clientelares; su propósito concreto, es el cambio del sistema electoral; para
garantizarse Maduro la reelección naturalmente; y para la eliminación, cambio o
sustitución de las gobernaciones y las alcaldías; cambiando su elección directa
por alguna variante de designación controlada. En consecuencia; la agenda ciudadana,
de los venezolanos, en cuanto lo nacional; en la defensa de la CRBV que se ha
asumido como estrategia; hoy se concreta en la defensa del actual sistema
electoral, de elección universal directa y secreta; y de los poderes ejecutivos
y legislativos regionales y locales electos mediante ese sistema.
La agenda de confrontación
contra Maduro; para sacarlo, ya o cuando sea; en el escenario de que mediante
el Plan República; o el Plan Avila; previsto; logre montar su mascarada
constituyente; que no se logre impedir; implica que la resistencia y la
protesta de tres meses largos; y su continuación política que es la movilización para el plebiscito; regional y local; se
mantengan sin parar. Ambas. Inmediatamente contra las actuaciones y eventuales
resultados de la constituyente; y luego y en secuencia por que se realicen;
imponiéndolas desde las bases; de facto; las elecciones regionales y locales; y
presidenciales; mediante el sistema electoral actual. Y a partir del montaje
operación y procesamiento electorales ciudadanos. Sin CNE. Con la misma base y
capacidad con que se está montando y realizará el plebiscito.
.- Ciudadanos y regiones contra el Poder; una turbulencia histórica.
El plebiscito; legalmente no
es vinculante; sin embargo, no es “simbólico”; como algunos lo califican. Es un
evento político de efecto profundo de alcance total; sistémico. Aunque se vota;
no es un acto electoral propiamente. Y es asumido y ejecutado voluntariamente y
a consciencia por millones; por decenas de millones seguramente; al margen y en
contra del CNE; en contra del poder electoral. Y en contra de todos los otros
poderes, salvo de la AN y el MP. Y; en contra del poder militar y policial que
concentra el gobierno. Una verdadera turbulencia histórica. Nada será igual
después. Nada podrá después ser pensado ni manejado como ha sido hasta ahora.
Es una respuesta a la
coyuntura cierto. Pero aparte de ser, inmediatamente, para rechazar la
constituyente madurista; y sacar a Maduro; en perspectiva apunta a la creación
de condiciones para una dinámica de cambio profundo en las estructuras de
poder. El impulso, la concreción y los
resultados y su impacto político del plebiscito lo determinan; dependen de la
gente; de los ciudadanos; y, a niveles locales; parroquiales; y regionales;
como concreción de la voluntad política de base de la gente; en sus espacios
vivenciales. Es la activación política por sí mismos, de lo local y lo
regional; no como la proyección de lo del centro ni de “lo nacional” que han sido siempre..
Al madurismo y su
constituyente lo derrotarán y sacarán las regiones; en y desde ellas. Las
regiones sacaran al país de la crisis; de la coyuntural. Y de la histórica
estructural.
Y esa derrota determinada por
las regiones y las localidades; de hecho
constituye el acto inicial de un proceso
de regionalización y descentralización de la política. De ciudadanización y
despresidencialización de la política; base del cambio de las relaciones de
Poder a partir del cual será que salgamos real y definitivamente de la crisis
histórica y estructural en que estamos.
.- Seguir en estado permanente de plebiscito hasta la federalización
del Poder y la política.
El domingo 16 será pero no se
termina entonces el plebiscito. A los venezolanos no toca declararnos y seguir en
estado permanente de plebiscito; de activación permanente del poder originario.
Hasta sacar a Maduro naturalmente. Pero hasta mucho más allá. Y también, desde más
acá. Inmediatamente para decirle NO a su mascarada constituyente; para
enfrentarla e impedirla; y/o, según, para anularla. Luego, para imponer, en tal
caso, también de facto; en tal caso contra todos los poderes; como está siendo
el plebiscito; con una agenda regional; la elección directa, universal y
secreta; ciudadanizada, regionalizada y parroquializada de gobernadores y
alcaldes; de legisladores y concejales. Y
después, del presidente; y, ¿por que nó?; del vicepresidente y de todos
los poderes. Elegirlos directamente a todos. Y más allá; aunque sobre la
marcha; hacia activar desde las bases ciudadanas regionales y locales; como
poder originario; la descentralización la desconcentración y
despresidencialización; hacia la federalización
del Poder y de la política.
Caracas 11.07.17
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