Como era de esperar, la
resolución de Barak Obama, (BO), del pasado martes 9M; aquí, manipulada y
banalizada; ni se entendió ni sopesó en su sentido real. Tanto su obvio rechazo, manipulado por el madurismo
y los chavismos; como su admisión, abierta o más o menos, por las oposiciones;
se dieron sobre la polarización nacional. Sobre la premisa de que lo que la
determinó fue la crisis interna, nacional, del Poder; en un dimensionamiento
internacional; hemisférico y mundial. Cuando, independiente de la posición que se
tenga ante ella; es una acción del gobierno de EEUU; con incidencia interna;
pero determinantemente derivado del contexto mundial.
PRIMERA PARTE
Cuba, Colombia, Irán, en el contexto
geopolítico hemisférico y mundial de la diplomacia de Obama.
Aunque los EEUU siguen siendo
el epicentro de las dinámicas mundiales de Poder; y BO es su presidente.
Indiscutiblemente su gobierno ha sido;
apuntando a serlo aún más; diferente; y en aspectos medulares de la política hemisférica
y mundial e interna; totalmente opuesto; a contracorriente, de los reaganeanos
de los Bush republicanos de los últimos cuarenta años. Vale leer su discurso
“El estado de La Unión 2014” dicho por él en febrero pasado ante el Congreso.
En América Latina,
hemisféricamente; BO, frenando y revirtiendo inercias; impulsa dos procesos
históricos, complejos; de gran costo y
profundos alcances geopolíticos mundiales.
Uno: Está desmantelando las
estructuras de medio siglo de cerco y acoso a Cuba; en la perspectiva de su
reincorporación plena a la comunidad internacional.
Tanto que ya es segura su asistencia a la Cumbre de Las Américas, de abril en
Panamá; y cosa de tiempo la reapertura de las embajadas en ambos países.
Dos, está involucrado directa
y concretamente en los diálogos de paz entre las FARC y el Gobierno colombiano
de Santos; hacia una paz inminente; luego de setenta años de guerra. Con la
implicación de la liquidación, de gran alcance. después de treinta años, del
Plan Colombia; con todo lo que eso significa para el continente. Y mundialmente;
para los intereses y grandes factores trasnacionales de Poder. La estrategia
reaganeana fue convertir a ese país en el Israel de América Latina.
Más allá; enmarcado en
complejidad mundial actual. En el Medio Oriente; pese la presión de los mayores
y más agresivos factores de poder mundiales sionistas que soportan al régimen
fascistizante genocida de la derecha
judía en Israel; y también a pesar de sus entramados compromisos con sus
estratégicos aliados árabes. Los EEUU de BO, en contra de la agresivísima
oposición y saboteo internos republicanos; están a punto de formalizar con Irán
un tratado sobre su desarrollo nuclear; hacia suspender el bloqueo comercial; y
obviamente, restablecer sus relaciones diplomáticas, rotas desde hace treinta
años. La confrontación con los republicanos en este tema es tan agresiva; que para sabotear las gestiones de Kerry; cerca
de 50 senadores, en una acción sin precedentes; enviaron una carta al
presidente iraní Rouhani, advirtiéndole que cualquier acuerdo con el gobierno
de BO podría ser revertido por ellos en
el Congreso. En el referido discurso “El estado de La Unión”, dirigiéndose
expresamente a ellos les advirtió que su insistencia en más sanciones a ese
país, los haría responsables del fracaso de los avances que se vienen teniendo;
y del impacto que ello tendría en el agravamiento de la crisis del Medio
Oriente.
Para nada detalles; al
contrario, de mucha significación y alcance políticos; fue su negativa a recibir a Netanyahu en ocasión
de que el lobby judío norteamericano lo impuso, en febrero, como orador en una sesión especial
del Senado; precisamente sobre Irán. Y su anuncio de cambio en la forma cerrada
como los EEUU cubre a Israel en la ONU; a partir de sus anuncios, al ser
reelecto, de que con él no habrá Estado Palestino