11 mar 2014

Notas para la agenda y el impulso del proceso constituyente


.- I-.

En los debates de la Cátedra Pío Tamayo, (CPT), del 2013, a partir de mi participación en ellos, elaboré y entregué varios escritos sobre “”La Constituyente”. En la circunstancia actual de concretar, por parte de quienes coincidimos; y con base a las coincidencias existentes; presento estas notas, sobre algunos de los elementos definitorios y proyectivos en que sustentaba y sustento mi propuesta. Que, asumo, tienen total vigencia. Aún más hoy, cuando la crisis nacional, se ha profundizado y complejizado a partir de y por obra este último autoritarismo; por el incremento de la concentración del Poder mediante la manipulación polarizante de una de las subjetividades existentes. Y que en el postchavismo-postpuntofijismo que ya vivimos; en el agotamiento final de ambos ismos; ambas cúpulas, en sus pretensiones de sobrevivir; según, mantenerse, o regresar al Poder; pretenden ponen al país ante el cerrado dilema de optar entre dos regresiones; ambas sobre las mismas relaciones de Poder que bicentanariamente hemos tenido en Venezuela       .
Entre las ideas que nacionalmente se han movido  sobre “La Constituyente”; aparte las diferencias y contradicciones; de las inconsistencias de la mayoría de las posiciones;  el trabajo y aporte de la CPT, en la perspectiva de ir hacia una “Constituyente Originaria”; es, o debe  y puede ser, el punto de partida hacia la posibilidad de vadear el dilema de esas dos regresiones  que los ismos polarizantes, todavía  hoy activos, pretenden imponernos. Un arranque hacia una consensuación ciudadana, popular de base; no entre cúpulas, ni pretendidas élites o vanguardias; mediante un debate nacional, masivo, abierto, constituyente; sobre el Poder; y el contrapoder ciudadano; sobre la soberanía ciudadana. Sobre el cambio real, profundo, de las relaciones bicentenarias de Poder que tenemos en Venezuela. Cambio que es la única posibilidad real de salir hacia adelante; de no caer ninguna de las variantes regresivas que los ismos nos plantean.  
.-II-.
De dos de los escritos hechos circular en esa ocasión; para mí, totalmente vigentes; que invito a revisar, o a volver a hacerlo; coloco en estas notas, extractos que permiten referenciar el criterio y las propuestas que para esta circunstancia presento
 
