13 abr 2014

SOBRE EL DIALOGO

.-* No hay consenso en torno al diálogo
A partir de la premisa de que siempre es bueno; lo agarra a uno desprevenido  qué no hay consenso en relación al diálogo entre el gobierno y la MUD que formalmente se inició en Miraflores. No  conozco mediciones en ese sentido; pero, tengo la idea de que para la gran mayoría de los venezolanos, que haya diálogo, que el gobierno y la oposición hablen, es bueno; y coyunturalmente necesario. Aunque haya escepticismo, igual mayoritario, sobre sus resultados concretos. 
.-* El diálogo como necesidad
Obviamente, el diálogo se da, primeramente, porque es una necesidad, urgente; en perspectiva de vida o muerte; y sobre todas las cosas, para Maduro, y su gobierno; y para el chavismo-madurismo que encabeza; que está contra la pared. Segundo, también una necesidad, aunque menos presionante; para las oposiciones que todavía tienen, o pueden llegar a tener algo que ganar con él. Y para las que el paragua de la MUD, aunque ya casi desecho, sigue siendo lo único que le da alguna dimensión unitaria, de interlocutor con el gobierno. Al contrario, no le interesa a quienes, no tienen nada o casi que perder políticamente; y que la rechazan, abierta o implícitamente. El rechazo abierto al diálogo viene principalmente de algunas oposiciones; aunque también de parte de algunos chavismos, quizás de la mayoría,  hasta más de fondo; solo que políticamente, por el momento, puede resultarle muy costoso político-burocráticamente y riesgoso seguirlo manifestando abiertamente. Parecería que “replicándose” mutuamente, Cabello del SENIAT y MINDUSTRIA y Berrizbeitia de “Proyecto Venezuela”;  coinciden exactamente, en términos y contenido, al sostener ambos que “la MUD no representa a la oposición”. Mientras que al contrario, no deja de llamar atención, que Boni de Simonovis, que, según, tendría para estar en una postura escéptica o de rechazarlo; por el contrario avala el diálogo.


