.- El ejercicio del derecho ciudadano a las regionales nunca puede ser
una “trampa”.
“No caeremos en la trampa de las regionales”; han declarado varios
voceros partidistas de las oposiciones; principalmente de PJ, Borges, Guanipa.
Las regionales son un derecho
constitucional de todos los venezolanos; cuyo ejercicio, como tal, nunca puede constituir “una
trampa”. Aparte del manejo traposo, fraudulento como se implemente; como ha
sido por el CNE y anteriormente por el CSE; siempre en sintonía con las
burocracias partidistas. “Trampa” fue suspenderlas en el 2016 cuanto tocaban; y
lo sería prolongar esa suspensión. La “trampa” está en cómo se montan y
manipulan; no en que se hagan cuando toca constitucionalmente. El madurismo, a
estas alturas; en su crisis profunda;, no puede seguirlas posponiendo sino con
un alto costo y riesgo políticos. Se ve obligado a convocarlas; sabiéndose que
intentará trampearlas y, en tal caso, hasta suspenderlas; si el costo político deeso; si resulta
inferior al de hacerlas. La posición de JB y TG de PJ; como la de otros oposicionistas; aparte de
anticonstitucional y antidemocrático; le facilita las cosas al madurismo; propicia que la use como pretexto fácil; y
descuento del costo político que le toca; que pasa a compartir con ellos; al
volver a posponerlas.
.- La trampa es la constituyente madurista.
La constituyente madurista, es
la trampa; en todos los sentidos. Y particular y coyunturalmente en dos
sentidos concretos: 1. En que en dándose,
el madurismo logre que algún grupo, o varios, de las oposiciones, oportunistamente
jueguen a la táctica con ella; haciéndole el juego; con la manipulación del
discurso de “la antipolítica”. Y/o invocando la leyenda negra, demostradamente
falsa; pero hecha matriz de opinión; de
“la abstención en las parlamentarias del 2005” cuyos efectos ahora, según, se
repetirían; 2.- Si ambos bloques
burocráticos polarizantes, logran convertirla en el tema polarizante de la
política; como en el 2016 lograron con el revocatorio. Concretamente si logran
que la gente se desentienda y desinterese de las elecciones para gobernadores
legisladores y alcaldes.
En ningún sentido la
pretensión fidelista-metzarozniana de la constituyente de Maduro; obvio engendro
de alguna encerrona de ideologización decimonónica; probablemente en la Escuela
de Planificación de La Rinconada; tiene
ni viablidad; concreta inmediata; ni, más allá de la circunstancia, ningún
resultado aprovechable para el país; para ninguno de sus sectores; en ningún aspecto.
Se trata, en neto, de una operación de legitimación; burguesa, por lo demás; del
secuestro del Poder por unos burócratas militares y civiles conjurados, sin más
propósito que mantenerse en él
Se trata, entonces; sin relativismo ninguno; primero,
de rechazarla absolutamente; de responder
a su convocatoria con un ¡NO! NACIONAL. Segundo,
de derrotarla políticamente en la subjetividad nacional hasta en las mismas
bases chavistas. Y tercero; de
promover la organización y la
movilización de base ciudadana, popular, para impedirlas, en y desde las
regiones. Para que no se de; precisamente a partir de la movilización y
beligerancia y lucha regional para garantizar que se hagan las elecciones
regionales y en las condiciones que la gente imponga.
.- Sin contradicción; contra la constituyente madurista y por las
regionales, una sola lucha.
No solo es que no hay contradicción
entre rechazar terminantemente, la pretensión de Maduro; y presionar y movilizarse
por las regionales. Sino que ambas posiciones son complementarias; e implican una sola lucha . Con el mismo desarrollo
político-organizativo y el mismo impulso desde los ámbitos regionales Se trata de
promover el debate regional; la organización y movilización regionales para
presionar y garantizar; para imponer; 1.- que. se hagan las elecciones
regionales; y 2,- Que sean
transparentes,; regionalizadas y ciudadanizadas. Coyunturalmente, a partir y
sobre el rechazo absoluto de la constituyente madurista. En otros términos; o,
al revés; que la organización y movilización ciudadanas contra ella; para
derrotarla e impedirla; para sabotearlas, en tal caso; sean la base concreta,
ciudadana, regional, para las elecciones regionales
.- Toca negarla y derrotarla
políticamente; llamar a abstención y sabotearla cívicamente.