De  “Sobre el Proceso Constituyente”  /  (Junio 2013)
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“.-* Promover, no “organizar”, el proceso constituyente
Una de las propuestas de promover una “constituyente originaria”, en la idea del proceso, establece como punto previo a resolver, la cuestión organizativa del “cómo” hacerlo. Aunque sin coincidir con las que la niegan; de hecho parte de que “hay que organizarla” y por ende, de que “alguien ha de hacerlo”. Cuando si algo es claro, es que hoy por hoy, nadie organiza a nadie, ni nadie dirige a nadie; que la gente se organiza, que la gente se dirige. Y en tal caso, que las tareas e iniciativas que pueden asumirse individual o grupalmente son las de promoción e impulso de la propuesta, por las redes ciudadana.
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.-* Un debate ciudadano, constituyente, sobre el Poder.                 
No se  propone de entrada, “una constituyente”. Sino un debate nacional, amplio, total, ciudadano; a partir y luego del cual vayamos a una revisión y redefinición de fondo, estructural, de las relaciones de Poder, concretas, reales; que independientemente de lo que establece la CRBV, en esencia hay en la sociedad venezolana, las mismas, desde hace ciento cincuenta o doscientos años. Y que en concreto son las mismas autoritarias implantadas por Gómez desde los inicios del siglo XX, ajustadas y modernizadas en las  constituciones del 46 el 61 y el 99; que, en esencia, se reducen a estructurar una sociedad atenida a un poder central, presidencial incontestable, legitimado en elecciones manipuladas por él; una sociedad en que el ciudadano no es, no ha sido, más que una entelequia; no existe.
Se propone un debate nacional abierto, ciudadanizado; despolarizado; secuencialmente parroquial y regional; y, luego nacional: según y en perspectiva hacia una constituyente; en el que la gente, autoconvocada, debata y determine qué hay que preservar y qué eliminar de la constitución y del régimen constitucional actuales. En el entendido de que no se trata, ni de una cuestión doctrinaria ni ideológica, ni técnica ni técnico-jurídica; que suponga que lo dirijan teóricos especialistas o académicos. Sino que se trata de una cuestión política; sobre el Poder; viva, concreta, sobre la relación de la gente con él. Lo académico lo técnico y lo jurídico; en tal caso tendrán su momento, y, condicionado; cuando se requiera dar la mejor forma concreta a las ideas que se consensuen. 
La gente; la mayoría de los venezolanos tiene ideas sobre los problemas de fondo, estructurales del país; y que los afectan cotidiana y vivencialmente. Ideas válidas, tan buenas como las de cualquier técnico o supuesto experto o especialista. Sobre la cuestión del Poder, su concentración y la perversión de la eternización mesiánica en él; sobre la independencia de los poderes públicos y su perversión partidizada; sobre sus derechos inmediatos vivenciales, personales familiares y comunales y sus derechos sobre lo público sobre lo nacional. La gente sabe lo que es, y por qué, una gestión pública mala, ineficaz y corrupta; sabe en qué consiste la condición ciudadana que ni en verdad se le reconoce ni en verdad está en posibilidades de ejercer dignamente. Atisba la trampa  a que se concreta  la supuesta soberanía ciudadana, “popular” consagrada en  la Constitución; y su manipulación e inversión  desde el Poder, por la que termina a merced y atenida, impotente a sus estructuras que son su negación absoluta.
No hablamos de programar ni planificar el debate; de establecer, imponer, la agenda. Hablamos de promover que cada quién donde y de donde sea, programe y agende lo que considere que debe debatirse. Promovemos, nosotros, que sea sobre lo estructural y lo estructurante de nuestra sociedad nacional en crisis; local y regional, contextualizada continentalmente  y globalizada mundialmente. Sobre el Poder y las relaciones de la gente con él; sobre la soberanía y la beligerancia ciudadana sobre la gestión pública; sobre lo público lo privado-particular y lo privado-oficial; sobre el espacio el territorio y la gente. Pero sin pretender que esa sea LA agenda. Sin pretender imponerla Respetando y asumiendo que la gente haga sus agendas a partir de todas las iniciativas y promociones posibles; de sus vivencias intereses y visiones. En el desarrollo del debate previsiblemente y sobre la marcha se irá definiendo la que se iría conformando como la agenda nacional consensuada, hacia cuyo procesamiento se irían orientando las actividades locales regionales y nacionales.
Inicialmente, inevitable y bueno que sea así; dándose el involucramiento espontáneo  de la gente, seguramente predominará el desconcierto, la incertidumbre, un cierto caos. Será un buen inicio; en el que lo importante será el debate en sí, más que su contenido concreto. Lo inicialmente importante será que la gente se active independientemente de los motivos y temas por los que lo haga; se active la condición y la soberanía ciudadana. Luego, será, según la propia dinámica del proceso constituyente, que se irán formando ondas y tendencias de opinión y criterio, desde la base, desde lo local y regional; hacia las temáticas más estructurantes de la vida nacional.”
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De “Constituyente no; Proceso ciudadano constituyente” / (Octubre 2013)
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“.-* Ningún factor de poder convoca; será la automovilización ciudadana
Lo que para nosotros de partida es claro; es que nuestra coincidencia con quienes hoy proponen “convocar una constituyente”; de oposición o gobierno; se concreta, solo, a que de la crisis en que estamos no salimos con un simple cambio de gobierno; y tampoco con el actual. Hasta ahí nuestra coincidencia. Partimos de que hay que ir a la cuestión de fondo de la estructura del Poder: de las relaciones de la gente con él. Asumimos, que de la crisis nacional, salimos o apuntamos a una salida; solo a partir del impulso de una dinámica nacional, ciudadana, hacia la conformación de una correlación sociopolítica, ciudadana, de contrapoder; frente al Poder. Tal dinámica nacional, para la que hoy sí hay condiciones subjetivas y objetivas, se dará, por la movilización organizada y el debate nacionales, mediante lo que llamamos un “Proceso Ciudadano Constituyente”; que para nada es convocado por cúpulas ni candidatos ni presidentes; ni por pretendidas élites ni vanguardias. Sino que resultará de la autoconvocatoria, de la automovilización de la misma ciudadanía; de los sectores y asociaciones sociopolíticas en los que se da la dinámica normal de la gente .          
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.-*Necesitamos un debate nacional hacia verdaderos consensos ciudadanos
De acuerdo a los insertos arriba; comparto que aquí no es suficiente ni pertinente, como algunos preconizan, convocar una constituyente; como en Brasil o Chile. Sino el amplio y denso debate nacional ciudadano; que caracterizamos como un PROCESO CONSTITUYENTE CIUDADANO; abierto, despolarizado; autónomo ante cualquier factor de Poder; que en su desarrollo, y en tal caso, apunte hacia una constituyente; y, en tal caso, a una nueva constitución. Pues, lo que, desde hace varios decenios, caracteriza la conformación actual del país; su crisis profunda e inercial en cualquier perspectiva; es el absoluto desfase entre la realidad que se expresa en la intensa dinámica socio-política cotidiana; y las estructuras político-institucionales, pervertidas igual desde hace decenios. Caracterización ésta, que solo evolucionará a partir de verdaderamente densos consensos ciudadanos, de base; no cupulares.”
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.-III-.

