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Revuelo mediático; sin nada concreto.
Lo que ha habido hasta ahora,
en concreto, es una información de prensa; propiamente un revuelo mediático; y
la escueta confirmación y aclaración, de alguien del Departamento de Estado de
los EEUU; de que las fiscalías de Washington y Miami, entes federales independientes
del Gobierno: y la DEA; están
investigando sobre acusaciones acerca posibles relaciones de Cabello y otros
funcionarios venezolanos con el narcotráfico. Con la precisión expresa de que
ningún organismo el Gobierno tienen que ver con el asunto. Solo se ha dicho que
se está investigando desde tiempo atrás. No hay ninguna acusación.
Más resonancia o estridencia han
dado al tema, Tarek El Aissamí el gobernador de Aragua; aparentemente reaccionando,
o, según, contratacando; y sin aclarar qué tienen que ver; pidiendo la
extradición de Rafael Isea, Eladio Aponte Aponte y Leamsy Salazar; y Tarek William Sabb, el Defensor del Pueblo al
descalificar la utilización de las declaraciones, según, “de un delincuente”
para acusar a Cabello. Y sin precisar pero suponiéndose que el delincuente
sería Walil Mackled; o Rafael Isea. Aparte
la acusación difundida por ABC, atribuida a Salazar, de que Cabello, según
sería el jefe del Cartel de los Soles. Pero,
hasta ahora, de las bases concretas de la investigación que se estaría haciendo
a Cabello; no se sabe, ni de la fuente informativa ni del supuesto denunciante;
ni de lo que se le acusa. Y tampoco hay una razón precisa de por qué en este
momento es que se plantea la cuestión.