La constituyente madurista, de
entrada está derrotada políticamente. Movida por el chavismo más descalificado;
no ha sido asumida por el chavismo en general; por sus burocracias medias ni sus bases. Muchos de
sus voceros la cuestionan abiertamente; y es rechazada por sus aliados internos
del GPP. Y hasta por sus aliados internacionales del CARICOM ni
del ALBA. Algunos de sus más
petro-beneficiados caribeños, le piden a Maduro que retire su convocatoria.
Sin embargo; ni política ni
político-institucionalmente hay en el país mecanismos y capacidad para,
impedirla; para imponer que se eche atrás o se haga de acuerdo a la
Constitución. Ni el alcance concreto de las movilizacio0nes y protestas de
calle; hasta ahora y de la forma y términos en que se han dado; da como para frenarla
fácticamente. Siendo impensable; imposible; que suceda por la vía de alguna
acción internacional. Ni se atisba
posibilidad concreta alguna de que se dé por presión militar interna. De lo que
se concluye en que lo previsible es que, pese a ser un fracaso; a estar derrotada sin nacer; seguirá siendo
atropelladamente implementada como
Maduro y el CNE han anunciado.
Frente a la pretensión de
darle legitimidad institucional a tal secuestro militar-cívico del Poder por el
madurismo; los venezolanos no tenemos sino la opción de negarla y derrotarla políticamente; llamar a la no participación y
a la abstención; y sabotearla cívica. masiva, ciudadanamente; en y desde todos
los 23 estados y 335 municipios del país.
.- Maduro pretende garantizarse la reelección y controlar las
gobernaciones y alcaldías mediante la elección de segundo grado.
La constituyente madurista;
es, vale el énfasis redundante, exclusivamente madurista; no es chavista. Es
antichavista. Aunque el discurso formal
responde, según, a la implementación
del Plan de la Patria; parte; 1.- de
cambiar la CRBV; de eliminarle su
definición de “participativa y protagónica” de Chávez; y 2.- de imponer el
madurismo al resto de los chavismos.
Solo, el PSUV; aunque propiamente Maduro y el madurismo; ni siquiera
el 4Febrerismo; aunque se votará por la
tarjeta del PSUV; va a postular candidatos ”chavistas”; rigurosamente seleccionados
y listados sobre la marcha cerradamente por las cúpulas maduristas.
Todo responde a un único propósito
político concreto; su reelección en el 2018. Lo demás es retórica. Igual que
cuando en el 2009, Chávez impuso lo único que lo movía realmente: la reelección
indefinida; luego del primer intento en el 2007, sorpresivamente frustrado,
porque el CNE-SMARTMATIC no implementó el fraude suficiente. Con la diferencia de cuando los referendos sobre la
reelección de Chávez; de que Maduro ahora no se atreve a correr ningún riesgo; ni siquiera el de la
simple recolección de firmas para postular. No habrá, consulta electoral ni sobre si el país aprueba la constituyente; ni
luego para aprobar la nueva constitución
madurista. Y tampoco habrá votación; “universal directa y secreta”; sino
listados de electores elaborados a la medida; territorializados y sectorizados;
para que “voten” por candidatos de
listas seleccionadas controladamente; a la medida.
