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En
Los Cabos, México, terminó la
Cumbre del G20 con desarrollos y conclusiones que no cuadran
con ningún enfoque convencional polarizado criollo en relación a la crisis
mundial, hasta ahora, del euro; y en la que independiente de cualquier
circunstancia local, estamos inmersos todos los habitantes de la Tierra. Unas conclusiones
sin precedentes determinadas por la
fuerza con que la gente viene reaccionando ante las pretensiones, aunque disparejas,
de las cúpulas mundiales, financieras, “los
mercados”, y políticas, de que, como históricamente ha sido, ella la gente, fuera
quién pagara los costos de la salida a la crisis que ellos causaron. La tesis de
“la austeridad”, de desmantelar el “Estado de Bienestar” recortando gasto público
social para pagar la deuda, a “los mercados”, terminó siendo descartada asumiendo
al contrario la de que de la crisis se saldrá impulsando el crecimiento y no
frenando la economía ni encogiendo el consumo como venían preconizando Merkel Zarkosy y Camerún, el FMI el BCE; e inicial y pos-electoralmente
el PP y Rajoy. En el G20 se asumió y globalizó lo que ya los españoles
franceses y griegos pautaron, al rechazar y frenar desde la calle las políticas
neoliberales de Rajoy; en España al sacar a Zarkosy y poner a Hollande en la
presidencia de Francia; y al tumbar el gobierno conservador del Pasok en Grecia forzando
nuevas elecciones parlamentarias en las que la izquierda, determinante,
apuntó hacia ganarlas. Que los representantes de la economía mundial, 91% del
PIB mundial, en consenso hayan tenido que asumir que no es la gente sino el
capital y las cúpulas del poder trasnacionales quienes asuman los costos de la
crisis y que es a ellos a quienes toca resolverla; es resultado concreto de esa
presión de la gente sobre el Poder; de la que se ya manifestó abiertamente,
huelgas generales y movilizaciones masivas de calle en España Francia y Grecia;
y de la que crecientemente se
continuarían, y continuarán, dando contra las posibilidades y pretensiones de
regreso de la hegemonía neoliberal en el Mundo. Los resultados del G20 de Los
Cabos independientemente de su alcance y
perspectivas fueron un triunfo de la
gente sobre el poder; y de la izquierda; que existiendo por lo demás, fue y
está siendo un factor determinante en cuanto a la dirección que han tomado las
cosas.
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Uno
de los aspectos notables del desarrollo y los resultados de la Cumbre de Los Cabos fue lo que la presidente Lagarde del FMI llamó “el
cortafuegos”, una recapitalización financiera del ente contra la profundización
y expansión de la crisis en Europa y mas
allá; que superando ampliamente sus expectativas, como declaro, recibió 456.000 millones de dólares
adicionales; de los que casi un tercio fue aportado por las economías
emergentes; entre ellas las del BRIC que suscribieron 43.000 millones China, Brasil Rusia e India 1.000 cada uno; así como y entre otros, Mexico
también 1.000 millones-
En
el G20 participan China y Rusia; y cuatro países latinoamericanos, México y
Chile, y Brasil y Argentina. Venezuela no. Lo indicativo de tal participación
latinoamericana, es que éstos dos últimos
países junto con los dos asiáticos referidos son los grandes socios y aliados
financieros comerciales militares políticos, etcétera, de Chávez en su
estrategia de un anticapitalismo y antiimperialismo clientelares; de salvación
del Mundo; en su lucha revolucionaria por liquidar el capitalismo, el local, el
criollo, hacia convertir a Venezuela en “una potencia” e imponerle al Mundo una multipolaridad de la cual nosotros como
potencia seamos clave.
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Lo
anterior explica que hasta ahora, y probable que definitivamente, Chávez en sus
actuales largas cadenas diarias
sorprendentemente no haya hecho mención al G20 capitalista; por lo visto al no
encontrar soporte, sin “escupir hacia arriba”, para su retórica barata de
llamar a “comparar crisis capitalista de
Europa y los EEUU” que fue la agenda del G20, con la situación de Venezuela
cuya economía “socialista”, según, crece aumentando el empleo y la inversión
social etcétera con un gasto público creciente; mientras en esos países se
plantea recortarlo . Sobretodo, porque precisamente ese G20 apunta a que no sigan cayendo los
mercados mundiales entre otros el petrolero del que el socialismo rentista bolivariano
recibe mas el 90% de su ingreso, Y porque en Los Cabos se hizo patente que hoy
ninguna crisis es específica ni particular sino global; que la sociedad humana
hoy es una sola mundial; que la economía es una sola; y que nada ni nadie es lo
suficientemente endógeno como para sustraerse o
escapar de las determinaciones globales