.- OLP, contra el paramilitarismo, base del proyecto cívico-militar
madurista.
Las OLP son de Maduro y el madurismo. De los militares.
Concretamente son del régimen cívico-militar que se pretende conformar sobre la alianza del presidente Maduro el componente civil y la alta oficialidad
no-4Febrerista; encabezada hasta ahora por López Padrino como líder del
componente militar. No tienen nada que
ver, o casi, con chavismos ni psuvismos.
Ni siquiera con el gobierno en general. Descartadas las confrontaciones, por
cuesta-arriba, costosas y riesgosas, política y militarmente; primero, con
Obama; y luego con Guyana como motores propicios del proyecto cívico-militar en desarrollo; las OLP
funcionan, o se quieren hacer funcionar, como soporte concreto de la retórica
de “la guerra económica” el eje inicial de dicha estrategia.
A partir del balance militar-policial, y
político-mediático, de la operación especial en la Cota 905; concretamente de
depuración interna, chavista de
base, de esa “zona de paz”; la cúpula
cívico-militar madurista asumió generalizar su aplicación. Pero yendo más allá
del operativo circunscrito que fue de
saneamiento antidelictivo. Dándole un alcance político-estratégico
nacional; de “lucha nacional de clases”, “antimperialista”; de “Liberación
Nacional”. En la OLP, “Operación de Liberación del Pueblo”, desde el principio,
el enemigo es externo; un invasor, un “infiltrado”; es el paramilitarismo; o
sea, el uribismo, el “Plan Colombia”, Uribe; “la derecha, el Imperialismo”,
según, “infiltrado” en los barrios urbanos y periurbanos de todo el país; no
solo aunque principalmente en la frontera y a partir de ella; hace la guerra
económica a nivel de base social; acapara, bachaquea, distribuye la droga,
asesina policías funcionarios y soldados.