Según la evidencia y lo que se
sabe de qué y cómo se mueve; todo se maneja, por sobre cualquier
otra consideración, en función de garantizarse la incondicionalidad de una
mayoría de “constituyentistas” estrictamente seleccionados; no ya chavistas;
sino maduristas; comprometidos con aprobar un cambio básico; según
“revolucionario”, del sistema electoral. El de implantar un sistema de elecciones
de segundo grado; general; tanto para la elección del presidente, los
gobernadores, y los alcaldes; como, obviamente bajo control partidista; para la
elección de los parlamentarios legisladores y concejales; integrantes de los
entes legislativos; “representativos”; que serían los electos en primer grado;
en los que se produciría la elección de segundo grado.
.- Su
constituyente es la última carta contra la AN; luego de la, torta de las
sentencias. 155 y 156 del TSJ.
Es la última carta formalmente
institucional que tiene Maduro para “resolver” la cuestión de la AN; con una
mayoría calificada oposicionista y buena parte de la fracción oficialista,
no-madurista y hasta antimadurista.
Luego de año y medio de amagos
y amenazas de disolverla, de eliminarla, de intervenirla; etcétera; de acosarla
extremamente; de sabotearla y trancarla; pero sin atreverse a concretar sus
amenazas; montó la perversión de las sentencias 155 y 156 del TSJ para quitarle
definitivamente sus facultades legislativas. Una perversión que se le revirtió
con la posición de la Fiscal; un verdadero sismo político de 11 o más “grados en la escala de Ritcher”; que obligó, a Maduro y el madurismo
a echar atrás en 24 horas. Cuando, si hubiera habido las condiciones hubieran mantenido dichas sentencias; no
habrían tenido, sobre la marcha y atropelladamente, que jugarse esta última
carta de la constituyente.
.- Sin unidad de mando; bajo la presión de una nueva “contraofensiva
fulminante ahtifascista”.
Vale señalar, sin entrar ahora
en el tema; que a las oposiciones, a sus politólogos candidatos y burócratas;
no les ha merecido dedicarle ni 144 caracteres; ni un twit; a entender a fondo
lo que significa que luego de año y medio de contenerse contra la AN; y de la
torta de las sentencias; Maduro haya tenido que lanzarse en la desesperada huida
hacia delante de su constituyente. Un fracaso total anunciado; ya de entrada y
resulte lo que resulte; incluso si llega a instalarse. Lanzarse improvisada y
atropelladamente gastando sus últimos cartuchos políticos; sin garantía de
nada. Un salto adelante que da ahora y en las condiciones más desfavorables.
Siendo obvio, aunque sea totalmente claro; que lo da bajo una presión y/o
amenaza grave e inminente; que no viene ni de las protestas de calle ni de la
comunidad internacional; sino de lo interno de los chavismos. Y más
concretamente; de lo interno del madurismo; de la propia alianza miltar-cívica,
tensa, que conforma su gobierno.
Maduro lanza la constituyente como
su última balsa salvavidas. Solo. En contra de la mayoría de los chavismos;
evidentemente, bajo una presión intensa e inmediata; interna. El país, hace
rato ido de sus manos; y, por lo visto; sin unidad de mando en el propio ejercicio
del poder fáctico represivo.
El proceso represivo de estos
meses abril y mayo; aunque inicialmente no fue así; desde un cierto momento y
ahora; reproduce exactamente lo que fue la represión contra la guarimba en
febrero y marzo del 2014. Cuando el golpe chavista antimadurista que fue “la
contraofensiva fulminante antifascista”; fue anunciada por Améliach como
inminente, cuando ya estaba en pleno desarrollo.
Dicho rápido; la constituyente
se promueve en el peor momento de Maduro,
el madurismo y los chavismos. En el momento de su extrema inconsistencia y
descontrol; de implosión de los chavismos y del madurismo. Por eso, no se
permite ninguna consulta popular directa
real; ni siquiera con las burocracias chavistas que están puestas de lado. No
confía; porque no lo controla totalmente; ni siquiera en el CNE; según, estando,
ya en la fase de postulación de solo dos días; aun sin definir el diseño de los
procedimientos y normativa al efecto; para garantizarse el procesamiento y los
resultados de las totalizaciones. Pendiente el madurismo del fantasma de los
resultados de las parlamentarias del 2016
.- En la fase terminal del madurismo; las regionales serán su trampa; el foso, en que se hundan
los chavismos todavía en el Poder.
