.-* Las primarias como evento
Rafael Iribarren
.- Las Primarias, “un cartel de postín”
La campaña de las Primarias de la MUD fue un proceso pareja y sustancialmente mediático, milmillonariamente costoso y elitesco; un “cartel de postín” diría un taurino; características éstas inter-condicionantes unas a otras y entre el conjunto y cada una; de las que resultó una coral monotónica a pesar de la excepción de Pablo Medina, un espontáneo; y de Pablo Pérez en cuanto a su origen de clase; fue un canto coral monotónico, y monotemático con la unidad de la oposición como tema; que pegó mucho; mediáticamente exitosísimo; y del cual la gente no fue el objeto, receptor; o consumidor; aunque terminó siendo la protagonista determinante en los imprevistamente espectaculares resultados finales.
.-* Marketing para “líderes nacionales”
Ninguno de los candidatos, ninguno, tenía, digamos, “talla nacional” cuantitativamente hablando; sin nada que ver con que supuestamente no estaban “a la altura de Chávez”, altura que no resulta sino del pedestal del Poder en que está; sin talla de candidato nacional en el sentido de que ni siquiera Capriles y Pérez, que, gobernadores ambos, tenían, éste mas que aquel, solo un soporte sociopolítico regional; solo regional, con proyecciones limitadas en las geografías de influencia cercanas. La esencia de las Primarias fue convertirlos, mediáticamente, en candidatos nacionales; y como se dijo y dice, en líderes nacionales, dentro de lo que se ha llamado “el surgimiento”, realmente promoción, “del nuevo liderazgo” y dentro de éste de un nuevo “líder nacional”; que, según, finalmente resultó uno de los dos gobernadores. Siendo extremos, dentro de lo general, los casos de María Corina Machado y Leopoldo López, que sin ningún soporte sociopolítico ni aval concretos a escala; a punta solo de dinero de marketing tecnología y manejo mediáticos; junto a su promoción y comercialización como potenciales franquicias candidaturales regionales y locales; y junto a llevarlos a “patear el país” para que se conectaran directamente con el consumidor; con “el pueblo”; se pretendió convertirlos, no ya en potenciales candidatos unitarios, lo que se hizo viable mediante las primarias; ni tampoco en el candidato que derrotaría a Chávez, lo que sería seguro si se contaran de verdad los votos; sino algo así como verdaderos estadistas con un tan lúcido y total manejo de los problemas nacionales, que simplemente ya presidente, el o la que fuera, a partir de octubre, con solo hacer un buen gobierno, que pretendidamente sí lo hará, a diferencia del actual que es un mal gobierno y es su causa determinante, así de simple, en lapsos fijos esos problemas nacionales se resolverían.
.-*.”Candidaturitas”, la realidad, pretexto para la política
La mayoría de los candidatos a la presidencia y a las principales gobernaciones y alcaldías del país, fueron electos solo meses antes a cargos legislativos a cuyo ejercicio se comprometieron en las campañas regionales y locales respectivas; compromisos que sin embargo fueron dejados de lado para postularse a cargos mas altos; siempre con la misma retórica de, según, atender a “exigencias e intereses superiores” a su ”compromiso con el país” etcétera. Sin balance ni evaluación ningunos hechos públicos al menos, de las gestiones de sus titulares en ejercicio; precandidatos de la misma oposición de los mismos bloques o frentes candidaturales, y hasta de partidos siameses recién separados, se postularon sobretodo a alcaldías aunque también a gobernaciones a cargos ejercidos por gente de la oposición, de la misma MUD; dentro de la negociación candidatural partidizante generalizada que fueron las primarias, para elegir, no solo el candidato presidencial para octubre, a ocho meses; sino también y desde ya, a los candidatos a gobernadores y alcaldes por los que se votará dentro de diez y doce meses, en diciembre y febrero próximos. La “candidaturitas” impactó muy importante y reveladoramente la gestión sobre todo legislativa de la oposición con el ausentismo que produjo; puso en evidencia que la motivación candidatural no tiene mas dimensión que la de los proyectos personales o, personal-partidistas, de los activistas y grupos políticos, partidista-empresariales; y, que en general el ejercicio de un cargo es esencialmente pre-electoral, o sea solo en función de una próxima postulación, la que sea y donde sea; y que los problemas, la realidad, su invocación y manejo, se reducen a temas, a pretextos retóricos para la promoción de proyectos políticos personales o grupales.
.-* Polarización por el miedo
En la temática electoral de la oposición en general, y en concreto en las primarias, el pulsor esencial polarizante, explícito e implícito, fue el miedo. Mientras se acusaba a Chávez, con relativa razón, de usar y contar con el miedo de la gente para provocar su pasividad e inhibición política; la oposición hacía y hace otro tanto. El “comunismo” que estaría construyendo, el adoctrinamiento de los niños, las invasiones, las relaciones con Irán, las expropiaciones, las relaciones con Cuba y las FARC… etcétera.; miedo a la “inevitable” caída del precio del petróleo, a las consecuencias de retar a los EEUU y a la comunidad internacional, a la huída de la inversión extranjera, a la amenaza a la propiedad privada y a la autonomía universitaria, a las “listas de la ignominia”.”Sin miedo, vota” fue una consigna principal de la MUD La polarización por el miedo. Miedo contra miedo; asociados ambos, por igual sin opción a alinearse o polarizarse con uno contra el otro; para frenar lo que vendría en uno u otro escenario. El darle al 7 de octubre, como antes al 26 de septiembre, ese alcance de inflexión histórica casi milenarista; de punto de lanzamiento definitivo hacia el futuro o de hundimiento en el pasado; según quién sea proclamado por el CNE se reduce en definitiva a una manipulación terrorista polarizante.