.-* Un triunfo político de Maduro y la MUD.
Políticamente, la concreción del diálogo es un triunfo político para Maduro; en general; pero particularmente sobre buena parte de los chavismos; y más concretamente sobre “la derecha endógena”, chavista; golpista; que en febrero le montó “el contrataque fulminante antifascista”; el verdadero golpe, chavista; según todos los indicios, el único que realmente sí estaba “en marcha”; contra él. Y por el otro lado, aunque de menor alcance, también es un triunfo para la MUD; en general sobre las oposiciones que la cuestionan, desde adentro y desde afuera; y particularmente, sobre “la salida”; y su  radicalismo inmediatista pre-electoral; que la puso en cuestión; en algún grado con razón; pero de fondo oportunistamente.   
.-* Diálogo entre cúpulas partidistas para recuperar la iniciativa política  
Cierto que la MUD, evidentemente no representa a la oposición; que por lo demás, propiamente no existe. Que, en tal caso representa solo a las cúpulas de algunas oposiciones. Pero es cierto también; y sería más evidente si no fuera por la ficción unitaria que el Poder permite proyectar; que Maduro tampoco representa al chavismo; ya también inexistente; sino, igual, las cúpulas de algunos de los muchos chavismos que hoy hay. Por lo que se trata entonces, de que el de  la noche del jueves 10 y en adelante; no fue, ni serán, el diálogo entre los dos principales ismos venezolanos de hoy; chavismo y puntofijismo; y menos entre dos Venezuela. Sin negar su sentido y la significación y aporte que puede llegar a tener, que quizás la gran mayoría de los venezolanos ha esperado y apoya; sin embargo, no es sino un diálogo entre cúpulas político-partidistas; que, en tal caso, son representativas solo de muy pequeños, minoritarios, sectores del país. Nada más allá. Siendo previsiblemente su posible resultado concreto más importante; el de la retoma por el chavismo-madurismo por su parte y por la MUD por la suya; de la iniciativa política, propiamente político-institucional, que luego de las elecciones locales de diciembre pasado, y de las movilizaciones y protestas; y del golpismo y la represión chavistas de febrero y marzo; la gente en la calle se las quitó de las manos. 
.-* Lograr alguna gobernabilidad y manejar la crisis política.
El diálogo iniciado, seguramente sí dará resultados; alguno al menos. Tendrá efectos concretos. Quizás más de los que hoy se espera  Luego de la ruptura de febrero; de las semanas de violencia continuada en la calle que deterioró importantemente tanto a la oposición  como al gobierno; pero sobre todo  a éste, que ha sido el gran perdedor. Que ambos activen una iniciativa político-institucional, debe permitir resolver, o al menos manejar  consensuadamente  la crisis política nacional hacia  lograr alguna gobernabilidad inmediata; sin la cual la crisis general nacional, profunda, continuará en su inercia hacia el caos.
.-* La mayoría necesita gobernabilidad ya, ahora.
La idea clásica de “la agudización de las contradicciones”; por lo visto  sigue siendo válida para los mesianismos decimonónicos que aún hay, en ambos lados; y en posiciones o en expectativas de Poder. Implicaría, según, la continuación y profundización del fracaso total de la gestión chavista de Maduro, de su desgobierno; con sus efectos del mayor deterioro aún de las condiciones de vida de la gente, hasta el estallido; y en consecuencia  su sacada,  ya;  si no, por revocatorio en el 2016; y, si no, a más tardar, en las elecciones del 2019. Pero esa idea mesiánica no tiene nada que ver; y se ha demostrado históricamente hasta la tragedia; con las expectativas concretas básicas, acotadas existencialmente, de la gente concreta, de hoy aquí. Con la necesidad inmediata de que no la maten todos los días, de comer y tener trabajo fijo, de garantizar una buena educación  a sus hijos; de garantizarles la salud, la posibilidad  de disfrutar la vida aquí hoy; de crecer y mejorar. Quiere decir que aunque la inmensa mayoría de los venezolanos de hoy, rechaza al chavismo, su versión madurista y cualquiera otra que sea; y que tendencialmente seguirá votando en su contra, cada vez más  mayoritariamente como viene haciendo en las últimas varias elecciones trampeadas por el CNE-SMARTMATIC. Sin embargo, esa mayoría, quiere gobierno ahora; necesita gobernabilidad, hoy. Quiere que la crisis nacional no siga profundizándose ni tendiendo hasta el colapso total como es ahora. Colapso total que si ciertamente arrasaría a Maduro y los chavismos; también nos arrasaría a todos. Por lo que la mayoría de los venezolanos de todo signo, está porque, sobre la marcha; eso sí, ya; se resuelva o maneje de alguna manera  la crisis política, o  político-institucional. Razón por la cual, y a pesar de todo; a pesar de que signifique oxígeno para él, y para la MUD;  apuesta a que haya el  diálogo y que apunte a eso. A que haya una mínima gobernabilidad, que permita el manejo racional de las crisis económica, socio-económica y socio-política. Que se creen condiciones mínimas para una gestión pública orientada a dar respuesta a las expectativas y los problemas más agobiantes de la gente, de toda sin exclusión. En vez de lo que hoy es y durante décadas ha sido el gobierno, un instrumento para concentrar el Poder y eternizarse en él.
.-* Estudiantes y vecinos con sus agendas propias que no es ni la de la MUD ni la de “La Salida”