Conocidos mis criterios y posiciones sobre la cuestión les entrego las siguientes propuestas no sistemátizadas para su consideración; propiamente “un papel de trabajo” en función de avanzar en una fase de concreciones:  
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.- 1.- Definición clara de la propuesta del Proceso Constituyente Ciudadano; originario, autoconvocado; sin CNE
.- 2.- Definición del Movimiento de Movimientos promovido desde la CPT; sus características y funciones. Como una onda de autoconvocatorias, de base ciudadana; plana, sin estructuras ni jerarquías ni direcciones; ni líneas políticas. Con dinámicas operativas  absolutamente autónomas
.- 3.- Elementos propuestos para la agenda o las agendas; básicas, abiertas a proponer
 a.- La SOBERANIA CIUDADANA ejercida permanente y, según,  directamente y presencialmente, mediante vocerías y mediante representantes electos por votación  Ratificabilidad y  revocabilidad de todo mandato. Grados variables de combinación  de la participación y la representatividad
b.- Autonomías y mancomunidades Autogestión y cogestión; regionalización y federalización. Ejercicio  a todos los niveles, de la soberanía ciudadana, sobre la gestión pública. Soberanía sobre el territorio el ambiente el patrimonio. Socialización de la gestión pública
c.- Lo público; lo privado particular, lo privado oficial. Propiedad social, propiedad privada  oficial; niveles de gobierno y gestión; propiedad pública.  
d.- Historia, patrimonio, derechos de las comunidades Gestión local, regional y nacional de los recursos naturales; renovables y no renovables.
e.- El territorio y la gente, la comunidad; lo local lo regional lo nacional. Soberanía ciudadana y soberanía nacional.
Soberanía regional y nacional de la renta petrolera los recursos energéticos ambientales, pesqueros
f.- Los derechos inalienables e irrenunciables de todas las minorías. Derecho a veto de las minorías.
g.- El derecho a la ciudad y al ambiente
h.- Reducción y profesionalización de las FANB
i.-*No reelección indefinida del presidente de la República; ni de ningún funcionario electo. Reducción del período y limitación de la reelección Doble vuelta electoral. Vicepresidentes electos igual que el presidente. Referendo ratificatorio fijo; referendo  revocatorio posible. 
j.- Bicameralidad del parlamento nacional; parlamentos regionales
k.- Elección directa de los titulares y regionalización de todos los poderes
.- 4.- Mecanismos de sintonía, vinculación y comunicación, concretos y virtuales; entre los impulsos constituyentes ciudadanos.
a.- La CPT como foro constituyente abierto y espacios específicos para ello.
Calendario de debates en la CPT sobre la agenda constituyente
b.- Centro de enlaces entre impulsos de autoconvocatoria constituyentes.
c.- Centro de información, comunicación documentación e intercambio virtuales
.- 5.- Programa de promoción  y apoyo de autoimpulsos constituyentes
Centro de promoción inducción y activación de una red nacional constituyente 


Caracas marzo de 2014.-

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