.-* Y por los chantajes
Igualmente polarizante ha sido la utilización intensiva y generalizada del chantaje al desacuerdo y de cualquier posibilidad de alternativa o matiz o cuestionamiento. La políticamente acertada idea de la unidad y del candidato único contra Chávez; de una propuesta acertada fue trastocada a la única inevitable posibilidad, a ser aceptada a como diera lugar no solo como tal idea general sino absolutamente y en los términos en los que la MUD y los partiditos la concretaron; aparte de la cual cualquier opinión o posición era miedo o antipolítico o cooperacionismo, hasta, traición.
.-* Solo salir de Chávez; sin debate para nada
Mas allá de la idea-motor de salir de Chávez; de la posibilidad de concretarlo logrando la unidad; y de la necesidad de salir de la crisis nacional generalizada profundizada con su régimen; fueron una Primarias sin debate. Ni hubo debate real sobre la crisis nacional su morfogénesis y estructura; ni lo hubo sobre las formas concretas se entenderla enfrentarla y salir de ella; ni sobre los diferentes enfoques para manejarla; ni entre los planteados en la oposición misma, tan distantes entre sí como con los existentes en el chavismo; ni consistentemente se debatió en relación a éstos. A la retórica y el vacío panfletarismo chavista, según, “socialista y revolucionario” o “comunista”; se respondió en general con otra retórica y otro vacío panfletarismo antichavista, anticomunista; con un anticomunismo tan trasnochado como el comunismo de Chávez. Bienintencionada pero ingenuamente promovidos, y manipulados por los factores de poder, los “debates” entre los candidatos, no pasaron de simples concursos de exhibición de sus habilidades e imagen mediáticas; sin contenido, vacíos. Su concepción diseño e implementación; como los show bien montados que resultaron; hechos a sabiendas de que no pasarían de eso; muestra la distancia de las cúpulas político-institucionales y de los factores de poder, a la realidad; y su subestimación de la inteligencia del venezolano; hacer esos “debates” a sabiendas de lo vacuos que, para ellos mismos lo eran; a sabiendas de que no pasarían de ser una pasarela de candidatos; solo es explicable a partir de la idea de que al venezolano medio, a la gente, sí le llegaría, igual que como, según, le llega y asimila cualquier telenovela o reality-show repetido y mediocre. .
.-* Institucionales, el gobierno y su oposición la oposición y su gobierno
La MUD se conformó como una convocatoria de oposición institucional al gobierno; asumiendo su legalidad y su legitimidad, reclamando igual reconocimiento; a pesar de cuestionar como inconstitucional y antidemocrático el proyecto y la gestión chavistas; ello, tanto como convocatoria unitaria como por los diferentes precandidatos. Tal reconocimiento fue reiteradamente declarativo, en cuanto que su propósito de sacar a Chávez de Miraflores se lograría solo por los votos; de ninguna otra forma; y, de hecho, al gestionar y coordinar el apoyo e involucramiento técnico-operativo del CNE en el proceso de votaciones; y del Plan República a pesar del cuestionamiento del que desde décadas ha sido objeto y del señalamiento concreto de Pablo Pérez de que mientras estuviera bajo la comandancia de Rangel Silva el no se comprometía a aceptar previamente los resultados del 7 de octubre. Por su parte el gobierno, aparte provocaciones eventuales e incidentales oficiales y partidistas, actuó, respetuosa o en apariencia displicentemente, ante las requerimientos y señalamientos oposicionistas, de la MUD y particularmente de su Comisión Electoral; no solo del CNE y el MD sino el MIJ el ME y hasta el PSUV actuaron para no entorpecer y facilitar el proceso de votación del 12 F; se dispusieron miles de efectivos para el orden y la seguridad públicos se suspendieron las actividades en los centros educativos en que se votaría y fueron suspendidas y reprogramadas movilizaciones partidistas, abiertamente provocadoras o de saboteo chavistas, que inicial y amedrentadoramente se anunciaron. De tal forma que las Primarias fueron un evento, sin precedentes, en general de reconocimiento respeto y colaboración institucional entre el gobierno y la oposición; un evento de legitimación mutuos.
.-* Oposición y gobierno, ¿ambos sin “Plan B” para el 7O?
Al menos declarativamente ni la oposición ni el gobierno aparentan tener un “Plan B” para el 7O. Inconcebible; y, difícil de admitir. El triunfalismo de ambos expresado en la retórica de que, según, la derrota del otro es segura; sin embargo, aparentemente por cuestiones de método o táctica se relativiza cuando se llama la atención contra, precisamente, los triunfalismos; contra dar por segura la victoria. Esto asociado a que las encuestas., si bien muestran márgenes reducidos; y sobre todo las de la oposición, apuntan a que Chávez “puede ser derrotado” y que el candidato unitario “puede ganar”; “puede” dicen; muestran igual, entonces, que Chávez, puede ganar y el candidato de oposición puede ser derrotado; lo que remite a la cuestión concreta de que de lo que se trata entonces en concreto no es de “quién gana y quién pierde”; sino de a quién proclamará ganador el CNE; el “arbitro”; ante lo que se entiende que Chávez con el control total del poder fáctico se permita no tener “Plan B” ante la eventualidad de que la oposición pretenda desconocer su proclamación por aquel.
Caracas 20.02.12
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