Igual que con la
constituyente; las regionales las convoca el madurismo; le da luz verde al CNE
para que las convoque; bajo la misma impronta de su profunda crisis interna y la
presión inminente a que está sometido. Simuladamente, digamos, como
compensación o concesión, y, si se quiere como factor de distracción de la
atención política nacional. Pero básicamente porque no tuvo alternativa; según,
habiendo tenido que negociarlas con las rectoras. Y sin posibilidad concreta de
controlarlas; ni siquiera con el fraude del CNE-SMARTMATIC; que ya no tiene
garantizado. Estando por verse si su constituyente; primero, resulta; y segundo.
si en llegándose a instalar; da como
para imponer cambiar el régimen actual de gobiernos regionales y locales y su
base de legitimación que es el voto directo; la elección de primera instancia.
La elecciones regionales; no
solo que le tocan a los venezolanos como un
derecho cuyo ejercicio no admite relatividad alguna; a partir de ningún
discurso de nadie; y que no es tal “trampa” de Maduro para las oposiciones:
Sino que, al contrario; todo apunta a que montándose el país en ellas; a fondo; convertidas
por la gente desde todos los estados y
los municipios en una jornada nacional de confrontación con el autoritarismo; serán
“trampa”, sí, pero para ellos; para los chavismos todavía en el Poder. Serán el
foso en que se hundan; inmediatamente el 4Febrerismo, los chavismos todavía en
las gobernaciones; y, en perspectiva de solo meses, Maduro y el madurismo.
De tal forma que, la peor, más
regresiva y antipolítica actitud y posición posible es la de asumir que como el madurismo tiene o se supone que tiene tal o cual propósito con las regionales; y, según, la implementaría en su constituyente; hay que darlas por perdidas y desentendernos de ellas.
.- En su peor momento del madurismo; que se active la movilización y
beligerancia ciudadanas regionales.
La constituyente de Maduro y
las elecciones regionales son dos eventos de un solo y mismo proceso; de una
sola y misma confrontación y lucha. Como han sido y son las movilizaciones y
confrontaciones de calle Que han de
asumirse a consciencia como variantes en una misma dinámica de choque con al
mismo autoritarismo. A partir del hecho real de que no habiendo sido posible
derrotarlo de una vez; totalmente; por la asimetría de la absoluta
concentración de poder fáctico de que dispone, frente a la inexistencia de
contrapoder en la sociedad. Toca es irlo derrotando progresivamente; en fases y
planos secuenciales; ya políticamente
acorralado como está, sin política ni bases; y fácticamente en desgaste
sostenido. En su peor momento; de una extrema debilidad política y
sociopolítica; tal, que si aún se permite manipular a nivel burocrático,
político-institucional las relaciones de poder; concretamente sobre el CNE; en
relación a la constituyente. Le será imposible controlar y manejar las dinámicas
regionales y locales; sobre todo si, como toca, se activan desde ya las capacidades de movilización y beligerancia
regionales.
.- Llevar al autoritarismo al
terreno de la gente; el regional y local.
Además; lo peor; peor que negar y descalififcar las elecciones regionales; y, en
tal caso volver a jugar con el madurismo
a posponerlas; o sea, “volver a pisar la misma piedra” que en el 2016; sería
insistir en empujar al país a la misma polarización inmediatista revocatoria
del 2016; del “todo o nada ya”; del ultimátum; que le permitió a Maduro, pese
a estar “bailando en un tusero” terminar el año cantando victoria.
