.- Reingeniería
electoral / Re-territorialización del fraude.
Con el cese al fuego bilateral
entre el madurismo y el 4-febrerismo; pactado a lapso fijo, hasta diciembre;
mediado y monitoreado por Lula; la algoritmia de las parlamentarias que estaba
trancada en el CNE volvió a correr. Las rectoras fijaron fechas, calendario y
secuencia de eventos; y sin soltar prenda concreta, solo como gesto, admitieron
que se trabajaba en una re-territorialización de las circunscripciones y
circuitos electorales.
Ya movilizados preelectoralmente
los dos principales bloques electorales,
el PSUV-GPP y la MUD, y también sus disidencias;
completando sus listas y abierto el lapso de inscripciones con la presentación
de candidatos y demás; fue cuando el CNE-SMARTMÁTIC dio a conocer al país, los
resultados de la referida re-territorialización; con redefinición de las bases
demográficas de estados municipios
circunscripciones y circuitos; reagrupamiento de parroquias; nuevos cambios en la base numérica electoral
por candidato; y hasta aparición de nuevos municpios. Como era previsible y
estaba dicho; ahora mucho con más alcance y profundidad; el chavismo volvió a
aplicar lo mismo que aplicó en las parlamentarias del 2010, que le dio tan
buenos resultados. Igual, sin justificación ni explicación técnica ni jurídica;
arbitrariamente; sin ningún tipo de contraloría ni auditoría ni ciudadana ni
previa ni posterior; volvió a rehacer el mapa votacional de entonces;
igualmente en función de territorializar la administración del fraude; para
darle soporte supuestamente técnico-jurídico a unos resultados similares a los
que derivaron en la actual Asamblea Nacional; o sea, con menos votación
chavista que oposicionista, resultaron, como resultarán nuevamente, más
diputados chavistas y menos oposicionistas. Ello, sobre una plataforma
territorial básica; ni el único ni el más determinante componente estructural del
fraude; pero que es el que lo hace menos visible; en la que el país electoral
es dividido en dos grandes áreas: la una, en la que la manipulación
técnico-computacional se reduce al mínimo; se invisibiliza al máximo. Y la
otra; en la que en diferentes grados según el estado y/o la circunscripción de
la que se trate la parte del fraude del quantum de votos a computar; se reparte,
según, y enreda en centenares de
circuitos y centros; haciéndolo aparecer como “sin incidencia”.