Se argumenta, gente de la MUD, que el diálogo no niega la protesta, la movilización. Lo que como formulación suena bien. Pero que no tiene sentido pertinente; aunque sea cierto. Porque, no es que la niega; sino no que tiene nada que ver. A pesar de la tangencias concretas de algunos impulsos de alguna oposición con las movilizaciones y hasta con las guarimbas; y del intento por surfearlas por algunos.  Ni las movilizaciones universitarias ni las protestas en la calle de la gente tuvieron ni tienen que ver con la MUD ni con las oposiciones. A contrapelo de la manipulación oficial y también de las de  factores de ”La salida”; que se replican para hacerlas ver como resultados de sus política y planes inmediatistas. La realidad es que, aunque en el liderazgo estudiantil y vecinal hay líderes destacados identificados con partidos de oposición; que son militantes; y de que se manejan consignas generales comunes de oposición; sus agendas específicas, incluso expresamente reiterado, son propias; no subsidiarias ni enmarcadas en la de ningún otro sector o proyecto, menos partidista ni de algún factor de poder de oposición. Ni de la MUD ni de fuera de ella.
.-* Ni los estudiantes ni las  guarimbas están en el diálogo.
Quiere decir que; ni bueno ni malo; ni acertado ni desacertado; que concretamente es así; en el diálogo de la MUD con el gobierno; al menos hasta ahora; no participan ni están representados, ni los estudiantes ni los vecinos de las guarimbas. “El diálogo por la paz” se da en un plano; en el plano político-institucional; el plano de las relaciones y dinámicas de Poder; de su institucionalidad; si se quiere, del contrato social; de la constitución. Las protestas se dan en otro plano, el de lo sociopolítico, en el que la gente, sin pedir ni esperar autorización de nadie,  ejerce sus derechos frente al Poder que se los niega limita o condiciona. No tienen nada que ver con proyectos políticos o candidaturales,  ni con alianzas ni estrategias ni planes partidistas. En el marco de la crisis nacional general; y ante el proyecto autoritario fascistizante; es la gente, auto-convocada y auto-movilizada;  plantada frente al Poder; retándolo a partir de su voluntad de ejercer plenamente la soberanía ciudadana. Salvo algún grado de manipulación, de aprovechamiento y hasta de infiltración; mínimas o no determinantes  en tal caso; en general, no hay estrategia en las guarimbas, auto-motivadas, auto-convocadas; ni hay planes ni metas; más allá de la reivindicación genérica de los derechos ciudadanos; de la propia condición ciudadana. No son ni “convenientes” ni “inconvenientes”. Ni “oportunas” ni “inoportunas”. Son solo la confrontación del Poder por la gente. Con toda la desproporcionada desventaja fáctica  en que lo hace; pero con la inmensa fuerza moral con que lo asume.  Igual, aunque con variantes, cuantitativas y cualitativas, básicamente derivadas de su estructura específica; cabe decir sobre el movimiento estudiantil. Que tiene su propia agenda; tiene claro que  confronta al Poder; que cada vez es más asertivo en cómo hacerlo. Y que, si más allá de sus reivindicaciones concretas; como se le pretende descalificar; “no sabe para dónde va”. Tengamos claro; primero, que, aunque sí, por dónde y cómo; y contra qué; junto con los estudiantes, hoy por hoy, tampoco nadie sabe realmente para dónde vamos. Y, segundo, hoy por hoy; que no se reconoce a nadie como quién, o , como quienes sí saben  para dónde vamos; o, para donde debemos ser llevados.
.-* No hay “línea correcta” para las guarimbas que no son “colectivos”
En ambos, gobierno y oposición, según, la conformación del diálogo ha causado intensa controversia; y la descalificación de quienes lo han asumido. En ambos se sostiene que están pagando un “alto costo político”. En el chavismo, en el que se supone que la política responde a “un proyecto”, se diría que sí. Pero en las oposiciones, en las que, salvo papeles; imposible que sea diferente y afortunadamente;  no hay nada que se le parezca a un “Proyecto”;  en relación a la participación de la MUD en el diálogo; la controversia sobre si es correcta o no; tiene tan poco sentido como la relativa a si la guarimba   ”conviene” o  no; si es políticamente “correcta”; si hay que apoyarla o combatirla, si se avala o condena. El hecho es que, ni la oposición ni, menos, el antichavismo, son colectivos. En ningún sentido ni grado pueden considerarse, organismos, colectivos, con alguna unidad y/o estructura que los abarque; que haga válido o tenga sentido pretender que se mueva, digamos, disciplinadamente, en una sola dirección con una coherencia y en función de un propósito concreto común de todos sus componentes. Nó En ningún grado ni aspecto; ni siquiera en alguna retórica, como si es en el chavismo; hay relaciones de colectivo, ni coherencia, en las oposiciones de base.
.-* Con el desarrollo del  contrapoder; tendemos a una nueva correlación socio-política de fuerzas
El plano sociopolítico en que se dan las movilizaciones estudiantiles y vecinales; diferente al político-institucional en que se da el diálogo; es el de las dinámicas de las fuerzas sociales concretas; ajenas y por naturaleza opuestas a las dinámicas del Poder. Es el plano de la conformación acumulación y estructuración de las capacidades propias de la gente, de los ciudadanos; del contrapoder. Estas últimas movilizaciones estudiantiles y vecinales, ciudadanas, han sido de dimensiones intensidad y alcances, y de contenido político, superiores a todas las anteriores. La sociedad venezolana está creciendo ciudadanamente, de base, frente al Poder. Se está dando una dinámica de desarrollo y acumulación socio-política de fuerzas que apunta a equiparar cualitativamente la actual superioridad fáctica del Poder; única ventaja que aún le va quedando frente a la creciente y cada vez más consistente beligerancia ciudadana. Como viene siendo cada vez más frecuentemente en el Mundo;   tendemos hacia una correlación de fuerzas en la que previsiblemente el contrapoder ciudadano llegará a medirse de quién a quién con el Poder, con el poder fáctico. Lo que, no solo por la distancia que puede faltar; sino por la naturaleza opuesta de ambas dinámicas; no tiene relación con el diálogo del gobierno con la MUD; que en una perspectiva de resultados inmediatos; se desarrolla enmarcado en la dinámica político-institucional; la propia del Poder.
Caracas abril del 2014




  

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