Promover que la confrontación
con el madurismo, se plantee, como confrontación nacional; en el plano nacional; del Poder; en el que tiene
todas las ventajas; las sigue teniendo; de la asimetría absoluta fáctica entre
del gobierno; y la sociedad sin capacidad ninguna de confrontación; es entrar
en su propio terreno; desaprovechando y
pasando por alto sus debilidades contradicciones e inconsistencias
generalizadas. Y obviar, el agotamiento del 4Febrerismo; que sigue espúreamente
hegemónico en los gobiernos regionales; rechazados en la mayoría de los casos;
ya ilegales todos los gobernadores; particularmente de los seis reemplazados
por Maduro. Confrontarlo desde las regiones; en la perspectiva y el marco de
las elecciones regionales; es llevarlo al terreno de la gente en el que el
Poder, central, pierde ventaja y se achata.
.- Que la gente se active en sus regiones como Poder Originario asuma
su Soberanía Ciudadana y active su beligerancia ciudadana.
Las elecciones regionales pueden
ser convertidas por la gente, en unas jornadas históricas de gran alcance político.
En un primer momento de ejercicio de la Soberanía Ciudadana; de la beligerancia
ciudadana; de activación del Poder Originario; en buena parte, o en la mayoría,
de los 23 estados de la República; y los 335 municipios. No solo en Caracas y
en tres o cuatro estados más como está
siendo. Hasta ser un proceso incontrolable por el gobierno y los
factores de Poder. Y de paso por las
burocracias partidistas de todo signo, oficialistas, incluidas las chavistas y
la maduristas; y oposicionistas y por el gobierno. Tanto espontáneamente, como
por la inter-incentivación entre los estados; se activarían las contradicciones
en ambos bloques partidistas de Poder;
desatándose los impulsos socio-políticos de base regionales y
locales
Confrontado simultáneamente
en varios o todos los estados; en los ámbitos y escalas regionales y locales; la
asimetría del poder nacional; achatada, igualada políticamente al de la gente
en sus espacios y neutralizada subjetiva y
fácticamente; pierde su ventaja; su superioridad.
Se trata de que se asuma y
active como el PODER ORIGINARIO; concreta y subjetivamente. Que en las regiones
y los municipios; la gente se active
como el PODER CIUDADANO, que le toca ser
Desde ya; y simultáneamente; para enfrentar
y derrotar y sabotear la constituyente de Maduro, Y para presionar para imponer
que haya las regionales y que sean transparentes; ciudadanizadas. Para imponer
una nueva correlación de poder regiones-centro Y en perspectiva, para dimensionar lo regional frente a lo
central y presidencial; desde la base
ciudadana
.- Activarnos en las regiones como PODER ORIGINARIO, como PODER
CIUDADANO; ejerciendo la SOBERANÍA CIUDADANA.
Igual y a la misma vez que nos
movilizamos contra la constituyente madurista; ya; desde ya nos movilizamos por las regionales.
Para impedir aquella; para sabotearla; y para imponer estas; para garantizarlas;
en iguales términos en que se la enfrenta; como evento de organización y movilización
ciudadana; contra el madurismo y sus pretensiones de controlarlas. Para que sean como quiere la
gente que sean; no como él pretende.
Las regionales y las regiones
son el momento y el ámbito: 1.-en
que se da una acumulación básica de poder originario; de contrapoder ciudadano;
2.- en que se activa la
contradicción entre el Poder Central, presidencial; nacional; y la gente; 3.- en que se dimensiona la necesidad vital
de la federalización del país; a partir de la pluralidad la diversidad y la
desigualdad entre las regiones. Frente al centralismo la concentración de poder
y la homogeneización de la gestión; 4.-.en
que se muestra el impacto del desconocimiento los derechos de la gente de las
regiones al aprovechamiento y la gestión soberanas de sus recursos y
potencialidades. 5.- en que ´puede
desplegarse la mayor beligerancia ciudadana; activarse un NUEVO SUJETO POLÍTICO;
el VERDADERO PODER ORIGINARIO.; el PODER
CIUDADANO, e implantar una nueva forma de hacer política; su
ciudadanizacióin y regionalización.
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